Club de Poesía
mayo 3 2012

Eduardo Rodríguez Pérez: “La opinión de un escritor sobre sí mismo está siempre contaminada”

admin

Eduardo Rodríguez Pérez, (VALENCIA 1980). Reside entre Barcelona y  Ámsterdam, donde imparte talleres de poesía a jóvenes en Squats. Influenciado por el realismo sucio, la poesía contemporánea y los escritores modernistas, bebe del legado de autores como Bukowsky, Brines, Delmira Agustini, Alvite o Panero.

En 2008 auto edita “El alkoholismo de las mariposas”, su primera referencia escrita: una recopilación de textos en prosa poética siguiendo el estilo del monólogo interior iniciado por J. Joyce. Con este libro se introduce en el circuito literario underground de Ámsterdam, donde lleva a cabo varias presentaciones, workshops y lecturas.

A partir de entonces redirige su lenguaje hacia la poesía: fruto de esto serán los siguientes cuatro poemarios escritos entre el año 2008 y 2010, todos ellos inéditos, de los cuales dos cierran la trilogía comenzada por El alkoholismo de las mariposas. Con “Argonautika”(el último de sus poemarios editado por la Editorial Poesía eres tú) se presenta a dos certámenes poéticos nacionales, quedando finalista en el XXVIII PREMIO LEONOR DE POESIA y el V PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA MARGARITA HIERRO.

1- Su libro arranca de una experiencia traumática, algo que es común en varios libros de poesías: ¿Qué cree que hay en esas experiencias que provoca que incluso gente que antes no se había acercado a la poesía, o a la literatura en general, coja la pluma y comience a escribir?

 

Supongo que se trata de un ejercicio de lamerse las heridas. Para mí la poesía es terapia, nace de la necesidad de sacar fuera algo que DEBE expulsarse… y tengo la absoluta convicción de que los peores momentos para vivir son los mejores para escribir. Es ahí cuando todo ese “chorro de lodo” sale de las personas sin control de la más pura, sana y anárquica de las formas. Eso es creación pura y dura.

Algunos la pintan, otros la esculpen, pero no todos tenemos un estudio donde almacenar una roca de 4×4 y ponernos a dar martillazos: creo que coger un lápiz es algo tan al alcance de todos que aterra y fascina a la vez, y tal vez sea por eso y por la “necesidad” que hemos comentado antes, que llega un momento en la vida en que todos nos ponemos delante de un papel y…

 

 

2- Hemos visto en su libro unos poemas donde se funde el pensamiento, con la palabra y con el entorno, ¿cómo llegas a esta forma del poema? ¿Qué te aporta como autor?

 

Creo que todos los que escribimos hemos sido autodidactas en este sentido.

Yo diferencio dos partes en la literatura; “Forma” y “Fondo”.

¿La manera en que llego a escribir de la forma en la que lo hago? trato de ponerle palabras al brainstorming que tengo en la cabeza cuando quiero contar algo, así que escribo y describo. Aunque a veces aparentemente no casen expresiones, imágenes o frases en un verso, de alguna forma es una lluvia de ideas que en el “Fondo” quieren transmitir una sensación, y ahí si hay una lógica. Intento usar siempre elementos que me son familiares, que los he vivido, tocado o sentido y que puedo abordarlos con la ventaja de haberlos conocido ya.

Y luego, en la “Forma” (el propio aspecto físico del poema) he de reconocer que sí busco una estética; supongo que después de haber estudiado diseño gráfico esto es un defecto profesional. Sin embargo no sabría explicar por qué la forma de un poema me gusta o no.

 

¿Qué me aporta como autor? Quizás eso habría que preguntárselo a los lectores: la opinión de un escritor sobre sí mismo está siempre contaminada. Sí te puedo decir lo que me gustaría que me aportara como autor, y es el equilibrio entre el caos de la poesía más esporádica y visceral en lo que respecta al lenguaje, y la facilidad de comprensión para el lector. Es por eso que también me gusta que mis libros narren, que haya una historia con principio y fin, con hilo argumental.

 

 

 

3- Leemos en su biografía, que ha enseñado poesía a jóvenes en casas okupas en Ámsterdam; ¿Cómo era recibida allí la poesía?

 

Mira, esto es alucinante: en un país como Holanda, donde se habla holandés e inglés a partes iguales, para este tipo de cosas lo que les vale ya no es entenderlo o no entenderlo, sino que algo dentro les mueva y les remueva. Hay otro tipo de lenguaje que sobrepasa a las palabras. Y esto es así no solo en la literatura; te encuentras la misma situación con el arte en general. Ten en cuenta que además, los Squats o casas ocupas de allí no tienen nada que ver con las “pocilgas” que el imaginario colectivo social nos ha metido en la cabeza; son auténticas galerías de arte montadas en edificios llenos de artistas que desarrollan su actividad allí apoyados por el mismo estado. Se organizan exposiciones, eventos, presentaciones, etc…  puedes oler que la ciudad se mueve, que suceden cosas. En general están muy abiertos a todo aquello que signifique “algo distinto”; tal vez en España nos han criado en el “miedo católico” a las cosas que en realidad nos dan libertad para experimentar sin complejos, y en Holanda su protestantismo les pone un “¿Por qué no?” en la boca ante una propuesta diferente…

 

 

4- Ya en general, ¿qué cree que lleva a los jóvenes a la poesía? Porque aunque es tenida como un arte en decadencia, en realidad, cada vez hay más jóvenes escribiendo poesía

 

Buena pregunta esta… ¿por curiosidad? ¿Como un reto? ¿Por creatividad? No lo sé…

Pero fíjate en que todo evoluciona, y hoy en día la poesía sigue en los libros, sí, pero… ¿qué me dices de la música? Cantantes como Andrés Calamaro o Joaquín Sabina, estilos como el Hip Hop que mueven a la mayor parte de los jóvenes y donde la piedra angular es la poesía. La cultura del flamenco esta conectadísima con autores como Lorca o Unamuno…

 

La juventud está en pleno contacto con la poesía; el siguiente paso tras escuchar un disco de Bunbury es investigar por internet, descubrir autores, libros, carreras, vidas, etc…  lo veo lo más lógico del mundo, sobre todo en gente joven, con inquietudes.

Por otra parte, tal vez también tenga algo que ver la regla de “no hay reglas” para escribir, algo que te permite explotar de la manera que quieras y te da toda la libertad para experimentar.

Lo que está claro es que este estilo está vivo y se mueve, aunque siga sin estar reconocido al nivel de la novela.

 

 

5- Reside en Barcelona y Ámsterdam: ¿Qué diferencias encuentra entre el panorama poético y editorial en ambos países?

 

Allí veo que hay bastante lugar a la improvisación. Los artistas arriesgan, la industria apuesta.

Es más fácil poder vivir de tus libros; si eres holandés y eres artista existe una especie de “sueldo” que el estado te asigna para que puedas vivir de tu arte. Luego aparte está lo que ganes de venta de libros, escribiendo en una revista, etc… Increíble, ¿no crees?

 

 

6- Usted ha apostado por una técnica innovadora en todas sus obras: ¿Hay poca búsqueda, poco riesgo en la poesía española?

 

Si hablamos de los poetas que están establecidos, tengo que decir que en general bajo mi punto de vista SI, hay poco riesgo aunque siempre hay excepciones.

Si hablamos de autores “underground” la respuesta es radicalmente distinta.

Creo que como comentábamos antes, aquí lo diferente asusta, con lo que nunca veremos un premio LOEWE con un poemario distinto a lo establecido. ¡Ojo! Que dentro del circuito alternativo también hay mucha “paja”, pero sí es verdad que las propuestas son más diferentes. Estoy orgulloso de tener amigos poetas que viven al margen de editoriales, concursos o industria alguna y que hacen que al acabar de leer un poema suyo piense: “¿Qué hago yo escribiendo?”… es el caso de Alex Badal, por ejemplo, del que cuando veo tanto su trabajo literario como su trayectoria en infinidad de jams, lecturas y presentaciones, la única palabra que me sale por la boca es “AUTÉNTICO”.

 

Aquí la pregunta es la de siempre: “¿Quieres escribir algo para que le guste a todo el mundo, que tenga más opciones en concursos de cáliz conservador (casi todos) y a los jurados les haga tilín, o tu manuscrito eres TÚ, le pese a quien le pese y aunque vayas a recibir un NO por parte del 98% de las editoriales a las que lo mandes?”.

 

 

7 – Una última pregunta que solemos hacer a todos nuestros entrevistados: ¿Qué influencias has tenido o manejado a al hora de crear este libro?

 

Creo que quise hacer algo muy parecido a un libro que me marcó mucho y me sigue pareciendo una oscura obra maestra: ALDEA, de mi paisano Juan Vicente Piqueras. Eso, y una película que me tuvo con la boca abierta toda mi infancia: la original Furia de titanes.

Presentación Universos Circulares Jesus Villajos Marco José Afonso Madeira: “Tratar de un sólo tema a la vez es cosa de las ciencias, no de la Poesía”

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Noticias

Homenaje a D. Antonio Machado en el 150 aniversario de su nacimiento. Revista Grada

Fuente: https://www.grada.es/homenaje-a-d-antonio-machado-en-el-150-aniversario-de-su-nacimiento/blogueros/antonio-del-barrio-estremera/

Por Antonio del Barrio Estremera

Introducción

En el 150 aniversario del nacimiento de Antonio Machado, la figura del poeta sevillano resurge con fuerza en la memoria literaria y sentimental de España. Su obra, marcada por la introspección, la melancolía y el compromiso con la verdad, sigue siendo un referente imprescindible para comprender la poesía española contemporánea y la identidad de nuestro país.

Breve biografía

Antonio Machado nació en Sevilla el 26 de julio de 1875, en el palacio de Dueñas, en el seno de una familia liberal y culta. Su infancia transcurrió entre los paisajes andaluces y, desde 1883, en Madrid, donde se formó en la Institución Libre de Enseñanza, un ambiente que marcaría su pensamiento abierto y su sensibilidad social.

A lo largo de su vida, Machado fue testigo y protagonista de los grandes cambios de la España de su tiempo. Vivió en Soria, donde conoció a Leonor Izquierdo, su gran amor, cuya temprana muerte marcó profundamente su poesía. Posteriormente residió en Baeza, Segovia y Madrid, alternando la docencia con una intensa actividad literaria y social. Durante la Guerra Civil, su compromiso con la República le llevó al exilio, falleciendo en Colliure (Francia) el 22 de febrero de 1939.

La obra poética de Machado

Etapas y evolución

La poesía de Machado se caracteriza por una evolución desde el modernismo y el simbolismo de sus primeras obras hacia una voz propia, más sobria y reflexiva, que culmina en la profundidad de Campos de Castilla y los poemas de madurez.

  • Soledades: Influencia modernista y simbolista, introspección y musicalidad.

  • Campos de Castilla: Retrato de la España interior, reflexión sobre el paisaje y el alma nacional, crítica social y existencialismo.

  • Nuevas canciones: Poesía gnómica, sentencias y aforismos, búsqueda de la esencia.

  • Poesías completas y Juan de Mairena: Síntesis de su pensamiento, exploración filosófica y ética.

Temas y estilo

  • El paisaje: Especialmente Castilla, símbolo de la identidad y la historia de España.

  • La introspección: El yo poético como espacio de búsqueda y duda.

  • La melancolía y el tiempo: Reflexión sobre la fugacidad de la vida y la memoria.

  • El compromiso: Defensa de la libertad, la justicia y la dignidad humana.

Machado y la Generación del 98

Antonio Machado es el más joven y, para muchos, el más representativo de la Generación del 98. Su obra dialoga con la crisis de identidad nacional y la necesidad de regeneración cultural y moral. A diferencia de otros autores, Machado aporta una mirada compasiva, humilde y profundamente humana, que trasciende el pesimismo para buscar la esperanza en la palabra y el ejemplo vital.

Homenajes en el 150 aniversario

En 2025, instituciones y ciudades como Soria, Madrid y Sevilla han rendido homenaje a Machado con recitales, conciertos y actos culturales. Destacan el recital poético-teatral en la Biblioteca Rafael Alberti de Madrid y el concierto lírico “Estos días azules y este sol de la infancia” en Lima, que celebran la vigencia y universalidad de su poesía.

Legado y actualidad

La poesía de Antonio Machado sigue viva en la voz de lectores y poetas de todas las generaciones. Su ejemplo de vida sencilla, su honestidad intelectual y su defensa de la libertad y la justicia lo convierten en un referente ético y literario. En palabras del propio Machado: “Nada me debe Soria, creo yo, y si algo me debiera, sería muy poco en proporción a lo que yo le debo: el haber aprendido en ella a sentir a Castilla, que es la manera más directa y mejor de sentir a España”.

Antonio Machado, a 150 años de su nacimiento, sigue siendo el poeta de la verdad, la memoria y la esperanza. Su obra nos invita a caminar, a dudar y a soñar, recordándonos que, como él escribió, “se hace camino al andar”.

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Reseñas

Crítica Literaria: “Más que palabras” de José Molina Melgarejo

Crítica Literaria: “Más que palabras” de José Molina Melgarejo

Título y Autor

“Más que palabras” es el poemario íntimo más reciente de José Molina Melgarejo, publicado por Ediciones Rilke en 20251. Melgarejo (Granada, 1956) es una figura singular en el panorama poético español: con más de cuarenta años de experiencia en el mundo editorial como redactor, editor y corrector, aporta a su escritura una sensibilidad técnica y una comprensión profunda del oficio literario. Miembro de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios y colaborador de la revista Entreletras, su obra poética incluye títulos como El delirio de la palabra, Del amor y otras locuras y Paisaje interior.

Resumen Breve

Más que palabras es un poemario que explora los territorios más íntimos de la experiencia humana a través de 37 composiciones organizadas en una progresión emocional y temática. La obra comienza con una reflexión metapoética sobre el acto de escribir y evoluciona hacia la exploración de la soledad, el compromiso social, el amor maduro y la búsqueda existencial. El autor dedica la obra “a aquellos que no creen que detrás de la oscuridad pueda asomarse un destello de luz”, estableciendo desde el inicio un diálogo entre desesperanza y esperanza que atraviesa todo el poemario.

Análisis de Elementos Literarios

Estructura y Desarrollo Temático

La arquitectura del poemario revela una construcción meditada que va de lo universal a lo íntimo, de la reflexión sobre la palabra poética a la confesión personal. Esta progresión no es arbitraria: Molina Melgarejo estructura su obra como un viaje emocional que permite al lector adentrarse gradualmente en capas cada vez más profundas de significado.

Estilo y Lenguaje

El estilo de Melgarejo se caracteriza por una autenticidad emocional que esquiva tanto el sentimentalismo fácil como la frialdad intelectual. Su lenguaje combina la precisión técnica —fruto de su experiencia editorial— con una espontaneidad expresiva que resulta genuina. Utiliza predominantemente el verso libre, pero con un control rítmico que evidencia su dominio de las formas métricas tradicionales.

Las metáforas sensoriales constituyen uno de sus recursos más logrados: “Me bebo las palabras que emanan a borbotones del manantial invisible que anega mi cuerpo”. Aquí transforma el acto de escribir en una experiencia física, casi visceral, que conecta con la tradición de poetas como Juan Ramón Jiménez pero con una intensidad contemporánea.

Técnicas Innovadoras

Molina Melgarejo emplea técnicas que acercan efectivamente la poesía al lector contemporáneo:

Diálogos poéticos: En composiciones como “Cara a cara” introduce una estructura dramática poco común en la lírica actual1. Este recurso dinamiza la lectura y humaniza la experiencia poética:

“¿Me odias o me amas? / ¿Qué te hace dudar? / El gemido profundo de tus ojos cuando me miran”1

Anáforas contemporáneas: El uso de la anáfora en “Invisible” (“Me haría invisible, que nadie pudiera…”) o en “Unos y otros” (“Hay quienes…”) crea efectos hipnóticos que refuerzan el contenido emocional1.

Alternancia rítmica: La variación entre poemas extensos y breves (como el trístico “Pasiones”) genera un ritmo de lectura que imita la respiración emocional.

Ambientación

El espacio poético de Melgarejo es predominantemente interior —la “alacena” del alma, los “laberintos de la mente”— pero se expande hacia escenarios sociales y universales. Esta amplitud espacial permite que lo íntimo dialogue con lo colectivo sin forzar conexiones artificiales.

Interpretación y Juicio Crítico

Interpretación

El poemario funciona como una declaración de principios sobre el papel de la poesía en el siglo XXI1. La “Declaración de intenciones” inicial no es meramente programática: establece que la poesía debe ser “más que palabras”, debe ser “un bramido de pasión, una ráfaga de emoción contenida”. Esta concepción conecta con la tradición romántica pero la actualiza con una conciencia social contemporánea.

El simbolismo del agua (que aparece como caos en “Maldita pesadilla” y como purificación en los poemas amorosos) sugiere una visión cíclica de la experiencia humana donde destrucción y regeneración coexisten.

Juicio Crítico

La originalidad de Melgarejo radica no en la innovación formal radical, sino en su capacidad para revitalizar formas conocidas con contenido auténtico. Su poesía posee esa cualidad esquiva que podríamos llamar “necesidad”: surge de una urgencia expresiva genuina, no de un mero ejercicio estético.

La coherencia del poemario es notable: cada poema contribuye a un todo significativo sin perder autonomía. El impacto emocional se construye progresivamente, evitando tanto la grandilocuencia como la trivialidad.

Contexto Histórico y Cultural

Más que palabras se inscribe en un momento de la poesía española contemporánea marcado por la búsqueda de autenticidad tras décadas de experimentación formal. La obra responde a esa necesidad identificada por críticos actuales de reconectar la poesía con la experiencia vital sin renunciar a la calidad estética.

La dedicatoria a las víctimas de la DANA de Valencia (2024) sitúa el poemario en la actualidad inmediata, mostrando cómo la poesía puede responder a la urgencia del presente sin caer en el mero testimonio periodístico.

Comparación con Otras Obras

Conexión con la Tradición del Siglo XX

Melgarejo dialoga productivamente con varias tradiciones poéticas del siglo XX:

Con la Generación del 27: Comparte el uso de metáforas sensoriales y la personificación de abstracciones, como se ve en versos como “Las palabras me delatan, me suplican que confiese”. Sin embargo, evita el hermetismo vanguardista manteniendo la comunicabilidad.

Con la poesía social de los 50: Los poemas como “Otras guerras” y “Sentir” evocan el compromiso de poetas como Gabriel Celaya o Blas de Otero, pero con una sofisticación formal mayor.

Con el intimismo de Juan Ramón Jiménez: La reflexión metapoética y la búsqueda de la palabra exacta conectan con el maestro moguereño, aunque Melgarejo incorpora una dimensión social ausente en Juan Ramón.

Distancia de las Vanguardias Contemporáneas

A diferencia de los novísimos de los años 70, Melgarejo no busca la ruptura radical ni el experimentalismo por sí mismo. Su propuesta es más cercana a la “poesía de la experiencia” de los 80, pero con mayor peso en lo social y existencial.

Opinión Personal

Más que palabras es un poemario maduro que logra algo difícil en la poesía contemporánea: ser profundamente personal sin caer en el narcisismo, socialmente comprometido sin convertirse en panfleto, y formalmente cuidado sin resultar frío.

La autenticidad emocional del autor se percibe en cada verso, especialmente en poemas como “Tiempo perdido” o en la dedicatoria final a los hijos1. Esta sinceridad, combinada con un dominio técnico evidente, produce una poesía que cumple su promesa de ser “más que palabras”.

Recomendación: Recomiendo esta obra especialmente a lectores que buscan poesía accesible pero no simplista, que valoren la honestidad emocional y el compromiso social. Es ideal para quienes se han alejado de la poesía por considerarla hermética o elitista: Melgarejo demuestra que se puede ser profundo sin ser oscuro.

Conclusión

Más que palabras confirma que la poesía española contemporánea puede mantener su relevancia cultural sin renunciar a la excelencia estética. José Molina Melgarejo ha logrado un equilibrio difícil entre tradición e innovación, entre lo personal y lo universal, entre la palabra bella y la palabra necesaria.

En el panorama actual de la poesía española, donde conviven múltiples tendencias sin hegemonías claras, este poemario se sitúa en una línea de continuidad constructiva: respeta la tradición, la renueva con sensibilidad contemporánea y la proyecta hacia el futuro con honestidad y rigor.

El título cobra pleno sentido al final de la lectura: efectivamente, Molina Melgarejo nos ha ofrecido mucho más que palabras. Nos ha regalado una experiencia poética completa, humana y necesaria.

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Poesía

“Palabras” José Molina Melgarejo del libro Más que palabras.

Palabras
A modo de prólogo inexcusable

Me fluyen las palabras
entre los dedos de las manos,
y se transforman en versos
navegando libres y sueltos
por un océano de tinta
que inunda páginas en blanco.

Arden las palabras
que de mí nacen,
y se funden en tu boca
al escribirlas en un beso
que destila el sabor a miel
que exhalan tus labios.

Me brotan las palabras
sin que yo las llame
para recordarme que vivo,
que simplemente te amo,
que sin ti el tiempo se derrite
en un puñado de suspiros.

Grito palabras a los cuatro vientos
para que alguien las escuche.
Me sobran silencios
para decir lo que deseo.
Me faltan palabras
para no callar lo que siento.

Necesito palabras
que abracen mis penas,
que aquieten mis miedos,
que acudan al rescate
de los temores que me asaltan
cuando la vida me da la espalda.

Me bebo las palabras
que emanan a borbotones
del manantial invisible
que anega mi cuerpo,
de las aguas turbulentas
que empapan mis entrañas.

Me hacen falta palabras
para construir castillos en el aire
y sembrar la tierra de nubes
que inunden de lluvia
los corazones solitarios
que de amor andan yermos.

Me pierdo entre palabras
buscando una puerta de salida
a las tristezas que me ahogan,
a las heridas que me desangran,
a las pesadillas que me desvelan
en noches intempestivas.

Se me clavan las palabras
como dagas de fuego
que me arden por dentro,
como espigas de hielo
que me congelan el alma
cuando una pasión fenece.

Me delatan las palabras,
me suplican que confiese
los pecados que cometo
sin arrepentirme de nada,
los sueños que se desvanecen
con el clarear de la mañana.

Me sofocan las palabras
que no expresan lo que siento,
las que esconden mis lamentos,
las que me desdicen en secreto,
aquellas que me traicionan
al ponerlas por escrito.

Sin palabras no me encuentro,
solo soy una voz callada
que arde en deseos de amar,
de declararme en rebeldía,
de querer transitar por la vida
con más premura que sosiego.

José Molina Melgarejo – “Más que palabras”

https://poesiaerestu.com/revista/wp-content/uploads/2025/06/Poema-Palabras.mp3

El verbo hecho carne en la intimidad del poeta

En este poema-manifiesto que abre las compuertas del alma, José Molina Melgarejo nos entrega la clave de su universo poético: la palabra como sustancia vital, como sangre que irriga cada verso de su poemario íntimo. Aquí no estamos ante un simple ejercicio retórico, sino ante la confesión desnuda de un poeta que entiende su oficio como una urgencia existencial, una necesidad tan primaria como respirar.

La palabra en Molina Melgarejo adquiere dimensiones casi místicas, se transmuta en elementos líquidos que “fluyen entre los dedos”, se tornan océano de tinta, manantial invisible, aguas turbulentas que empapan las entrañas. Esta hidromorfización del lenguaje revela una concepción orgánica de la poesía, donde el verso no es artificio sino emanación natural del ser. El granadino construye un cosmos donde las palabras poseen vida propia: arden, se funden, brotan, gritan, abrazan, se clavan. Esta personificación constante evidencia la relación visceral que el poeta mantiene con su instrumento de trabajo.

Pero es en la paradoja donde Molina Melgarejo alcanza su mayor profundidad poética: “Me sobran silencios para decir lo que deseo. Me faltan palabras para no callar lo que siento”. Esta contradicción aparente revela la tragedia fundamental del poeta: la insuficiencia del lenguaje frente a la inmensidad del sentimiento. Las palabras, que deberían ser aliadas, se convierten en traidoras que “delatan” y “sofocan”, que “no expresan lo que siento”.

La metáfora del amor permea todo el poema, transformando la creación poética en acto amoroso: las palabras “se funden en tu boca al escribirlas en un beso que destila el sabor a miel”. El erotismo del lenguaje se hace explícito, la escritura deviene caricia, el verso se humaniza hasta convertirse en piel que se acaricia. Esta erotización del acto creativo conecta con la tradición mística española, donde el éxtasis religioso y el amoroso se confunden en una sola experiencia trascendente.

El poeta granadino, con más de cuarenta años de experiencia en el mundo editorial, demuestra en este texto programático su madurez literaria. No hay aquí exhibicionismo formal ni fuegos artificiales retóricos, sino la honestidad despojada de quien ha comprendido que la poesía auténtica nace del desgarro, de la necesidad imperiosa de nombrar lo innombrable. Las palabras son su medicina y su veneno, su salvación y su condena, y en esa dualidad trágica reside la grandeza de un poeta que convierte su vulnerabilidad en fortaleza expresiva.

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