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diciembre 23 2016

Julia Valiente Garrido: “La poesía muchas veces se construye con irrealidades en nuestro haber”

admin Entrevistas, Libros, Noticias

 

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La poesía muchas veces se construye con irrealidades en nuestro haber, o, en ocasiones, se construye meramente con el préstamo de conceptos y hechos ajenos, o, desde lo que Jung llamaba “el inconsciente colectivo”

P.-Guirnaldas de versos y otros sucesos es tu primer libro de poesía. ¿Por qué ese título?

R.- La expresión “guirnaldas de versos” proviene de mi disposición, deseo e intento por expresar de forma simpática y colorida lo que siento en estado de enamoramiento. Creo que nos sucede a todos; cuando algo tan grato y hermoso nos inunda, aflora una suerte de imaginación en nosotros cargada de positivismo. Parece que a uno se le ensanchara algo dentro donde se empezara a producir un festejo lleno de coloridos fuegos artificiales y se cultivaran de forma espontánea exóticas plantas, animadas a reproducirse y salir por los poros en forma de bonitos hechos y palabras.

Los “sucesos” son esa otra parte que no es tan colorida, es, válgame la redundancia, una crónica de sucesos. Esos otros acontecimientos que te llevan a otro lugar distinto desde el que se contemplan otra suerte de menesteres o el otro lado de la luna que antes veías brillar. Un lugar desde el que, sin llegar a dejar mustias las flores que llevamos dentro, producen cuanto menos una parada en su crecimiento para dejar lugar a la expresión de preocupaciones, decepciones, reflexiones que tienen que ver con otra puesta en escena, a saber, la de la sombra que potencialmente tenemos dentro. Y, a veces sí, a veces alguna de las flores que llevamos dentro se pone mustia y comienza el duelo, en el que a veces es inevitable, e incluso necesario, sacar los escombros fuera, con todo lo que esto conlleva.

P.-¿Desde cuándo llevas escribiendo poesía? ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir Guirnaldas de Versos?

Bueno, aquí está curioso el tema, la poesía ha ido y venido a lo largo de mi vida sin nunca abandonarme, ni yo a ella, del todo. Mi primer poema lo escribí con 13 años, cuando el primer revuelo hormonal empezó a suscitar en mí nuevas emociones a las que necesitaba dar salida. Nunca he sido una gran oradora, así es que, cuando sentía cosas que no sabía muy bien cómo expresar ante otras personas, lo hacía sobre el papel y de esa forma aprendí a dar salida a cierta convulsión que a mi aparato fonético le sabía tan fuerte y potente que no se atrevía a pronunciar, o para la que no encontraba palabras debido, precisamente, a esa carga emocional que arrastraban. Parecía que cuando esas emociones se acercaban a las cuerdas vocales, tenían tal vibración, que me quebraría si las pronunciaba.

No fue hasta los 19 años que empecé a guardar mis poemas, fue un amigo, al que di a leer algunos, quien me dijo “esto tienes que guardarlo bien, algún día lo publicarás” y le hice caso. Tengo mucho que agradecer a varias personas que siempre han estado pendientes de no dejarme olvidar que escribir poesía forma parte de mí.

Nubes bajas, Laberinto, Cálidas sendas, Abuelo, y muchos más forman parte del registro de aquélla época. Por eso no puedo decir cuánto tiempo me ha llevado escribir Guirnaldas y sucesos, ahí hay florituras y fornituras de distintas épocas de mi vida, hay una parte del libro que pertenece diríamos al período de mis 19 a 23 años, otra parte a los dos últimos años de mi vida y está salpimentado con algunos poemas de la época intermedia entre esos lapsos de tiempo.

P.-En tu poema Poetas dices: “corredores de fondo / de la palabra; / con un par de versos / la verdad abraza, / o un recuerdo, / una inconfundible nostalgia, / un deseo, un gesto, / una caricia, una falacia.” ¿Cuáles son tus poetas favoritos?

R.- Esa sí que es una pregunta difícil. Creo que cada autor cumple un cometido diferente a lo largo o en determinados momentos de la misma. Bécquer, por ejemplo, fue para mí el autor que colmó mi necesidad de dar palabras a los sentimientos que fluían en mis primeros enamoramientos; sin embargo, el Siglo de Oro vino a provocar mi asombro y fascinación por su grandeza. Decir que quedé “boquiabierta” al leer dichos autores es decir poca cosa de lo que me hicieron y hacen aún sentir tales lecturas. Luego hay autores contemporáneos, como Benedetti que siempre es bueno leer para que te salga decir “qué bonito, qué bonito”; o leer a Galeano, que es leer a alguien que sabía dar a problemas sociales actuales la cadencia merecida. Cuando quiero sobrepasar un miedo, tiro de los versos de Espronceda que aprendí en la escuela, ya sabes, “¿Qué es la vida? por pérdida ya la di…” y así sonrío y digo “¿quién dijo miedo?” Y, bueno, ya paro, porque podría estar aquí hablando largo y tendido de lo maravilloso de la experiencia poética en todos sus niveles; como experiencia estética, como ayuda a la expresión y a la reflexión, etc.

P.-Muchos de tus poemas invitan a reflexionar al lector sobre la sociedad, el amor, el paso del tiempo, la muerte. ¿Es la poesía aparte de una manera de hacer arte, un medio de comunicación por el que trasmitir nuestras inquietudes?

R.- Por supuesto. Es un medio de comunicar no sólo lo que se siente, sino también, al menos para mí, un ejercicio de imaginación y fantasía, en el que si te atreves y lo haces, al dejarte llevar por un estímulo real inicial, empiezas a recorrer toda una suerte de asociaciones que ni siquiera sabías que, de hecho, hacías al tener dichos temas en mente. A veces, esas asociaciones no son ni siquiera propias. Así, aprovecho el material de conocimiento que de otros obtengo, intento recorrer caminos que no son míos, caminos que he visto recorrer a otros en determinadas situaciones, intento meterme en esa piel y recorro los parajes que esa persona me contó haber transitado. Podría decirse que robo sus vidas. ¡Qué poca vergüenza la mía!, ¿no? Bueno, espero que no piensen así. En realidad, se trata de un juego empático de recuerdo e intento de comprensión del otro. Por eso puedo decir que mi poesía soy yo, pero no sólo yo, también es ponerle mi voz a lo que los demás me ceden y conceden, y espero no olvidarme nunca de estarles eternamente agradecida por esos gestos de generosidad que tengo el placer de vivir. Gracias. Aprovecho para decir que “Laberinto”, que es un poema que perturba mucho a quien lo lee, lo escribí al salir de la primera clase de psicología en la que se nos explicó el Psicoanálisis. Como veis, la poesía muchas veces se construye con irrealidades en nuestro haber, o, en ocasiones, se construye meramente con el préstamo de conceptos y hechos ajenos, o, desde lo que Jung llamaba “el inconsciente colectivo”. Parte de esto se lo debo al teatro. En el aprendizaje de su desarrollo, me enseñaron que hasta el simple tropiezo de una paloma, puede convertirse en experiencia estética.

P.-El amor en la poesía es un tema muy difícil de tratar, en tu Guirnaldas de versos y otros sucesos aparece de manera indirecta a modo a veces de diálogo con el ser amado. ¿Es el amor el motor fundamental de la poesía? ¿Cómo entiendes el amor? ¿Los poetas expresan en la poesía lo que, quizás, no se atreven a decir al “ser amado”?

R.- El amor es motor fundamental de vida, no diré de la vida, pero sí de vida, Creo que es un motor que insufla energía a la persona que lo siente; energía para llevar a cabo en la vida toda suerte de expectativas; energía para las luchas que éstas conllevan; y no me refiero a propósitos competitivos, me refiero a la capacidad de adentrarte en cualquier campo de la vida con más energía. Es un sentimiento maravilloso para el que nunca nos cansamos de buscar palabras que lo expresen, porque tiene la capacidad de llenarlo todo, de hacerte ver un acantilado como algo más que un corte escarpado de la tierra. Esa es su magia.

Respondiendo a la última pregunta, sí, a veces los poemas quedan guardados en el cajón, sin ser entregados al ser amado, por distintas y temerosas causas, a veces porque, no me cansaré de decirlo hay mucha imaginación y fantasía, es decir, que no sólo está la verdad y nada más que la verdad: también está el mundo de lo posible.

Otras veces, se entregan como el regalito más bonito que se te ocurre entregarle, como cierta artesanía hecha con tus propias manos que has conseguido llevar a cabo para decirle que le quieres, y lo entregas con tal alegría e ilusión, que parece acabaras de conseguir hacer tu primera manualidad del día de la madre o el padre en el cole, te recorre tal emoción que parece como si acabaras de aprender a andar. Esa sensación no tiene precio, sobre todo cuando ves la sonrisa del otro al leerlo… no tiene precio.

P.-¿Habrá una continuidad de Guirnaldas de versos y otros sucesos en un segundo libro de poesía?

R.- Creo que es algo inevitable, sigo escribiendo y sigo reconociendo la misma manera de hacerlo que predomina en Guirnaldas y sucesos, una manera que tiene que ver con el lugar desde el que me sitúo al dar forma y palabra a mis sentimientos. La mayoría de las veces tiene que ver con contar algo a alguien de forma bonita. A veces siento que estoy rodeando de florecillas una bomba de relojería, pero tengo que hacerlo, es mi bomba de relojería ante un otro, y he de hacerlo. Sabiendo que es una bomba de relojería, no quiero asustar al otro y así, para que vea que no es peligroso, muestro que mis bombas pueden transformarse en jarrones llenos de rosas cubiertos de confeti, pero también pueden reventar baldosas. El secreto está en saber quitar el seguro que pone esas bombas en funcionamiento. Rodearlas de flores es mi manera de decir “trata esto con cuidado, es peligroso, porque es delicado, te estoy mostrando la manera de hacerlo, ¿no ves las flores alrededor? Es por eso”. En eso consisten mis poemas de amor. Relatan de forma versada qué ocurrió cada vez que deposité mi bomba de relojería en manos ajenas. Aunque esto último tampoco es cierto del todo, como ya he dicho: cada vez que escribo me subo también a lomos de la fantasía, y pongo en acto mediante palabras todo aquello que quedó como simple potencia. En el próximo libro habrá Guirnaldas y habrá sucesos, por supuesto, bajo otro nombre, pero los habrá.

 

 

 

 

Sandra Tortajada: “Las palabras sólo son plagios de mi realidad” Juan Eladio Palmís: “Todo poeta, al final es un mensaje”.

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Silvia Vaquero: “Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad”

Incendiaria es el nuevo libro de nuestra escritora Silvia Vaquero.

 

P.- El fuego es una constante en algunos de tus títulos de poesía, uno de tus libros se llama Versos de fuego y este se llama Incendiaria. ¿Qué significa el fuego para ti? ¿Qué tiene de diferente y de similar estos dos libros?

 

R.- El fuego es esencial para calentar los alimentos y para mantenerse a una buena temperatura en invierno, pero también duele, quema, y si no vas con cuidado te puede hacer daño. Veo así mi relación con la persona a la que le dedico el libro, Carlos Cuevas Sisó. Es un romance muy apasionado, pero, a veces, doloroso. Como el fuego. Y, además, en octubre de 2017 hubo un incendio en Galicia que a los dos nos marcó. La diferencia es que creo que en este libro mi escritura es más madura, noto una evolución, y también he apostado por poner más poemas en catalán, y de similar tienen que ambos son muy atrevidos.

 

P.- ¿Por qué el título de Incendiaria? ¿Te han llamado alguna vez incendiaria?

 

R.- Porque soy muy así. Sí, y también me han llamado intensa y apasionada. Tengo un stellium en escorpio. Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad. Y la verdad es que toda mi relación con Carlos ha sido incendiaria desde el primer momento.

 

P.- Incendiaria está entre el amor y el erotismo. ¿Crees que están relacionados estos dos conceptos?

 

R.- Sí. Yo respeto a aquellos que los conciben por separado. Lo respeto, pero no lo comparto. Para mí van unidos. Sin amor no hay erotismo y sin erotismo no hay amor. No podría tener relaciones vacías de sentimiento, solo por sexo. Y no podría estar enamorada de alguien que no me atrae. Tienen que estar las dos a la vez.

 

P.-En Incendiaria tienes poemas en castellano y en catalán. ¿Con cuál de las dos lenguas te sientes más a gusto con tu escritura? ¿Cada poema te pide un idioma?

 

R.- En castellano me veo más suelta porque es mi lengua materna. En catalán a veces me quedo: ¿qué? ¿No se dice que “olores bé”? ¿No se dice que una cosa t’apreta? Y no, no se dice “hueles bien” porque es “fas bona olor” y no se dice “t’apreta” porque es “t’estreny” … Pero sí, cada poema me pide un idioma. Puedo escribir “l’incendi” y decir “il·lusió”, y me encanta el uso de la ele apóstrofo y de la ele geminada. Me ha gustado combinar los dos. Soy bilingüe. Con mi padre siempre he hablado y hablo en catalán. Es divertido jugar con las dos lenguas, y las dos tienen palabras y letras cargadas de sensualidad.

 

P.- Pasión es quizás la palabra que mejor define tu libro Incendiaria. ¿Pones pasión en todo lo que haces? ¿Por qué es tan importante la pasión en tu poesía?

 

R.- Sí, y seguramente haré más poemarios en los que fuego tendrá un papel importante porque está muy presente en mi vida. Pongo pasión en todo lo que hago, sobre todo si lo que hago es escribir poesía. Cada día escribo un poema. La pasión es muy importante en mi poesía porque así lo es en mi vida, y la poesía no deja de ser un reflejo de mi vida. Y a mí todo o me encanta al nivel de obsesionarme o lo detesto. No me quedo a medias tintas. No soy fría porque no me sale. Va en mi naturaleza. Me nace siempre arder.

 

P.- Incendiaria es tu sexto libro de poesía. Una trayectoria ya larga para una joven poeta. ¿Qué significado tiene para ti la poesía?

 

R.- Sí. Me decían el otro día que había publicado mucho para lo joven que soy. Y pensé en todos los poetas que murieron a los treinta años como Rimbaud, John Keats, Sylvia Plath… Todos ellos con libros de poesía increíbles a sus espaldas. Hay que aprovechar el tiempo. No sabemos cuándo nos vamos a morir. Seis libros tampoco son tantos, espero escribir muchos más y vivir mucho. La poesía para mí significa expresar lo que siento yendo a la esencia de lo que siento y utilizando un lenguaje desnudo para mostrarlo. En la prosa veo que tengo que entretenerme en definiciones, en describir, en el clima, en la atmósfera, escenificar, resumir, cada escena es en un espacio diferente… Y en la poesía vas al núcleo de tu emoción y punto, sin más.

INCENDIARIA
INCENDIARIA

- book1 1 300x284 -Título: INCENDIARIA

Autor: SILVIA VAQUERO

 

 

Año de Publicación: 2023

 

Editorial: Poesía eres tú

http://www.poesiaerestu.com

 

ISBN-13: 978-84-18893-54-4

 

 

PVP: 15 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 134

 

 

 

 

 

RESEÑA:

 

Incendiaria es un poemario que te quema en las manos. Verso a verso las llamas te envuelven.

Es un libro de poesía pasional fruto del enamoramiento intenso de la poeta.

El primer amor, el despertar sexual, ardor, sentimientos a flor de piel, erotismo, sensibilidad y emociones desnudas rezuman de este libro de pura poesía honesta, descarnada y libre de artificios. El corazón de la autora abierto, latiendo sin control. En definitiva: fuego.

Entrevistas

Francisco Delgado-Iribarren: “La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza”

Francisco Delgado-Iribarren Cruz es el autor de El pescador de haikus, su segundo libro de haikus tras El cazador de haikus.

 

P.- ¿Es El pescador Haikus la segunda parte de El cazador de haikus?

R.- Sí. Como suelo decir, son hermanos. Isabel Ramos escribe en el prólogo que son hermanos mellizos, que no gemelos, mientras que yo escribo en la solapa que El cazador es el hermano mayor de El pescador. De lo que no cabe duda es de que son hermanos de un mismo padre, que soy yo, el autor, y de una misma madre, que es la musa de los haikus.

 

P.- ¿Por qué esta segunda entrega?

R.- Mi romance con la musa de los haikus fue muy fructífero, hasta el punto que entre los dos concebimos unos trescientos de ellos. Pensé que cien era la dosis adecuada para cada libro. Eso significa que aún tengo más de cien posibles haikus inéditos en mi ordenador. Son algo así como los óvulos guardados en el congelador, para más adelante, quizá.

 

P.- El pescador de haikus tiene su origen en África, ¿qué relación tiene con este continente y como lo escribiste (durante tu viaje, después del viaje)?

R.- Un buen número de los haikus están escritos en África, como ya sucede en El cazador. En concreto, en la costa keniana, adonde me han llevado el amor y la literatura. Mombasa ha sido una ciudad de poetas durante siglos, al menos eso dice la Lonely Planet, y yo tenía que sumarme a su nómina. En Mombasa me casé mientras concebía este libro y en Lamu, otro enclave suajili de Kenia, viví mi luna de miel, reflejada en los últimos cinco haikus.

Pero también hay haikus escritos en Madrid, Valencia, Benicasim, en un tren o en un avión. Lo bueno de los haikus es que se pueden escribir en un periquete; incluso aunque no tengas un cuaderno a mano (que yo lo suelo tener), es muy fácil retenerlos en la memoria.

Fue a mi vuelta a España cuando hice la selección y ordenación definitivas.

 

P.- En El pesador de haikus aparecen muchos elementos de la naturaleza que se repiten en tus poemas: Luna, noche, playa, mar. ¿La naturaleza te inspira a escribir?

R.- Muchísimo. La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza… las necesarias para escribir haikus. Hay que tener en cuenta que, originalmente, los haikus japoneses pretenden la plasmación de una imagen o suceso de la naturaleza. Además, la naturaleza me ayuda a conectar con la espiritualidad, con mi conciencia profunda.

Particularmente, el mar, la playa, la noche y la luna me inspiran de manera especial. Me pasa como a Serrat, que nací en el Mediterráneo. Aunque yo en Valencia, no en Barcelona. Nací en la calle Manuel Candela, a dos kilómetros del mar. Yo también tengo alma de marinero y algunas otras de las características que canta Serrat en Mediterráneo.

 

P.- Hay una historia de amor o de desamor en El pescador de haikus que conduce a la soledad del poeta. ¿Cómo es ese proceso que inspira al poeta?

R.- Tanto en El cazador como en El pescador se mezclan haikus de amor y desamor, junto con otros sentimientos. Los haikus hablan de distintas personas que están en mi corazón y me producen sentimientos diversos. Yo siempre he pensado, como luego escuché decir a Borges, que un artista es alguien que transforma su experiencia en arte. Cuando cogí el truco a los haikus, de forma natural empleé esta forma métrica para dar salida a mucho de lo que tenía por expresar. Esto hace que pueda estar escribiendo en el mismo poemario sobre un amor del presente y un desamor del pasado.

 

P.- Me resulta inevitable preguntar si estás trabajando en otro libro o hay una pausa tras El pescador haikus.

R.- Llevo tiempo trabajando en una novela… Pero ya se sabe que las novelas llevan su tiempo. En cuanto a poesía, sigo escribiendo poemas con métrica y con rima, y ya vislumbro un poemario solo de amor, sin ninguna canción desesperada.

EL PESCADOR DE HAIKUS
EL PESCADOR DE HAIKUS

EL PESCADOR DE HAIKUS

- book1 -Título: EL PESCADOR DE HAIKUS

 

Autor: FRANCISCO DELGADO-IRIBARREN CRUZ

https://nuestrosescritores.com/franciscodelgado-iribarrencruz/

 

Año de Publicación: 2022

Colección: Poesía

 

ISBN-13: 978-84-18566-31-8

 

Editorial: Rilke

http://edicionesrilke.com

 

PVP: 12 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 114

 

 

 

RESEÑA:

 

El pescador es hermano mellizo, que no gemelo, de El cazador, y sigue su estela de estrofas potentes y evocadoras. Francisco es observador y sensible, de ahí sus haikus precisos y elegantes. Es un poeta del desamor que busca el amor perfecto sin quimeras, y va a encontrarlo en África… En medio del amor que inunda el poemario, emergen también sus desvelos, el pesar por el dolor ajeno, la conciencia del paso del tiempo… (Prólogo de Isabel Ramos)

Entrevistas, Noticias

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Como todos los años la Asociación de editores de poesía (A.E.P.) emite un listado de libros recomendados para su lectura. Son libros que conviene leer porque son una selección de los editores. Es una ocasión única para estar en la actualidad de la poesía.

- LibroRecomendado2022 scaled -

 

- 1 -

1.- Vivir ante todo, de Miguel Galanes

Ed. Vitruvio

9788412587463

20 €

- 2 -

2. Al borde, de José Corredor-Matheos

Ed. Tusquets

9788411071819

15 €

- 3 -

3. Un año y tres meses, de Luis García Montero.

Ed. Tusquets

9788411071475

16,90 €

- 4 -

4. 25-33, de Santiago López Navia

Ed. Visor

9788498954678

12 €

- 5 -

5. Tierra llana, de Francisco J. Castañón

Ed. Vitruvio

9788412587401

15 €

- 6 -

6. Cuaderno de septiembre, de Juan Gabriel Vázquez

Ed. Visor

9788498954739

12 €

- 7 -

7. Lujurias y Apocalipsis, de Luis Antonio de Villena

Ed. Visor

9788498954708

12 €

- 8 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

9. La trama del cielo, de José Félix Olalla

Ed. Vitruvio

9788412529623
11,98 €

- 10 -

10. Clamor en la memoria, de Dionisia García

Ed. Renacimiento

9788419231871

15,90 €

- 11 -

11. La cárcel del silencio, de Alberto Lendinez

Ed. Rilke

9788418566295

12 €

- 12 -

12. Égloga del Órbigo y otros poemas, de Jose Carlos Turrado

Editorial Poesía eres tú

9788418893377

12 €

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