Club de Poesía
mayo 21 2011

Juan Planas: “Lo fundamental del poema es que abra interrogantes en el lector”

admin

Entrevista: Alberto Gómez Vaquero

Juan Planas es uno de los pocos poetas actuales que tiene una voz no sólo singular, sino innovadora. Su forma de componer poemas es reconocible y además se adecua muy poco a los estándares de lo que conocemos por poesía contemporánea, tanto en los temas como en su representación. Con “Los lugares del sitio”, el poeta, ganador del último premio de la Asociación de Editores de Poesía, se asoma a los paisajes que configuran su particular asedio.

 

1- En nuestra última entrevista, tras el premio de la Asociación de Editores de Poesía a “Tratado de las cosas sin nombre”, me decías que esperabas encontrar “otras vías alternativas de búsqueda de conocimiento” en tu próximo libro. Y también que en cierto modo dabas por cerrado el período poético que habían supuesto tus tres últimos libros. Ahora, con “Los lugares del sitio” ya en la calle, ¿Crees que tu intuición se ha cumplido? ¿Abres una nueva etapa con este libro? ¿Has dado con otras vías de conocimiento?

 

 

Hola, Alberto. Empecé a escribir «Los Lugares del Sitio» antes de haber concebido, siquiera, la génesis de «Tratado de las cosas sin nombre». No obstante, lo dejé varado un par de años porque me faltaba, quizás, el valor suficiente para aplicar algunos recursos técnicos con todas sus consecuencias y, así, convertir el poema en lo que yo deseaba: en una translación, lo más exacta posible, del peculiar ritmo del pensamiento -del mío propio, claro-, ese discurso tan dado a los saltos y a las acrobacias en el vacío, a los cambios imprevistos de perspectiva y al soterramiento aparente de la lógica. En este sentido, este libro sí me confirma que había, en efecto, otras vías y que ya estoy en ellas. Presagio un viaje muy largo.

 

 

2- En el epílogo del libro das una explicación del lugar de dónde te han salido estos poemas. Tras leerlo se intuye un poemario que ha salido de muy adentro. Hablas de “los paisajes de un infierno” y en tu blog te referiste a él como el libro “más sombrío y desolador que he escrito hasta la fecha”. ¿Estamos, pues, ante un libro oscuro?

 

 

Bueno, no hay mejor lugar que la oscuridad para apreciar el enorme valor relativo de la luz. Con todo, y creo que ya hablamos de ese tema anteriormente, no acabo de distinguir con claridad ni, por supuesto, con certeza, entre adentro y afuera. Desde siempre, me han parecido el mismo lugar, aunque a veces nos guste muchísimo perdernos en esa dialéctica de los opuestos y hasta de los complementarios… Como digo en mi libro: «Estamos donde siempre y el lugar es incierto». No sé mucho más, la verdad…

 

 

3- Nuestra impresión al leerlo ha sido la de estar ante un libro, no sólo oscuro, sino también pesimista. Hablas de un ser humano que no evoluciona en lo esencial (en tu poemario pasado, presente y futuro se funden porque el hombre apenas ha cambiado en lo esencial y en los problemas que tiene que enfrentar: “No iremos mucho más lejos que nuestros ancestros/ ni escaparemos al vaivén de los días” o “No somos nadie. O sí. Somos Ulises/ burlando a Polifemo. Los orgullosos descendientes/ de una tribu en viaje hacia el reino del olvido”.) e incluso hay algunos versos dedicados al escaso alivio o utilidad de la poesía ante los grandes problemas del hombre ¿Un libro pesimista ante el papel del hombre?

 

 

El poema central del libro es «La Ciudad Sitiada». Y luego -o antes- la ciudad se transforma en el cuerpo, en el lenguaje y en cuantos otros elementos podamos ser -o creer ser- en determinados momentos. Aquí el sitio, es decir, el asedio, es el protagonista único del libro y los lugares son su paisaje, la forma que tiene el poema, el artificio del poema, de mostrárnoslo en todo su esplendor y con toda su crudeza. Las referencias temporales son casi nulas -en realidad, son culturales- y el tiempo no aparece, al menos de manera unívoca, como tiempo pasado, presente o futuro, como bien apuntas, sino como la simple constatación de un hecho o de una sensación, más allá de si ocurrió, ocurrirá o está ocurriendo en este preciso instante. No hay, me parece, pesimismo ni optimismo porque tampoco estoy buscándole salidas al asedio… El poema no las necesita, o eso creo.

 

 

 

 

4- Uno de los aspectos que si remiten a tu obra anterior es, precisamente, la mezcla de voces no sólo de distintas personas, sino de distintos tiempos, como mezclando pasado, presente e incluso futuro en el poema. Voces que se confunden y que incluso se insinúa que sean de un mismo alma que ha pasado a lo largo de varias etapas históricas(“Me recuerdo en el vientre,/ la luz oblicua,/ el agua turbia./ Toda mi biblioteca ardió hace años/ cuando soñaba con edificar/ un Zigurat de pavesas”). ¿Qué te aporta esta técnica como poeta? ¿Cuál es su propósito?

 

 

El libro mezcla versos largos o, incluso, muy largos, que son la abrumadora mayoría, con algunos otros versos mucho más concisos y breves, como los que citas. Así, algunas avalanchas de imágenes acaban desembocando en espacios casi desnudos de palabras y repletos de silencio… Se trata de intentar convertir el poema en una rigurosa réplica, lo más exacta posible, del devenir del pensamiento. Que el discurso del poema sea, también, el del pensamiento. Algo así como la prueba de su existencia… a la vez, que su resultado. En fin, esa es, más o menos, la idea, que aunque pueda, tal vez, sonar un poco presuntuosa, no quiere serlo. En absoluto. ¡Te lo aseguro! (risas).

 

 

5- Donde sí que hemos notado cierto cambio es en la presencia, esparcida a lo largo de las diversas partes del libro, de temas más sociales, o quizás, por decirlo mejor, de una preocupación más clara por el papel del hombre actual en la sociedad (incluso enunciada de una forma más cristalina)

 

 

¿Te parece? No lo sé, la verdad. Lo fundamental del poema es que abra interrogantes en el lector, incluso allí donde no recuerdo haber pretendido, de manera voluntaria o consciente, abrirlos. Afortunadamente, el poema nunca se agota en lo que hizo o dejó de hacer su autor. Tiene una vida propia que hay que respetar y a la que sólo cabe desearle el mejor de los viajes.

 

 

6- Un sello muy característico tuyo y que sigue presente en esta obra es la del libro como poema unitario, aunque en este caso nos encontramos con subdivisiones, tenemos la sensación de que, en esencia, todas esas partes sirven para componer un gran poema único que es el libro.

 

 

Cierto, sí. En realidad, hace tiempo que dejaron de interesarme -es sólo un por decir, una voluntaria exageración, claro- los libros de poemas sucesivos, cada uno con su título propio y su pequeña o gran entidad individual. No, prefiero el poema río, aunque siempre, por razones de estructura y, también, de paginación, acabe troceándolos un algo… un algo más de lo que quisiera, lo admito.

 

 

7- Por último, en las estrofas que cierran el libro se muestra, pese a todo, pese a ese pesimismo, cierto ansia por seguir adelante, como persona y como poeta (o quizás en tu caso ambas cosas son indisolubles): “No creo que la muerte se quede entre nosotros./ Otras ciudades y otros cuerpos nos aguardan…”

 

 

Creo que esa parte es, simplemente, un cántico a modo de despedida… Una especie de mantra final. Me parece que el lugar invita a ello. Hay una hoguera que arde y un corro de tribus alrededor. Nada más lógico que acaben cantando algo esperanzador, pero no mucho ni tampoco demasiado, para aliviar su estado de ánimo y perseverar en su decrepitud. ¿Por qué no? ¿Qué es la poesía sino un canto? Pues eso. Hay que seguir cantando, pese a todo.

 

 

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Premio de la Asociación de Editores de Poesía

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Silvia Vaquero: “Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad”

Incendiaria es el nuevo libro de nuestra escritora Silvia Vaquero.

 

P.- El fuego es una constante en algunos de tus títulos de poesía, uno de tus libros se llama Versos de fuego y este se llama Incendiaria. ¿Qué significa el fuego para ti? ¿Qué tiene de diferente y de similar estos dos libros?

 

R.- El fuego es esencial para calentar los alimentos y para mantenerse a una buena temperatura en invierno, pero también duele, quema, y si no vas con cuidado te puede hacer daño. Veo así mi relación con la persona a la que le dedico el libro, Carlos Cuevas Sisó. Es un romance muy apasionado, pero, a veces, doloroso. Como el fuego. Y, además, en octubre de 2017 hubo un incendio en Galicia que a los dos nos marcó. La diferencia es que creo que en este libro mi escritura es más madura, noto una evolución, y también he apostado por poner más poemas en catalán, y de similar tienen que ambos son muy atrevidos.

 

P.- ¿Por qué el título de Incendiaria? ¿Te han llamado alguna vez incendiaria?

 

R.- Porque soy muy así. Sí, y también me han llamado intensa y apasionada. Tengo un stellium en escorpio. Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad. Y la verdad es que toda mi relación con Carlos ha sido incendiaria desde el primer momento.

 

P.- Incendiaria está entre el amor y el erotismo. ¿Crees que están relacionados estos dos conceptos?

 

R.- Sí. Yo respeto a aquellos que los conciben por separado. Lo respeto, pero no lo comparto. Para mí van unidos. Sin amor no hay erotismo y sin erotismo no hay amor. No podría tener relaciones vacías de sentimiento, solo por sexo. Y no podría estar enamorada de alguien que no me atrae. Tienen que estar las dos a la vez.

 

P.-En Incendiaria tienes poemas en castellano y en catalán. ¿Con cuál de las dos lenguas te sientes más a gusto con tu escritura? ¿Cada poema te pide un idioma?

 

R.- En castellano me veo más suelta porque es mi lengua materna. En catalán a veces me quedo: ¿qué? ¿No se dice que “olores bé”? ¿No se dice que una cosa t’apreta? Y no, no se dice “hueles bien” porque es “fas bona olor” y no se dice “t’apreta” porque es “t’estreny” … Pero sí, cada poema me pide un idioma. Puedo escribir “l’incendi” y decir “il·lusió”, y me encanta el uso de la ele apóstrofo y de la ele geminada. Me ha gustado combinar los dos. Soy bilingüe. Con mi padre siempre he hablado y hablo en catalán. Es divertido jugar con las dos lenguas, y las dos tienen palabras y letras cargadas de sensualidad.

 

P.- Pasión es quizás la palabra que mejor define tu libro Incendiaria. ¿Pones pasión en todo lo que haces? ¿Por qué es tan importante la pasión en tu poesía?

 

R.- Sí, y seguramente haré más poemarios en los que fuego tendrá un papel importante porque está muy presente en mi vida. Pongo pasión en todo lo que hago, sobre todo si lo que hago es escribir poesía. Cada día escribo un poema. La pasión es muy importante en mi poesía porque así lo es en mi vida, y la poesía no deja de ser un reflejo de mi vida. Y a mí todo o me encanta al nivel de obsesionarme o lo detesto. No me quedo a medias tintas. No soy fría porque no me sale. Va en mi naturaleza. Me nace siempre arder.

 

P.- Incendiaria es tu sexto libro de poesía. Una trayectoria ya larga para una joven poeta. ¿Qué significado tiene para ti la poesía?

 

R.- Sí. Me decían el otro día que había publicado mucho para lo joven que soy. Y pensé en todos los poetas que murieron a los treinta años como Rimbaud, John Keats, Sylvia Plath… Todos ellos con libros de poesía increíbles a sus espaldas. Hay que aprovechar el tiempo. No sabemos cuándo nos vamos a morir. Seis libros tampoco son tantos, espero escribir muchos más y vivir mucho. La poesía para mí significa expresar lo que siento yendo a la esencia de lo que siento y utilizando un lenguaje desnudo para mostrarlo. En la prosa veo que tengo que entretenerme en definiciones, en describir, en el clima, en la atmósfera, escenificar, resumir, cada escena es en un espacio diferente… Y en la poesía vas al núcleo de tu emoción y punto, sin más.

INCENDIARIA
INCENDIARIA

- book1 1 300x284 -Título: INCENDIARIA

Autor: SILVIA VAQUERO

 

 

Año de Publicación: 2023

 

Editorial: Poesía eres tú

http://www.poesiaerestu.com

 

ISBN-13: 978-84-18893-54-4

 

 

PVP: 15 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 134

 

 

 

 

 

RESEÑA:

 

Incendiaria es un poemario que te quema en las manos. Verso a verso las llamas te envuelven.

Es un libro de poesía pasional fruto del enamoramiento intenso de la poeta.

El primer amor, el despertar sexual, ardor, sentimientos a flor de piel, erotismo, sensibilidad y emociones desnudas rezuman de este libro de pura poesía honesta, descarnada y libre de artificios. El corazón de la autora abierto, latiendo sin control. En definitiva: fuego.

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Francisco Delgado-Iribarren: “La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza”

Francisco Delgado-Iribarren Cruz es el autor de El pescador de haikus, su segundo libro de haikus tras El cazador de haikus.

 

P.- ¿Es El pescador Haikus la segunda parte de El cazador de haikus?

R.- Sí. Como suelo decir, son hermanos. Isabel Ramos escribe en el prólogo que son hermanos mellizos, que no gemelos, mientras que yo escribo en la solapa que El cazador es el hermano mayor de El pescador. De lo que no cabe duda es de que son hermanos de un mismo padre, que soy yo, el autor, y de una misma madre, que es la musa de los haikus.

 

P.- ¿Por qué esta segunda entrega?

R.- Mi romance con la musa de los haikus fue muy fructífero, hasta el punto que entre los dos concebimos unos trescientos de ellos. Pensé que cien era la dosis adecuada para cada libro. Eso significa que aún tengo más de cien posibles haikus inéditos en mi ordenador. Son algo así como los óvulos guardados en el congelador, para más adelante, quizá.

 

P.- El pescador de haikus tiene su origen en África, ¿qué relación tiene con este continente y como lo escribiste (durante tu viaje, después del viaje)?

R.- Un buen número de los haikus están escritos en África, como ya sucede en El cazador. En concreto, en la costa keniana, adonde me han llevado el amor y la literatura. Mombasa ha sido una ciudad de poetas durante siglos, al menos eso dice la Lonely Planet, y yo tenía que sumarme a su nómina. En Mombasa me casé mientras concebía este libro y en Lamu, otro enclave suajili de Kenia, viví mi luna de miel, reflejada en los últimos cinco haikus.

Pero también hay haikus escritos en Madrid, Valencia, Benicasim, en un tren o en un avión. Lo bueno de los haikus es que se pueden escribir en un periquete; incluso aunque no tengas un cuaderno a mano (que yo lo suelo tener), es muy fácil retenerlos en la memoria.

Fue a mi vuelta a España cuando hice la selección y ordenación definitivas.

 

P.- En El pesador de haikus aparecen muchos elementos de la naturaleza que se repiten en tus poemas: Luna, noche, playa, mar. ¿La naturaleza te inspira a escribir?

R.- Muchísimo. La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza… las necesarias para escribir haikus. Hay que tener en cuenta que, originalmente, los haikus japoneses pretenden la plasmación de una imagen o suceso de la naturaleza. Además, la naturaleza me ayuda a conectar con la espiritualidad, con mi conciencia profunda.

Particularmente, el mar, la playa, la noche y la luna me inspiran de manera especial. Me pasa como a Serrat, que nací en el Mediterráneo. Aunque yo en Valencia, no en Barcelona. Nací en la calle Manuel Candela, a dos kilómetros del mar. Yo también tengo alma de marinero y algunas otras de las características que canta Serrat en Mediterráneo.

 

P.- Hay una historia de amor o de desamor en El pescador de haikus que conduce a la soledad del poeta. ¿Cómo es ese proceso que inspira al poeta?

R.- Tanto en El cazador como en El pescador se mezclan haikus de amor y desamor, junto con otros sentimientos. Los haikus hablan de distintas personas que están en mi corazón y me producen sentimientos diversos. Yo siempre he pensado, como luego escuché decir a Borges, que un artista es alguien que transforma su experiencia en arte. Cuando cogí el truco a los haikus, de forma natural empleé esta forma métrica para dar salida a mucho de lo que tenía por expresar. Esto hace que pueda estar escribiendo en el mismo poemario sobre un amor del presente y un desamor del pasado.

 

P.- Me resulta inevitable preguntar si estás trabajando en otro libro o hay una pausa tras El pescador haikus.

R.- Llevo tiempo trabajando en una novela… Pero ya se sabe que las novelas llevan su tiempo. En cuanto a poesía, sigo escribiendo poemas con métrica y con rima, y ya vislumbro un poemario solo de amor, sin ninguna canción desesperada.

EL PESCADOR DE HAIKUS
EL PESCADOR DE HAIKUS

EL PESCADOR DE HAIKUS

- book1 -Título: EL PESCADOR DE HAIKUS

 

Autor: FRANCISCO DELGADO-IRIBARREN CRUZ

https://nuestrosescritores.com/franciscodelgado-iribarrencruz/

 

Año de Publicación: 2022

Colección: Poesía

 

ISBN-13: 978-84-18566-31-8

 

Editorial: Rilke

http://edicionesrilke.com

 

PVP: 12 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 114

 

 

 

RESEÑA:

 

El pescador es hermano mellizo, que no gemelo, de El cazador, y sigue su estela de estrofas potentes y evocadoras. Francisco es observador y sensible, de ahí sus haikus precisos y elegantes. Es un poeta del desamor que busca el amor perfecto sin quimeras, y va a encontrarlo en África… En medio del amor que inunda el poemario, emergen también sus desvelos, el pesar por el dolor ajeno, la conciencia del paso del tiempo… (Prólogo de Isabel Ramos)

Entrevistas, Noticias

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Como todos los años la Asociación de editores de poesía (A.E.P.) emite un listado de libros recomendados para su lectura. Son libros que conviene leer porque son una selección de los editores. Es una ocasión única para estar en la actualidad de la poesía.

- LibroRecomendado2022 scaled -

 

- 1 -

1.- Vivir ante todo, de Miguel Galanes

Ed. Vitruvio

9788412587463

20 €

- 2 -

2. Al borde, de José Corredor-Matheos

Ed. Tusquets

9788411071819

15 €

- 3 -

3. Un año y tres meses, de Luis García Montero.

Ed. Tusquets

9788411071475

16,90 €

- 4 -

4. 25-33, de Santiago López Navia

Ed. Visor

9788498954678

12 €

- 5 -

5. Tierra llana, de Francisco J. Castañón

Ed. Vitruvio

9788412587401

15 €

- 6 -

6. Cuaderno de septiembre, de Juan Gabriel Vázquez

Ed. Visor

9788498954739

12 €

- 7 -

7. Lujurias y Apocalipsis, de Luis Antonio de Villena

Ed. Visor

9788498954708

12 €

- 8 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

9. La trama del cielo, de José Félix Olalla

Ed. Vitruvio

9788412529623
11,98 €

- 10 -

10. Clamor en la memoria, de Dionisia García

Ed. Renacimiento

9788419231871

15,90 €

- 11 -

11. La cárcel del silencio, de Alberto Lendinez

Ed. Rilke

9788418566295

12 €

- 12 -

12. Égloga del Órbigo y otros poemas, de Jose Carlos Turrado

Editorial Poesía eres tú

9788418893377

12 €

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