
CRÍTICA LITERARIA: “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” – La poesía como puente entre lo cotidiano y lo trascendente
Título y Autor
“Y DE REPENTE TODO ES AMOR” es el tercer poemario de Alfonso Becerra Álvarez, publicado en 2025 por Editorial Poesía eres tú. Becerra nació en Mérida en 1981, es natural de Torremejía (Extremadura) y actualmente reside en Madrid. Titulado en actuación y comunicación, su trayectoria poética comenzó durante el confinamiento de 2020 con “En Lavapiés Los Días Son De Poesía” (2021), seguido por “Para ellas Para ellos” (2022), conformando así una trilogía espiritual que culmina con la presente obra.
Resumen Breve
Este poemario, escrito entre 2022 y 2024, constituye un viaje interior donde el autor trasciende la concepción convencional del amor romántico para elevarlo a una dimensión universal. A través de 125 páginas de versos, Becerra dialoga con su entorno (el barrio madrileño de Lavapiés, su tierra natal extremeña), con sus seres queridos (familiares, amigos) y principalmente con lo trascendente, representado frecuentemente como “Dios”, “Amor” o simplemente como presencia vital que permea la existencia cotidiana.
Análisis de Elementos Literarios
Estructura y composición
La obra se articula como una especie de diario poético donde las fechas específicas (“27 DE FEBRERO”, “3 DE DICIEMBRE”) generan un efecto de bitácora espiritual. Esta cronología fragmentaria refuerza la sensación de autenticidad y testimonio vivencial, invitando al lector a acompañar al poeta en sus descubrimientos interiores. La alternancia entre poemas breves y extensos establece un ritmo que refleja los distintos estados anímicos que componen el viaje espiritual descrito.
La estructura no sigue un orden estrictamente cronológico sino una organización basada en resonancias emocionales que sugieren un movimiento en espiral, regresando a los mismos motivos con mayor profundidad cada vez.
Estilo y lenguaje
Becerra opta mayoritariamente por el verso libre, dotado de una musicalidad interna conseguida mediante diversos recursos:
La repetición constituye uno de sus dispositivos estilísticos más característicos, usando anáforas que crean un efecto hipnótico similar a las letanías religiosas. En “ALMA MÍA, VUELVE, VUELVE”, este recurso genera un ritmo envolvente:
“Alma mía, vuelve, vuelve
Gran placer que siento
Dudando en el infierno
Rendido recogimiento
Luz que corre el cuerpo
Alma mía, vuelve, vuelve”
La yuxtaposición de contrarios aparece constantemente, reflejando la naturaleza paradójica de la experiencia espiritual: “Es tan grande el dolor interno / que a mis noches les falta aliento”. Este recurso conecta la obra con la tradición de la poesía mística española, particularmente con San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
El poeta emplea un lenguaje directo, carente de hermetismo, pero no por ello falto de profundidad. En un panorama poético contemporáneo que a menudo privilegia la experimentación formal o la densidad conceptual, Becerra apuesta por una expresión accesible que no renuncia a la hondura emocional.
Imaginería y simbolismo
El universo simbólico de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” se articula en torno a elementos recurrentes:
El jardín emerge como símbolo central del espacio interior donde el alma cultiva sus vivencias. En “SOMOS UN JARDÍN”, esta metáfora se desarrolla extensamente: “Somos un jardín, mojada tierra, semillas y raíz / Brote creciente, hoja, ramas, hierba y simiente”.
La luz aparece constantemente como símbolo de lo divino y la revelación espiritual, manifestándose en diversas formas: rayos de sol, estrellas, luna, fuego. En poemas como “LUZ DE LLENO” o “LUZ DE MIEL”, esta luminosidad se asocia directamente con la experiencia de lo trascendente.
El camino simboliza el recorrido vital y espiritual, presente en numerosos títulos (“CAMINO DE LUZ”, “CAMINO VACÍO”, “CAMINO DE LOS ROMEROS”). Este símbolo adquiere connotaciones de peregrinación interior, búsqueda y autodescubrimiento.
Las aves, especialmente las palomas, funcionan como símbolos del alma y mensajeras entre lo humano y lo divino. En “SIETE PALOMAS”, estos animales conectan lo terrenal y lo celestial: “Bajando la cuesta vienen volando, siete palomas”.
Temas centrales
La búsqueda espiritual constituye el eje vertebrador de la obra, manifestándose en poemas que exploran estados de oscuridad interior (“NOCHE OSCURA”), momentos de revelación (“LA VOZ DE DIOS”) y espacios de encuentro con lo trascendente.
El amor como fuerza cósmica aparece como segundo gran tema, elevado más allá de lo romántico para convertirse en principio universal. El poema titular “Y DE REPENTE, TODO ES AMOR” sintetiza esta visión: “De repente me encuentro, empezando de nuevo, sintiendo al viento, cruzando Madrid, lloviendo, contemplando mi vida, como si fuera un cuento, un sueño, y de repente, en pasos perdidos, en calles y miradas, de repente, me encuentro.”
La geografía emocional constituye otro eje importante, con poemas dedicados a lugares significativos. Madrid y especialmente el barrio de Lavapiés aparecen como espacios de experiencia cotidiana, mientras que Torremejía representa la conexión con las raíces: “De racimos de uvas verdes nace el vino de Torremejía, dorado agosto es su tierra, dehesa extremeña, Amor y encinas.”
Interpretación y Juicio Crítico
Innovación dentro de la tradición
Lo más notable de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” es cómo Becerra logra actualizar la tradición mística española desde una sensibilidad contemporánea y urbana. El diálogo con Santa Teresa de Jesús, quien aparece explícitamente como figura inspiradora, se manifiesta en el lenguaje que describe los encuentros con lo divino como experiencias sensoriales, corporales e íntimas, pero trasladadas a espacios cotidianos del siglo XXI. No es en el convento sino en Lavapiés donde ocurre la revelación; no es en el huerto cerrado sino en “LA ENCIMERA” donde se manifiesta lo trascendente.
Esta integración entre tradición y modernidad representa una de las mayores fortalezas del poemario. Becerra no busca reproducir artificialmente la poesía mística del Siglo de Oro, sino que parte de su propia experiencia para establecer un puente con esa tradición, renovándola sin desnaturalizarla.
Accesibilidad sin simplificación
Otro logro significativo es cómo el poeta consigue crear una obra accesible sin caer en la simplificación. En un panorama literario donde a menudo la “poesía profunda” se asocia con la complejidad formal o el hermetismo conceptual, Becerra demuestra que es posible abordar temas espirituales complejos con un lenguaje directo y emotivo que no aliena al lector contemporáneo.
Este equilibrio entre accesibilidad y profundidad se manifiesta en poemas como “CAMINO DE LOS ROMEROS”, donde la culminación del viaje espiritual se expresa con una notable economía de medios: “Y de repente, / Dios es Amor / ¡Por el camino de los romeros!”
Limitaciones
Si bien la obra destaca por su sinceridad emocional y su capacidad para integrar experiencias cotidianas y trascendentes, ocasionalmente algunos poemas presentan cierta irregularidad en su construcción. La predilección por el verso libre, aunque permite mayor flexibilidad expresiva, en ciertos momentos podría beneficiarse de una mayor contención formal para potenciar el impacto de las imágenes.
Contexto Histórico y Cultural
“Y DE REPENTE TODO ES AMOR” se inscribe en un momento particular de la poesía española contemporánea, caracterizada por una tensión entre diversas tendencias: la poesía de la experiencia, la experimentación lingüística, la poesía social y el regreso a ciertas formas clásicas. En este contexto, la obra de Becerra representa una corriente que, sin desdeñar la tradición, busca renovarla desde la autenticidad de la experiencia vivida.
El hecho de que la trilogía poética del autor comenzara durante el confinamiento por la pandemia de 2020 no es anecdótico. Ese periodo de introspección forzosa fue para muchos un momento de redescubrimiento espiritual y de replanteamiento de prioridades vitales. La obra de Becerra documenta ese viaje desde el despertar poético inicial hasta la experiencia de un amor trascendente que abarca la totalidad de la existencia.
Comparación con Otras Obras
Conexiones con la poesía del siglo XX
La poesía de Alfonso Becerra establece interesantes diálogos con varios autores del siglo XX, aunque mantiene una voz distintivamente propia:
Con Clara Janés comparte la exploración de lo espiritual desde una mirada contemporánea, aunque Becerra opta por un lenguaje más directo y menos hermético. Ambos encuentran en la naturaleza símbolos para expresar realidades trascendentes.
Su obra resuena con ciertos aspectos de Antonio Colinas, particularmente en la fusión entre paisaje exterior e interior como espacio de revelación. Sin embargo, mientras Colinas se mueve en un universo cultural más amplio con referencias clásicas y orientales, Becerra permanece anclado en una espiritualidad más cercana a la tradición cristiana española.
La influencia de Alberto Caeiro (heterónimo de Fernando Pessoa), mencionada en el prólogo del libro, resulta reveladora. Como señala Joaquín Pereira: “Ambos son poetas naturales, ingenuos, apasionados. No escriben pensando: ¿esto le gustará a alguien?, ¿los eruditos le darán el visto bueno?” Esta aproximación despojada de artificios vincula a Becerra con cierta vertiente de la poesía portuguesa del siglo XX.
Con José Ángel Valente podría establecerse una conexión en cuanto a la búsqueda de una palabra esencial que toca lo inefable, aunque Becerra se aleja del hermetismo valentiano para ofrecer una poesía más inmediata y emotiva.
Técnicas innovadoras para el lector contemporáneo
Lo que distingue a Becerra de estos antecedentes es su capacidad para incorporar elementos contemporáneos como puentes hacia la experiencia espiritual. El poeta introduce varias técnicas que facilitan el acceso del lector actual a la experiencia poética:
- Estructura de diario poético: La inclusión de fechas crea un efecto de inmediatez y autenticidad que resulta familiar para lectores habituados a formatos como blogs o redes sociales.
- Espacios urbanos contemporáneos: Lavapiés, barrio multicultural de Madrid, aparece como escenario de experiencias trascendentes, demostrando que lo divino no está confinado a espacios tradicionalmente “sagrados”.
- Objetos cotidianos elevados a símbolos: En poemas como “LA ENCIMERA”, objetos domésticos adquieren significados trascendentes sin perder su materialidad: “¡Qué contento estoy con mi encimera! / Ni la he limpiado, porque es nueva. / Es de un blanco único, cocina de lujo, antes era una puerta y no tenía uso”.
- Hibridación de registros: Becerra combina el lenguaje de la tradición mística con expresiones coloquiales contemporáneas, creando un tejido verbal que resulta a la vez elevado y cercano.
- El poema como espacio colaborativo: La inclusión del relato “Luna de Amor” de David Lavado Becerra al final del poemario rompe con la noción del libro como objeto cerrado, sugiriendo un diálogo intergeneracional y entre géneros literarios.
Opinión Personal
“Y DE REPENTE TODO ES AMOR” representa una significativa contribución a la poesía española contemporánea por su capacidad para reinventar la tradición mística desde una sensibilidad actual. Alfonso Becerra consigue lo que muy pocos: hablar de experiencias espirituales profundas con un lenguaje que no excluye al lector no especializado, sin por ello trivializar el contenido.
Lo más valioso de esta obra es su autenticidad. No hay impostura en estos versos; fluyen con naturalidad como testimonio de una experiencia vivida intensamente. En un panorama literario a menudo dominado por la ironía posmoderna o el experimentalismo vacío de contenido emocional, resulta refrescante encontrar una voz que no teme expresar sentimientos genuinos ni abordar la dimensión espiritual de la existencia humana.
Recomendaría este poemario especialmente a lectores interesados en la poesía espiritual contemporánea, pero también a aquellos que, sin ser habituales lectores de poesía, busquen una obra que les hable directamente, sin artificios ni hermetismos innecesarios. “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” demuestra que es posible escribir poesía profunda y accesible a la vez, tendiendo puentes entre la gran tradición mística española y la sensibilidad contemporánea.
Conclusión
Alfonso Becerra Álvarez, con “Y DE REPENTE TODO ES AMOR”, completa una trilogía poética que documenta un viaje espiritual desde el despertar creativo durante el confinamiento hasta el descubrimiento del amor como principio universal que permea toda la existencia. Su mayor logro es haber creado una obra que dialoga con la tradición mística española actualizándola mediante un lenguaje contemporáneo y accesible.
En un momento en que la poesía oscila entre el minimalismo conceptual, la experimentación lingüística y la denuncia social, Becerra propone un regreso a la interioridad como espacio de encuentro y revelación, pero desde un lenguaje que no renuncia a la hondura emocional ni a la capacidad comunicativa. Como culminación de una trilogía espiritual, este poemario nos recuerda que la verdadera innovación en poesía no siempre consiste en romper con la tradición, sino a veces en renovarla desde dentro, infundiéndole la sangre nueva de la experiencia personal auténtica.
Al final, como proclama el verso final del libro, el poeta descubre que “Dios es Amor / ¡Por el camino de los romeros!” Una verdad antigua expresada con frescura contemporánea, resumiendo así la paradójica combinación de tradición e innovación que caracteriza esta notable contribución a la poesía española actual.
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