Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa: despertar.
Antonio Machado
Escucha la luz de tu historia,
no caigas en la desmemoria.
Aprende de ella para no repetirla,
transfórmala en llama viva.
Cuida con firmeza tu ánimo,
no te pierdas en lo oscuro,
no te quedes atado.
Aléjate de los vanos artificios,
de los héroes de humo;
elige lo auténtico,
lo libre, lo valiente, lo tuyo.
No abandones tu pensamiento,
ni temas al miedo profundo;
no eleves nada en un pedestal;
crece desde lo vivido,
desde lo que eres,
desde lo que sabes.
No pierdas el hilo de tu rumbo,
ni desperdicies tu destino;
tras cada lucha y esfuerzo,
reconócete en tu reflejo.
Sé tú mismo, despierta.
Vive, sueña…
el amor nunca nos abandona,
sé la luz que arde en tu propia llama.
Santiago Villar Pallás,
de “El cielo en la tierra”.
El despertar como llama: lectura de un poema
Hay poemas que no solo se leen, sino que se respiran. “Sé tú mismo, despierta” es uno de esos textos que, más que un consejo, es una invitación a la intemperie del ser. El poema se abre con una cita de Machado, y en esa estela de sabiduría se despliega una voz que no sermonea, sino que acompaña: “Escucha la luz de tu historia, / no caigas en la desmemoria.” Aquí la luz es memoria y la memoria es raíz, pero también es antorcha para avanzar. El poema se construye como un rito de paso, una sucesión de umbrales: dejar atrás lo oscuro, lo vano, lo impuesto, para abrazar lo auténtico, lo libre, lo valiente.
El ritmo es sosegado, casi meditativo, como si el verso se ajustara al pulso de quien busca su centro. No hay retórica, solo una depuración que recuerda la ética de los grandes poetas del siglo XX, pero con una calidez cercana, sin solemnidad. Cada estrofa es un peldaño: el yo se mira, se reconoce, se sacude el polvo de lo heredado y se afirma en lo vivido. “No pierdas el hilo de tu rumbo, / ni desperdicies tu destino; / tras cada lucha y esfuerzo, / reconócete en tu reflejo.” La vida es lucha, pero también es espejo: lo que somos, lo que aprendemos, lo que aún podemos ser.
El cierre es una luminaria: “Sé tú mismo, despierta. / Vive, sueña… / el amor nunca nos abandona, / sé la luz que arde en tu propia llama.” El amor —no como sentimentalismo, sino como fuerza vital— es la llama que nunca se apaga, el núcleo que nos sostiene cuando todo lo demás se tambalea. El poema no promete respuestas, sino un modo de estar: alerta, abierto, encendido. Así, el lector sale de estos versos con la sensación de haber sido tocado por una verdad sencilla y profunda, como quien sale al alba y, por un instante, siente que la vida, pese a todo, merece ser vivida.
Santiago Villar Pallás,
de “El cielo en la tierra”.
Crítica literaria: “El cielo en la tierra” de Santiago Villar Pallás
Título y Autor
Título de la obra: El cielo en la tierra Autor: Santiago Villar Pallás, profesor de instituto, licenciado en Filosofía y Psicología por la Universidad de Barcelona. Con dos poemarios previos, este tercer libro consolida su voz como poeta que busca reconciliar lo cotidiano con lo eterno, explorando la belleza y el sentido en la fragilidad de la vida.
Resumen Breve
“El cielo en la tierra” es un poemario compuesto por 82 textos divididos en dos secciones: “La tierra” y “El cielo”. La obra explora la tensión entre lo material y lo trascendente, entre la experiencia cotidiana y la aspiración a lo absoluto. Los poemas abordan temas universales como el amor, la soledad, la memoria, la naturaleza y la búsqueda de sentido, con una mirada que revela lo sagrado en lo inmediato y lo infinito en lo fugaz.
Análisis de Elementos Literarios
Trama
El poemario carece de una trama narrativa tradicional, pero su estructura bipartita funciona como un viaje: de la raíz a la ascensión, de lo tangible a lo contemplativo. Cada poema es una estación de paso que, en conjunto, construye un itinerario emocional y filosófico. La progresión temática es coherente y orgánica, con transiciones suaves entre la introspección personal y la reflexión universal.
Estilo y Lenguaje
Villar Pallás emplea un verso libre que privilegia la naturalidad y la musicalidad interna. El lenguaje es depurado, preciso y accesible, evitando el hermetismo y la retórica vacía. Destaca la riqueza de imágenes sensoriales y símbolos (el agua, el viento, la tierra, el cielo, las estrellas), así como el uso de recursos sonoros como la aliteración y la asonancia. La repetición, el paralelismo y los encabalgamientos refuerzan la cadencia meditativa. La voz poética es íntima y reflexiva, pero nunca egocéntrica: busca siempre tender puentes con el lector.
Ambientación
El entorno es tanto físico como existencial. Los paisajes naturales, los lugares de la memoria y los escenarios cotidianos sirven de marco para la exploración interior. La naturaleza es más que un decorado: es correlato de los estados anímicos y símbolo de la condición humana. El poemario logra que el lector perciba el cielo no como un lugar lejano, sino como una presencia en lo cotidiano.
Interpretación y Juicio Crítico
Interpretación
La obra utiliza la dualidad “cielo/tierra” como metáfora central para abordar la complejidad de la existencia. El cielo representa la aspiración, el misterio y la trascendencia; la tierra, el arraigo, la memoria y la experiencia. Ambos polos se reconcilian en una visión integradora que invita a descubrir lo sagrado en lo cotidiano. El simbolismo es sutil y polisémico, permitiendo múltiples lecturas. El poemario es, en última instancia, una meditación sobre la vida, la muerte y la posibilidad de sentido.
Juicio Crítico
“El cielo en la tierra” destaca por su capacidad para renovar temas universales a través de técnicas innovadoras que acercan la poesía al lector contemporáneo:
Verso libre y lenguaje claro, que facilitan la identificación y la emoción sin sacrificar profundidad.
Imágenes sensoriales y símbolos accesibles, que invitan a la participación activa del lector.
Estructura orgánica y progresiva, que evita la dispersión y favorece la unidad temática.
Diálogo explícito con la tradición poética, pero desde una voz propia y actual.
La obra logra un equilibrio entre originalidad y coherencia, entre emoción y reflexión. Su impacto emocional es sostenido y su contribución al género radica en su capacidad para universalizar la experiencia personal y hacerla resonar en lectores de diversa formación.
Contexto Histórico y Cultural
Contexto Histórico
Publicado en 2025, el poemario surge en un momento de crisis de sentido y de búsqueda de nuevas formas de espiritualidad y pertenencia. La poesía contemporánea española, marcada por la fragmentación y el desencanto, encuentra aquí una propuesta de reconciliación y esperanza.
Contexto Cultural
La obra refleja y a la vez critica la cultura de la inmediatez y la superficialidad. Frente a la tendencia urbana y desencantada de buena parte de la lírica actual, Villar Pallás recupera la dimensión filosófica y espiritual sin caer en el misticismo ni en el hermetismo. El libro dialoga con la tradición (Machado, Juan Ramón Jiménez, Rilke) pero la actualiza con una mirada inclusiva y contemporánea.
Comparación con Otras Obras
En comparación con poetas del siglo XX como Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez, Villar Pallás comparte la búsqueda de la palabra esencial y la exploración del tiempo y la memoria. Sin embargo, su estilo es más directo y menos ornamental, más cercano a la poesía de la experiencia pero con una dimensión trascendente que la distingue de la corriente realista. Frente a autores contemporáneos como Clara Janés o Antonio Colinas, el poemario opta por una claridad comunicativa y una accesibilidad que lo hacen apto para lectores no especializados, sin renunciar a la profundidad filosófica.
Opinión Personal
“El cielo en la tierra” es una obra madura, honesta y necesaria. Su mayor virtud reside en la capacidad de tender puentes: entre tradición y modernidad, entre lo cotidiano y lo eterno, entre el poeta y el lector. Recomiendo la obra tanto a lectores habituales de poesía como a quienes se acercan por primera vez al género, por su equilibrio entre belleza formal, hondura conceptual y claridad expresiva. Es un libro que invita a la relectura y al diálogo interior, y que, sin duda, enriquece el panorama poético actual.
Conclusión
Santiago Villar Pallás, con “El cielo en la tierra”, ofrece un poemario que renueva la tradición poética española mediante técnicas innovadoras y una voz propia. La obra es coherente, emotiva y accesible, capaz de resonar tanto en el lector experimentado como en el neófito. Su contribución al género radica en su apuesta por una poesía que, sin renunciar a la profundidad, se abre a la experiencia común y convierte lo cotidiano en materia de asombro y revelación.
Elementos Destacados de un Libro de Poesía: Análisis Integral para el Siglo XXI
La poesía contemporánea ha experimentado una transformación radical en las últimas décadas, adaptándose a nuevos medios de difusión mientras mantiene su esencia artística [1][2][3]. Los elementos que definen un libro de poesía exitoso en el panorama actual requieren un equilibrio cuidadoso entre tradición literaria e innovación tecnológica [4][5]. Este análisis examina los dieciséis elementos fundamentales organizados en cuatro categorías esenciales para crear poesía que sea tanto significativa como accesible a audiencias diversas [6][7].
Análisis de la aplicabilidad contemporánea de elementos poéticos clave
Cualidades Poéticas Fundamentales
Imaginería y Simbolismo
La imaginería y el simbolismo constituyen el núcleo de la experiencia poética contemporánea, evocando percepciones sensoriales múltiples que trascienden los límites tradicionales [6][8]. En la poesía actual, los símbolos establecen “correspondencias entre lo material y lo ideal, entre lo concreto y abstracto”, funcionando como mediadores entre la realidad física y la experiencia digital [8]. Los poetas contemporáneos utilizan técnicas como el simbolismo fonético y la poesía permutatoria para crear universos simbólicos que reflejan la complejidad de la era moderna [1][9].
Ritmo y Métrica
La métrica española mantiene su relevancia fundamental pero se adapta a nuevas formas expresivas que incluyen tanto estructuras clásicas como experimentación contemporánea [2][10]. El verso libre ha encontrado un desarrollo particular en la poesía española, donde “Juan Ramón Jiménez fue el primer poeta español que empleó el verso libre con absoluta conciencia y voluntad” [2]. La musicalidad contemporánea incorpora ritmos urbanos y digitales, creando cadencias que reflejan el habla actual sin perder la sofisticación técnica [11][12].
Recursos Sonoros
Los recursos sonoros como aliteración, asonancia y onomatopeya mantienen su efectividad para crear efectos melódicos que funcionan tanto en lectura silenciosa como en performance [13][14]. La aliteración moderna se adapta a formatos audiovisuales, donde “la repetición de sonidos dentro de una misma frase o un mismo verso” genera musicalidad que trasciende el medio impreso [13]. Estos recursos se han expandido para incluir sonoridades del entorno tecnológico y urbano, creando nuevas posibilidades expresivas [14][15].
Concisión y Precisión
La era digital ha intensificado la importancia de la concisión, donde cada palabra debe justificar su presencia y maximizar el impacto emocional [15][16]. La selección cuidadosa del lenguaje se vuelve crucial en un contexto donde la atención del lector es limitada y fragmentada [17]. La densidad significativa permite crear múltiples capas de significado en espacios reducidos, característica fundamental de la poesía contemporánea exitosa [18][16].
Técnicas para Captar y Mantener la Atención
Ganchos Literarios Efectivos
Los ganchos literarios son cruciales en la era de la atención fragmentada, utilizando técnicas de anticipación, suspenso y sorpresa para capturar el interés inmediato del lector [19][20]. Un gancho efectivo “tiene el poder de abrir el apetito” del lector, proporcionando información parcial que genera curiosidad y deseo de completar la lectura [20]. Las estrategias incluyen comenzar “con una situación intrigante, plantear una pregunta o misterio, presentar un conflicto o problema urgente” [19].
Preguntas Intrigantes
Las preguntas retóricas mantienen al lector comprometido mediante interrogaciones filosóficas, cuestionamientos íntimos y enigmas contemporáneos [19][15]. Plantear preguntas que “inciten al lector a seguir leyendo para encontrar respuestas” crea un efecto de suspense que mantiene la tensión narrativa a lo largo del poema [19]. Esta técnica es especialmente efectiva cuando combina lo universal con lo particular, conectando experiencias individuales con preocupaciones colectivas [20].
Romper Expectativas
La subversión de convenciones mantiene el interés mediante experimentación formal, giros narrativos inesperados e hibridación genérica [17][21]. Los poetas contemporáneos “desafían las convenciones, abrazando la experimentación y la libertad expresiva” para crear sorpresas que renuevan la experiencia lectora [4]. Esta estrategia es particularmente efectiva cuando equilibra innovación con accesibilidad, evitando el hermetismo excesivo [17].
Profundidad Emocional
La exploración de emociones complejas es fundamental para evitar quedarse en la superficie, requiriendo autenticidad emocional y complejidad psicológica [22][17]. La poesía contemporánea privilegia “la materialización del sentimiento” donde cada verso “encubre un tipo de sentimiento” transformado conscientemente en arte [23][24]. Esta profundidad se logra mediante la expresión genuina que conecta experiencias específicas con resonancias universales [15][23].
Distribución proporcional de elementos poéticos por categorías principales
Contenido y Perspectiva
Perspectiva Autobiográfica
La perspectiva autobiográfica ha ganado relevancia excepcional en la poesía contemporánea, generando cercanía mediante la expresión directa de la experiencia personal [25][22]. La “poesía de autor” establece vínculos expresos con la tradición autobiográfica, donde “la línea delgada entre voz poética y autor” crea intimidad compartida [22]. Este enfoque permite que la vulnerabilidad se convierta en fortaleza artística, utilizando la experiencia personal como material universalizable [25][23].
Belleza de lo Cotidiano
La poetización de la experiencia diaria constituye una tendencia consolidada que encuentra lo extraordinario en lo ordinario [23][26]. Autores como Piedad Bonnett han desarrollado “una poética de lo cotidiano” que muestra “la belleza de lo ordinario, de lo transitorio y fugaz como eterno” [23]. Esta aproximación transforma elementos domésticos y rutinarios en territorio poético, creando una “microscopía emocional” que amplifica momentos menores [27][28].
Posturas Sociales Relevantes
El compromiso social mantiene relevancia variable en la poesía contemporánea, funcionando como herramienta de cambio social y testimonio histórico [29][30]. Los poetas abordan “temas sociales relevantes que resuenen con los lectores” mediante activismo lírico y denuncia sutil a través de la metáfora [31][4]. Esta dimensión social se equilibra cuidadosamente para evitar que el mensaje político opaque la calidad estética [32][5].
Experimentación Formal
La experimentación con diferentes formas y estilos mantiene la diversidad poética, aunque ha encontrado nichos específicos dentro del panorama contemporáneo [33][21]. La poesía actual incorpora “elementos digitales” y “hibridación mediática” que fusionan texto, imagen y sonido [21][30]. Esta experimentación incluye desde “poesía digital” hasta “formas innovadoras” que crean estructuras poéticas originales adaptadas a nuevos medios [34][9].
Presentación Visual y Promoción
Elementos Visuales
La dimensión visual ha cobrado importancia creciente en la poesía contemporánea, integrando texto e imagen de manera significativa [35][34]. La “poesía visual” trasciende “los límites tradicionales del verso escrito al incorporar elementos como diseño, color e imágenes” [34]. Esta integración incluye el uso consciente del espacio en página y la tipografía como elemento expresivo [35][33].
Diseños Atractivos
El diseño se ha vuelto factor comercial decisivo, adaptándose especialmente a formatos de redes sociales que privilegian la “shareabilidad” [36][37]. La “estética Instagram” requiere diseños optimizados para compartir que mantengan coherencia visual del proyecto poético [36]. La creación de “contenido visual atractivo y compartible” con los mejores versos facilita la difusión en plataformas digitales [37][34].
Títulos Efectivos
Los títulos requieren efectividad comunicativa que funcione tanto en buscadores digitales como en la memoria verbal de los lectores [36][16]. Los títulos “claros y concisos” que “ayuden a encontrarlos en internet” combinan función práctica con valor estético [18]. La “anticipación temática” que preparan los títulos se vuelve crucial para la experiencia lectora contemporánea [16].
Promoción Digital
La promoción digital es indispensable en el panorama actual, requiriendo estrategias multiplataforma que construyan comunidades lectoras auténticas [36][37]. El “uso de redes sociales utilizando hashtags relevantes para conectar con otros poetas” forma parte de una estrategia integral de marketing literario [37]. Esta promoción debe basarse en “genuinidad artística” que mantenga la autenticidad del proyecto poético [36][37].
Análisis comparativo entre importancia tradicional y relevancia contemporánea
Análisis de Aplicabilidad Contemporánea
El análisis de estos elementos revela patrones significativos en su aplicabilidad al contexto poético actual.
Los elementos con mayor relevancia contemporánea incluyen los ganchos literarios, la perspectiva autobiográfica y la promoción digital, todos con puntuación máxima de aplicabilidad.
Esta tendencia refleja la importancia de la conexión inmediata con el lector y la adaptación a medios digitales en la poesía del siglo XXI [4][38].
La distribución equilibrada entre las cuatro categorías principales demuestra que el éxito poético contemporáneo requiere atención integral a todos los aspectos del proceso creativo. Desde las cualidades técnicas fundamentales hasta las estrategias de promoción, cada elemento contribuye a la efectividad general del proyecto poético [5][38].
Tendencias Emergentes y Futuro de la Poesía
La poesía del siglo XXI se caracteriza por la “digitalización del verso” que adapta formatos digitales sin perder calidad estética [21][38]. Las tendencias incluyen la incorporación de elementos audiovisuales, la democratización del acceso através de plataformas digitales, y la globalización temática que aborda identidad, tecnología y sostenibilidad [4][5]. La “renovación de la tradición” mantiene diálogo con formas clásicas mientras desarrolla síntesis innovadoras adaptadas a condiciones comunicativas actuales [32][12].
Conclusiones
Los elementos destacados de un libro de poesía en el siglo XXI requieren equilibrio entre tradición e innovación, donde la efectividad contemporánea depende de la autenticidad emocional como valor fundamental. La adaptación tecnológica debe realizarse sin pérdida de calidad artística, manteniendo accesibilidad que no comprometa la sofisticación estética [4][38]. La poesía contemporánea exitosa logra la síntesis entre permanencia de valores líricos universales y adaptación a condiciones comunicativas actuales, creando obras que son simultáneamente significativas, atractivas y accesibles para audiencias diversas [5][38].
El Impacto Social de Fernando Riquelme: Poesía Testimonial y Activismo Cultural en la España Contemporánea
Fernando Riquelme ha emergido como una figura destacada en el panorama literario español contemporáneo, consolidándose como un escritor comprometido con las causas sociales más apremiantes de nuestro tiempo. Su obra más reciente, “Si aún sigues aquí, es que estás viva” (2025), publicada por Ediciones Rilke, representa un punto de inflexión en su carrera artística, posicionándolo como una voz testimonial fundamental en la lucha contra la violencia de género. Esta evolución hacia temáticas de mayor resonancia social marca un crecimiento significativo en el impacto cultural de un autor que ha sabido combinar la excelencia literaria con el compromiso social, convirtiéndose en un referente para la poesía española del siglo XXI.
Evolución del impacto social de las obras de Fernando Riquelme
Perfil del Autor: Trayectoria de Compromiso Cultural
Fernando Riquelme, nacido en Barcelona en 1952, representa la figura del intelectual comprometido que ha logrado trascender las fronteras tradicionales entre disciplinas artísticas. Su formación como economista no impidió que desarrollara una prolífica carrera literaria que abarca novela, teatro, guión cinematográfico y, más recientemente, poesía. Esta versatilidad creativa se ha visto enriquecida por su constante activismo cultural, que lo ha posicionado como una figura clave en la promoción de la cultura alternativa en Cataluña.
La colaboración con Joan Brossa en la fundación de la revista “set-i-mig” durante los años noventa marca el inicio de una trayectoria que combina la experimentación vanguardista con el compromiso social. Esta influencia del maestro catalán se refleja en su capacidad para explorar nuevos lenguajes expresivos y en su concepción de la poesía como herramienta de transformación social.
Visual poetry installation by Joan Brossa in Barcelona, Spain.
Su papel como cofundador de “Alternarrativa editores” y de la revista de opinión crítica “RRABIA” evidencia su compromiso con la promoción de voces disidentes y alternativas en el panorama cultural español. La creación del espacio de teatro-fórum “els dilluns del Teatreneu” y su participación en las jornadas “El día del Drac” confirman su vocación de dinamizador cultural comprometido con la democratización del acceso a la cultura.
Evolución Literaria: Del Reconocimiento Comercial al Testimonio Social
La trayectoria literaria de Riquelme muestra una clara evolución desde obras de carácter más comercial hacia textos de profundo compromiso social. Su novela “El paraíso era una canción” (2008), galardonada con el Premio Qué Leer-Volkswagen, aborda la temática de la superación personal a través de la historia de una mujer que reconstruye su vida tras descubrir las infidelidades de su esposo. Esta obra, aunque centrada en el ámbito privado, ya anticipaba su interés por dar voz a las experiencias femeninas de dolor y resiliencia.
“Hijos del trueno” (2012) marca un punto de inflexión hacia la crítica social directa, presentando un thriller apocalíptico que disecciona los efectos de la crisis económica española entre 2011 y 2018. La novela, que combina elementos de ficción especulativa con análisis político, demuestra la capacidad del autor para abordar temáticas de actualidad desde una perspectiva crítica y comprometida.
La publicación de “Si aún sigues aquí, es que estás viva” en 2025 representa la culminación de esta evolución hacia el testimonio social. Este poemario, que aborda la experiencia de una mujer víctima de violencia de género y su proceso de liberación, ha sido reconocido por la crítica especializada como una obra de notable valor testimonial y artístico.
Análisis Crítico de “Si Aún Sigues Aquí, Es Que Estás Viva”
Estructura y Técnica Literaria
El poemario se estructura a través de 46 poemas numerados que construyen un arco narrativo coherente, desde la desesperación inicial hasta la afirmación vital final. La crítica especializada ha destacado la innovadora técnica de Riquelme, que combina la poesía en verso libre con elementos narrativos y monólogo interior, creando una inmediatez emocional poco común en la poesía tradicional.
La voz poética se construye mediante un diálogo interno en segunda persona, creando un efecto de desdoblamiento que refleja el proceso de autoconciencia de la protagonista. Este recurso, que recuerda al utilizado por Luis Cernuda en “La realidad y el deseo”, permite al lector ser testigo del conflicto interno y la progresiva reconciliación de la protagonista consigo misma.
Portada de SI AÚN SIGUES AQUÍ, ES QUE ESTÁS VIVA.
Lenguaje y Simbolismo
El lenguaje de Riquelme se caracteriza por su directez y visceral proximidad, despojado de ornamentos innecesarios. La sintaxis fragmentada, con frases cortas y a menudo nominales, crea un ritmo entrecortado que evoca la respiración agitada y la urgencia emocional. El poemario está impregnado de un rico simbolismo que articula el proceso de transformación: la “caja de Pandora” como metáfora del pasado doloroso, el “Ave Fénix” como símbolo de renacimiento, y las cadenas como representación de la opresión.
Recepción Crítica
La crítica literaria ha reconocido la obra como “una valiosa aportación a la poesía española contemporánea”, destacando la capacidad del autor para “crear una voz femenina auténtica y compleja, evitando tanto la idealización como la victimización”. El análisis especializado subraya que “la mayor virtud del poemario radica en su capacidad para transformar una experiencia traumática en una obra de arte accesible y conmovedora”.
Fernando Riquelme.
Contexto Social: La Violencia de Género en España
La obra de Riquelme se inscribe en un momento de creciente concienciación sobre la violencia de género en España. Los datos oficiales revelan una realidad preocupante: en 2024 se registraron 101.962 mujeres víctimas de violencia de género inscritas en el sistema VioGén, con 48 víctimas mortales durante el año. Aunque las cifras muestran una tendencia descendente respecto a 2023, cuando se registraron 58 víctimas mortales, la magnitud del problema sigue siendo alarmante.
Evolución de víctimas mortales por violencia de género en España (2023-2025)
Especialmente significativo es el dato de que el 31% de las mujeres asesinadas por violencia machista en 2024 había denunciado previamente a su agresor, el porcentaje más alto desde que existe recuento oficial (2003). Esta estadística contextualiza la relevancia social del poemario de Riquelme, que aborda precisamente el proceso psicológico que impide a muchas víctimas romper con la relación de maltrato.
La literatura como herramienta de denuncia y concienciación social ha adquirido particular relevancia en este contexto. El uso de la poesía para abordar la violencia de género se ha consolidado como una forma de “resistencia suave pero poderosa” que logra “transformar experiencias traumáticas en testimonios universales”.
Purple ribbon symbolizing the end of domestic violence.
Impacto en el Panorama Literario Contemporáneo
Conexión con la Tradición Vanguardista
La influencia de Joan Brossa en la formación artística de Riquelme se manifiesta en su capacidad para experimentar con las fronteras del lenguaje poético. Brossa, reconocido como una figura fundamental de la vanguardia catalana, defendía que “si el poeta tiene realmente algo que decir, lo puede expresar en diversos lenguajes sin que deje de ser poesía”. Esta filosofía se refleja en la obra de Riquelme, que combina técnicas tradicionales con innovaciones formales para crear un espacio expresivo más flexible y cercano al lector contemporáneo.
Visual poem (destruction) by Joan Brossa in Barcelona.
Comparación con Poetas del Siglo XX
La crítica ha establecido paralelos entre el estilo de Riquelme y diversas tradiciones poéticas del siglo XX. Con Gloria Fuertes comparte la franqueza y la capacidad de abordar temas dolorosos sin caer en el sentimentalismo. De la poesía de la experiencia de Luis García Montero toma la cotidianidad y la narratividad, aunque Riquelme se muestra más visceral y menos contenido. Con Alejandra Pizarnik comparte la exploración de los abismos interiores y la fragmentación del yo, aunque con un lenguaje menos hermético.
Innovación Técnica
Riquelme introduce técnicas innovadoras que acercan la poesía al lector contemporáneo: fragmentación y disposición visual, polifonía interior, intertextualidad cultural, hibridación entre poesía y narrativa, y ritmo que evoca la palabra hablada. Estas técnicas facilitan la lectura en voz alta y potencian el carácter performativo del poemario.
Testimonios del Impacto Social
Respuesta del Público Especializado
El poemario ha generado un notable impacto en el ámbito académico y crítico. La revista “Poesía eres tú”, dirigida por el Grupo Editorial Pérez-Ayala, ha publicado un extenso análisis que destaca la obra como “un testimonio poético que permanece en la memoria del lector, no solo por la crudeza de su tema, sino por la belleza y la autenticidad con que está narrado”.
La crítica literaria ha enfatizado que “Riquelme logra el difícil equilibrio entre la denuncia social y la calidad literaria, entre la crudeza testimonial y la belleza poética”. Esta valoración posiciona la obra dentro de la tradición de la poesía comprometida española, heredera de autores como Gabriel Celaya, a quien Riquelme cita explícitamente al defender la poesía como “un arma cargada de futuro”.
Reconocimiento Editorial
La publicación del poemario por Ediciones Rilke, sello especializado en poesía del Grupo Editorial Pérez-Ayala, evidencia el reconocimiento institucional de la calidad de la obra. Este grupo editorial, dirigido por Javier Pérez-Ayala, se ha consolidado como una referencia en la edición de poesía contemporánea española.
Cover of Booktrailer.
Impacto en el Activismo Cultural
La obra de Riquelme ha trascendido el ámbito puramente literario para convertirse en un referente del activismo cultural contra la violencia de género. Su participación en eventos y jornadas literarias ha contribuido a visibilizar la problemática desde una perspectiva artística.
Promotional materials for the Purple Ribbon Campaign Against Violence.
Análisis del Impacto Mediático
Cobertura en Medios Especializados
La obra ha recibido cobertura en diversos medios especializados en literatura. La entrevista publicada en “Poesía eres tú” revista revela la intención del autor de “expresar emociones, sentimientos —duda, miedo, inseguridad, angustia, determinación, superación—” y su concepción de la poesía como herramienta de comunicación directa “de corazón a corazón”.
Distribución y Accesibilidad
La obra está disponible a través de las principales plataformas de distribución literaria, incluyendo Casa del Libro, La Vanguardia, y librerías especializadas[21]. Esta amplia distribución facilita el acceso del público general a una obra que, sin renunciar a la calidad literaria, logra conectar con lectores no habituales de poesía.
Contribución al Debate Social Contemporáneo
Función Testimonial
“Si aún sigues aquí, es que estás viva” cumple una función testimonial fundamental al dar voz a una experiencia que, pese a su visibilidad mediática, sigue siendo difícil de comprender en su dimensión más íntima. El poemario trasciende lo meramente literario para convertirse en un testimonio social relevante que dialoga con los movimientos feministas contemporáneos desde una perspectiva personal y no ideológica.
Valor Terapéutico
La obra ha sido reconocida por su potencial valor terapéutico, tanto para víctimas de violencia de género como para sus allegados. La crítica ha destacado que “el mensaje final, condensado en el título, trasciende la experiencia concreta del maltrato para convertirse en una afirmación universal sobre la resistencia humana y la capacidad de renacer tras el trauma”.
Educación y Concienciación
El poemario se ha posicionado como una herramienta educativa valiosa para abordar la violencia de género desde una perspectiva artística. Su lenguaje directo y estructura accesible lo convierten en un recurso apropiado para programas educativos y de concienciación social.
Proyección Internacional y Comparación
La obra de Riquelme se inscribe en una corriente internacional de literatura testimonial sobre violencia de género. En el contexto hispanoamericano, autoras como las mencionadas en el análisis de “poesía sobre violencia de género y feminicidios en el siglo XX y XXI” han abordado temáticas similares desde perspectivas diversas. La particularidad de Riquelme radica en su capacidad para abordar la temática desde una voz masculina que logra crear “una voz femenina auténtica y compleja”.
Conclusiones: Un Testimonio Literario para el Siglo XXI
Fernando Riquelme ha logrado posicionarse como una voz fundamental en el panorama literario español contemporáneo a través de una obra que combina excelencia artística con compromiso social. Su evolución desde el reconocimiento comercial hacia el testimonio social evidencia una madurez artística que lo convierte en referente para las nuevas generaciones de escritores comprometidos.
“Si aún sigues aquí, es que estás viva” representa más que un poemario: constituye un testimonio literario que contribuye al debate social sobre la violencia de género desde una perspectiva íntima y universal. La obra demuestra que la poesía contemporánea puede ser a la vez testimonio social y exploración artística, denuncia y celebración de la vida.
El impacto de Riquelme trasciende lo puramente literario para convertirse en un fenómeno cultural que evidencia el poder transformador de la palabra poética. Su capacidad para conectar con públicos diversos, manteniendo la calidad artística, lo posiciona como un modelo de escritor comprometido para el siglo XXI.
La trayectoria de Fernando Riquelme, desde su colaboración con Joan Brossa hasta su actual reconocimiento como voz testimonial, ilustra la posibilidad de mantener vivo el espíritu vanguardista al servicio de las causas sociales más urgentes de nuestro tiempo. Su obra constituye una aportación valiosa no solo al patrimonio literario español, sino también al debate social sobre la igualdad y la dignidad humana.
Conversación entre Cristina Álvarez Puerto e Iñaki Ezquerra en la IX Feria del Libro de Vallecas
El martes 13 de mayo a las 19:00 h, en el marco de la IX Feria del Libro de Vallecas, tuvo lugar una conversación abierta entre Cristina Álvarez Puerto e Iñaki Ezquerra, ambos escritores y figuras destacadas del panorama literario actual. El encuentro se celebró en el Bulevar de Peña Gorbea, epicentro de la feria, que este año rinde homenaje a Antonio Machado por el 150 aniversario de su nacimiento
Detalles del evento
Participantes: Cristina Álvarez Puerto e Iñaki Ezquerra
Libros presentados:
Anatomía celeste (Cristina Álvarez Puerto)
Cien sonetos de la vida entera (Iñaki Ezquerra)
Formato: Conversación abierta con el público, centrada en la creación poética, la experiencia vital y el diálogo entre lo individual y lo social, en sintonía con los temas de cambio y búsqueda de sentido presentes en ambos autores.
Contexto y ambiente
La Feria del Libro de Vallecas 2025 se desarrolla del 9 al 25 de mayo y cuenta con una programación amplia: más de 400 firmas, 50 presentaciones, entrevistas, lecturas de poesía, conciertos, teatro y actividades infantiles. La feria, con 19 casetas de editoriales, librerías y asociaciones, se ha consolidado como uno de los eventos literarios más importantes del distrito, promoviendo la cultura y la literatura en el barrio.
El homenaje a Antonio Machado impregna el ambiente, invitando a reflexionar sobre la poesía y el compromiso social, valores presentes en la obra de ambos autores protagonistas del acto del martes 13.
Imágenes del evento
Las fotografías muestran distintos momentos de la jornada:
El grupo de participantes y asistentes frente a una de las casetas de la feria, reflejando el ambiente cercano y colaborativo del encuentro.
Cristina Álvarez Puerto e Iñaki Ezquerra en la caseta, firmando y presentando ejemplares de sus libros a los lectores.
La conversación en el escenario principal, bajo el fondo de un gran cartel dedicado a Antonio Machado, con la complicidad y el intercambio intelectual entre los autores.
Un momento emotivo de cercanía y reconocimiento mutuo entre ambos escritores, que pone en valor la dimensión humana de la literatura y el diálogo.
Programación del fin de semana y próximos eventos
La feria continúa con una agenda repleta de actividades: presentaciones de libros, recitales poéticos, homenajes a autores como Ana María Matute y Carmen Martín Gaite, entrevistas a escritores y músicos, y propuestas infantiles y familiares. El evento se extiende hasta el domingo 25 de mayo, manteniendo viva la invitación a recorrer el camino entre lo individual y lo colectivo, entre la creación y el encuentro.
La conversación entre Cristina Álvarez Puerto e Iñaki Ezquerra en la Feria del Libro de Vallecas se inscribe así en una celebración de la literatura como espacio de transformación, diálogo y comunidad, en un contexto de cambio y apertura a nuevas miradas sobre el mundo y sobre uno mismo.
Entrevista con Ruth Vicente González: “La poesía como camino al autoconocimiento”
En un panorama literario dominado por la inmediatez y el consumo rápido, las voces auténticas como la de Ruth Vicente González representan un valioso contrapunto y una apuesta firme por la autenticidad y la transformación personal. La entrevista que presentamos a continuación constituye un extraordinario documento para comprender las bases creativas y vitales de una de las voces emergentes más significativas en el panorama poético contemporáneo español.
Ruth Vicente González, antigua diseñadora gráfica reconvertida en poeta y facilitadora de procesos de autoconocimiento, nos ofrece un testimonio sincero sobre su transformación vital y creativa. En 2015, ante una profunda crisis existencial, tomó la decisión radical de abandonar su carrera establecida para emprender un viaje hacia el interior, un camino que eventualmente la conduciría a la poesía como forma de expresión y sanación.
Su última obra, “(CON)TEXTO”, publicada por Editorial Poesía eres tú en 2025 (ISBN: 978-84-18893-95-7), supone la culminación de este proceso. Estructurada en seis secciones emocionales – Con Rutina, Con Amor, Con Dolor, Con Terapia, Con Valor y Con Conexión – la autora nos invita a un recorrido por las estaciones emocionales del alma humana. Su lenguaje, directo y sin artificios, busca establecer conexiones profundas con el lector a través de la vulnerabilidad y la autenticidad.
Lo que distingue la aproximación poética de Vicente González es precisamente su rechazo a los formalismos innecesarios y su compromiso con una escritura visceral, que surge directamente de la experiencia vivida. “Escribo desde el cuerpo, desde la emoción, desde lo real”, afirma en esta entrevista, dejando claro que su objetivo no es impresionar con artificios literarios sino conectar desde la honestidad más profunda.
A través de las siguientes páginas, descubriremos no solo el proceso creativo de una poeta singular, sino también su visión sobre el papel de la poesía en tiempos de aceleración y superficialidad, su concepción del feminismo como fuerza transformadora, y su apuesta por la autenticidad como valor fundamental tanto en la escritura como en la vida.
Ruth, abandonaste tu carrera como diseñadora gráfica en 2015 para dedicarte al autoconocimiento. ¿Cómo fue ese salto al vacío y en qué momento sentiste que la poesía era tu vehículo para expresar ese viaje interior?
Fue un salto sin red. Estaba atravesando una crisis existencial que me hizo replantearlo todo. Me matriculé en un máster de coaching sin saber cómo lo iba a pagar. Dejé mi trabajo, vendí mi casa y me lancé al vacío con una sola certeza: que necesitaba volver a mí. Durante ese proceso nació Concuerpo, mi primer libro, de forma casi orgánica. Los poemas no los escribía, me ocurrían. Me asaltaban mientras caminaba por la Diagonal, y tenía que grabarlos antes de que se desvanecieran. Era como si una voz más profunda tomara la palabra.
En ese momento no sabía que la poesía sería mi refugio, mi espejo, mi medicina. Contexto llegó muchos años después, desde otro lugar: desde la madurez de haber habitado mi herida. Es un libro que no escribí para sanar, sino desde la sanación. Y hoy escribo todos los días. Porque la escritura me sostiene, me revela, me recuerda quién soy. La confianza de mi editor fue ese impulso final que necesitaba para decir: “sí, esto es lo mío”.
“Contexto” está organizado en seis secciones muy definidas: Con Rutina, Con Amor, Con Dolor, Con Terapia, Con Valor y Con Conexión. ¿Por qué elegiste estructurar tu poemario de esta manera y qué buscas transmitir con este recorrido emocional?
La estructura fue casi una revelación. Al principio eran textos sueltos, pero cuando empezamos a ordenarlos vi que cada uno representaba una estación emocional, una etapa de conciencia. El orden no fue literario, fue vivencial. Cada sección es un umbral que el alma cruza: desde la alienación de la rutina hasta el reencuentro con la conexión profunda. Quise que quien lo lea no solo sienta mis versos, sino que se reconozca en ellos. Que recorra su propio contexto a través del mío.
En poemas como “HOT” o “No estoy preparada” utilizas un lenguaje muy directo, a veces coloquial y sin filtros. ¿Es una elección consciente alejarte del lenguaje poético más tradicional?
Escribo desde el cuerpo, desde la emoción, desde lo real. El lenguaje sin filtros no es una elección estética, es una necesidad de honestidad. En mí no hay separación entre vida y poema. No busco adornar, busco decir. Y muchas veces, lo que me atraviesa no tiene forma de soneto, sino de grito, de susurro, de palabra que sale cruda, tal cual la siento. La poesía tradicional me conmueve, pero la mía nace en la piel y se escribe sola. Es una conversación conmigo misma, sin maquillaje.
Has trabajado acompañando a mujeres en círculos y cursos de autoestima durante años. ¿Cómo crees que esa experiencia de acompañamiento ha influido en tu manera de escribir y conectar con tus lectores?
Acompañar a mujeres me enseñó el poder de la verdad compartida. Escuché tantas historias que eran también la mía… Me di cuenta de que cuando alguien se atreve a ser vulnerable, algo en el otro se abre. Esa energía la llevo a mi escritura: no pretendo enseñar, solo me muestro. Escribir se volvió un acto de coherencia entre lo que viví, lo que sentí y lo que decidí transformar. La autenticidad es lo que realmente conecta.
En un mundo dominado por contenidos breves y consumo rápido de información, ¿qué papel crees que juega la poesía hoy y cómo puede sobrevivir a esta aceleración constante?
La poesía es una resistencia suave, pero poderosa. Es una pausa sagrada en medio del ruido. Cuando todo corre, la poesía se queda. No necesita gritar porque sabe que quien la busca, la encuentra. Hoy más que nunca, las personas necesitan verdad. Y la poesía, cuando nace desde lo vivido, no necesita formato ni tendencia. A mí me ha salvado. Porque hay palabras que no informan, sino que transforman. Y eso, ninguna pantalla puede reemplazarlo.
Muchas personas consideran la poesía como algo “difícil” o alejado de su experiencia. ¿Cómo intentas con tu obra tender puentes hacia quienes no suelen acercarse a este género?
Yo no escribo poesía buscando hacer poesía. Escribo mi experiencia. Y si al final el texto rima, tiene cadencia o se siente como un poema, bien. Pero mi intención es ser honesta. Eso abre puertas. Porque todos hemos sentido miedo, deseo, pérdida, renacimiento. Escribir desde ahí es tender un puente hacia lo universal. A quienes dicen “no entiendo la poesía”, yo les diría: “no la entiendas, siéntela. Y si no te llega, es que no es para ti. Pero cuando una palabra te toca… ahí empieza todo”.
En tu poema “La Diosa enfadada” escribes: “Ya no me hundo si me gritas…”. ¿Cómo se entreteje el feminismo con tu voz poética y qué mensaje esperas transmitir a tus lectoras?
El feminismo en mi poesía no es una consigna, es una herida abierta y un fuego encendido. He vivido, y acompañado, demasiadas historias de mujeres que se apagan para que otros brillen. Sé lo que es encogerse para no incomodar, justificar lo injustificable, cargar culpas heredadas. Por eso escribo desde la entraña: para decir “ya no”. Mi mensaje no es solo de empoderamiento, es de conciencia: date cuenta, pide ayuda, rompe el silencio, rodéate de otras mujeres. Porque el amor no duele, y la voz no debe callarse nunca más.
El último poema del libro, “Crystal”, está dedicado a tu hija. ¿Qué significa para ti cerrar el poemario con este texto y qué esperas que ella y el resto de los lectores extraigan de tu obra?
Ese poema es un canto a la verdad. A la valentía de ser quien una es, más allá de los moldes y el miedo. Cuando mi hija me dijo que era una chica, sentí el vértigo de lo desconocido y también la luz de lo real. Viví un duelo, pero sobre todo viví un despertar. Porque verla tan feliz, tan auténtica, me recordó lo que significa vivir desde el corazón. “Crystal” cierra el libro porque ella es mi maestra. Me enseñó que la identidad es sagrada, y que el mayor acto de amor es mirar al otro y decir: “te veo, te reconozco, te amo por quien eres”. Si mi poesía deja una huella, que sea esa: sé tú, sin miedo.
Tus poemas parecen surgir de un flujo de conciencia muy inmediato. ¿Cómo es tu proceso de escritura? ¿Escribes de un tirón o revisas y editas mucho?
Escribo desde el presente. Todo empieza con una pregunta: ¿qué me está pasando? El cuerpo me responde. Entonces, simplemente dejo que la mano lo escriba. Es un flujo puro, honesto. No me gusta tocar demasiado el texto porque siento que, si lo edito, lo he domesticado. Es verdad que con el tiempo he aprendido a pulir alguna repetición, pero la esencia del poema siempre nace de una emoción viva. No escribo para publicar, escribo para no explotar.
Si tuvieras frente a ti a alguien que nunca ha leído poesía y tiene prejuicios sobre el género, ¿qué le dirías para invitarle a leer “Contexto”?
No le diría nada. Le escucharía. Y después le escribiría un poema. Porque la poesía no es una cátedra, es una conexión. Contexto no es un libro para poetas: es para seres humanos. Habla de ti, aunque aún no lo sepas. Es un espejo sin juicios. Una mano en la espalda. Un “yo también sentí eso”. Y cuando alguien lee algo que ha sentido, pero nunca había podido nombrar, algo se enciende. Ese es mi único objetivo: que sientas que no estás sola, que tus emociones tienen un lugar donde respirarse.
En un contexto literario donde la poesía lucha por encontrar su espacio, Alfonso Becerra emerge como una voz auténtica que ha culminado una notable trilogía poética iniciada durante la pandemia. Su más reciente obra, “Y DE REPENTE, TODO ES AMOR”, cierra un ciclo creativo de cuatro años marcados por una intensa producción literaria donde la espiritualidad y la cotidianidad se entrelazan con singular maestría.
Esta entrevista nos adentra en el universo creativo de un poeta que, desde su rincón en Lavapiés y con raíces extremeñas, ha construido un camino literario representado por tres colores simbólicos: azul, rojo y verde. Su obra establece un diálogo con la tradición mística española, especialmente con Teresa de Jesús, sin perder la contemporaneidad de su mirada ni la accesibilidad de su lenguaje.
La conversación aborda aspectos fundamentales de su proceso creativo: la influencia de los espacios físicos en su poesía, la concepción universal del amor que trasciende lo romántico, y el papel de la poesía como acto de resistencia frente al ritmo frenético de la vida moderna. Becerra nos invita a reflexionar sobre cómo un poeta del siglo XXI puede recuperar la contemplación y el silencio en tiempos dominados por lo digital y lo inmediato.
A través de estas diez preguntas, descubriremos las claves de una obra que, según el prologuista Joaquín Pereira, evoca la mirada limpia de Alberto Caeiro, heterónimo de Fernando Pessoa, y que representa una valiosa aportación a la poesía española contemporánea.
Su nuevo libro completa una trilogía iniciada durante el confinamiento. ¿Cómo ha sido este viaje desde aquel primer impulso creativo en pandemia hasta este “Y DE REPENTE, TODO ES AMOR” que ahora presenta?
Han sido cuatro años intensos de escritura, a raíz de la pandemia no he dejado de escribir poemas casi a diario, era una necesidad de expresar sentimientos, emociones, duelos, fe, amistades, experiencias, recuerdos, vivencias y sobretodo creatividad. Los tres poemarios es un camino de tres colores, azul, rojo y verde. El azul representa las ventanas y puerta de mi estudio en Lavapiés, el rojo es la presencia de Teresa en mi escritura, y el verde es la expansión con el todo, con Dios. El primer libro iba dedicado a mi hermano, el segundo a mis Ancestros, Y de repente, todo es Amor se lo dedico a mis padres. Con este poemario cierro un ciclo de escritura donde también he notado una evolución, pero seguiré leyendo y dejándome llevar por donde me guie los sentimientos y emociones, de momento necesito un descanso, han sido tres poemarios en cuatro años.
En el prólogo, Joaquín Pereira lo compara con Alberto Caeiro, el heterónimo de Pessoa, por esa mirada limpia hacia la realidad. ¿Se siente identificado con esta comparación? ¿Qué poetas han sido fundamentales en su formación?
La verdad que me sorprendió bastante que me comparara con Pessoa, había leído algo de él que justo me regaló Joaquín Pereira cuando nos conocimos, me puse a indagar sobre Alberto Caeiro y en verdad sí que tenía parecido en mi escritura. Durante estos cuatro años he leído a bastantes poetas, Lorca, Gloria Fuertes, Miguel Hernández, San Juan de la Cruz, María Zambrano y sobre todo a Teresa de Jesús, todas sus obras.
Sus poemas transitan entre lo cotidiano (una encimera, unas sábanas colgantes, un café en Lavapiés) y lo trascendente. ¿Cómo logra ese equilibrio entre lo tangible y lo místico?
Desde pequeño siempre he sido muy espiritual y me gusta contemplar las cosas sencillas, en el barrio en el que vivo (Lavapiés) hay mucha vida, se siente muchas vidas y conviven varias religiones, eso influye. También practico meditación y oración y eso te hace ver las cosas desde otro punto de vista más místico.
Hay una fuerte presencia de la tradición mística española en su obra, especialmente de Santa Teresa de Jesús. ¿Cómo dialoga un poeta del siglo XXI con esa tradición sin caer en la mera imitación?
Estos dos últimos años he leído bastante a Teresa de Jesús, he visitado Ávila dos veces, y he estado de retiro en Santiago de Compostela en un monasterio de Carmelitas Contemplativos, todo eso me ha calado en mi forma de escribir, por la experiencia vivida, pero sobre todo en la lectura es donde interiorizo su estilo y cercanía para llevarlo a mis verso y poemas cotidianos. En muchos poemas siento que Teresa me susurra al oído, y eso es maravilloso y emocionante, te lo puedo asegurar.
“Y DE REPENTE, TODO ES AMOR” plantea una visión del amor que trasciende lo romántico para convertirse en principio universal. ¿Qué diferencia ese “Amor” con mayúsculas del concepto más convencional que suele tratarse en la poesía?
En el poemario aparece muchísimas veces la palabra AMOR, en cada poema abarca diferentes conceptos, hay amores terrenales, amores cotidianos, amor familiar, amor a la tierra de donde soy, amor a las cosas, amor a la presencia que me acompaña, amor a las decepciones, amor a la naturaleza y sobre todo a Dios. El título del libro es un estallido en el corazón, para cerrar un ciclo de escritura, donde el encuentro con el Amor es el núcleo de la poesía, que quiero trasmitir en los tres poemarios.
Sus poemas combinan la máxima sinceridad emocional con un lenguaje accesible. En un momento donde parte de la poesía contemporánea tiende al hermetismo, ¿cómo ve el papel de la claridad en la expresión poética?
Escribo desde el corazón, casi siempre los versos me manan como música, no tiendo a corregir mucho, me dejo llevar por la musicalidad de los sentimientos de ese momento, junto con la emoción. Soy consciente que muchos poemas no son tan buenos, pero reconozco que es como estoy en ese momento del día que me toca y también quiero que aparezca como un poema malo, reflejando mi estado anímico, podría haber descartado muchos poemas, pero quiero que queden inmortales en papel.
El libro refleja una geografía emocional entre Madrid y Extremadura. ¿Qué papel juegan los espacios físicos en su creación poética y cómo influyen en su manera de entender el mundo?
Extremadura es mi raíz, Torremejía es mi cuna, cuando escribo regreso a mi infancia, al niño y todas sus tradiciones, creo que es importante plasmar de donde viene uno. Cada vez que voy al pueblo es una fuente de inspiración, escuchar a mi padre, mi madre, el acento y sus costumbres. Madrid es mi otra parte, la mitad diría yo, casi que llevo media vida viviendo en la capital y eso me ha llenado de muchas experiencias, personas y lugares para poder transmitir en mis poemas.
En una época dominada por lo digital y lo inmediato, usted ha construido una trilogía poética que invita a la contemplación y al silencio. ¿Considera que la poesía puede ser un acto de resistencia frente al ritmo frenético actual?
Sí, es un acto de resistencia pura, leer poesía es parar el tiempo, es leer emoción, es sentir, es pararse a contemplar. En estos cuatro años me ha llamado la atención personas de mi entorno que me han leído y me han agradecido lo generoso que soy compartiendo mis poemas, emocionándose, viendo la vida desde otro punto de vista.
Creo que la poesía debería de tratarse más en los colegios e institutos para fomentar su lectura y escritura a los más jóvenes.
Sus libros muestran una progresión: del despertar poético en el confinamiento, a la exploración mística, y ahora a esta visión universal del amor. ¿Hacia dónde cree que se dirigirá su poesía después de completar esta trilogía?
Siento que he cerrado un ciclo, ahora mismo necesito parar y tomarme un descanso, leer tranquilo sin pensar en crear otro libro, me dejaré llevar por los susurros de Teresa… jajaj
Finalmente, hay quien dice que la poesía está alejada del público general o que es un género para minorías. Sin embargo, sus versos parecen buscar lo contrario. ¿Qué puede aportar la poesía al lector común en estos tiempos convulsos y qué estrategias cree que podrían acercar este género a más lectores?
Creo que la poesía está bastante viva, hay muchos recitales en locales y también muchas publicaciones de todo tipo, cada uno tiene que buscar o encontrar lo que necesite en ese momento, a veces llega solo, vas un día a una biblioteca o a una librería y ahí está el libro que necesitas en ese momento, de un poeta desconocido, que te abrirá el corazón en cuanto comienzas a leer sus versos, y de repente, todo cambia.
ENTREVISTA: “LO SIENTO, TE QUIERO” – UNA EXPLORACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES DEL AMOR
La presente entrevista profundiza en el poemario “Lo siento, te quiero”, una obra que explora con notable franqueza las complejidades del amor contemporáneo. A través de diez preguntas, el autor reflexiona sobre su proceso creativo, el papel de la vulnerabilidad en la expresión poética y su visión sobre cómo acercar la poesía a nuevos públicos en una época marcada por la inmediatez.
El título del poemario encierra la dualidad fundamental que vertebra la obra: la tensión entre el arrepentimiento y el afecto, entre la decisión de luchar por alguien y la de elegirse a uno mismo. Con un estilo confesional pero equilibrado entre el simbolismo tradicional y expresiones más accesibles, el autor busca tender puentes entre la tradición poética y los lectores jóvenes.
El diálogo revela una propuesta literaria que reivindica la capacidad de la poesía para provocar la reflexión en un mundo saturado de estímulos, defendiendo su relevancia como herramienta de cambio social y conexión humana. A través de sus respuestas, el autor defiende la autenticidad emocional como valor esencial de la creación literaria y la necesidad de preservar el poder transformador de la palabra poética.
Tu poemario explora de forma muy directa las contradicciones y fragilidades del amor. ¿Qué te impulsó a escribir “Lo siento, te quiero” y qué esperas que encuentre el lector en él?
Tras la primera publicación, veía la necesidad de continuar con el proceso de descubrimiento y crecimiento que las personas atraviesan en la etapa joven de su vida. El proceso de quererse y aceptarse a uno mismo es el camino que da pie a la posibilidad de encontrar el amor en el resto. Aun así, amar no siempre es fácil, ni es una ciencia exacta. Las experiencias amorosas son únicas en su esencia, y de todas se aprende algo. En este poemario quise reflejar justamente eso, que, al igual que el amor propio, es una aventura en la que no sabes qué te vas a encontrar, cómo se desarrollará y, quizás, que el amor no es siempre como lo conocemos de manera utópica.
Muestra una realidad que la inmensa mayoría ha vivido, desde decepciones amorosas hasta historias sin final. Esto es solo un reflejo de lo que el amor nos puede brindar como personas, en continua construcción y aprendizaje.
El título refleja una tensión entre el arrepentimiento y el afecto. ¿Por qué elegiste esa contradicción como eje central de la obra?
El título es un claro ejemplo de que a veces las personas no sabemos si amar a alguien es la decisión correcta, o, por el contrario, muestra la fragilidad emocional de ser querido.
“Lo siento” es el ejemplo de la vulnerabilidad, la máxima expresión de querer cambiar por alguien que demuestra que el amor es abrazar las diferencias.
Por el otro lado, está el perdón como arrepentimiento, el dolor en la decepción, en el lado incorrecto del amor.
Las dos caras del amor se pueden reflejar en este título, pues querer en ocasiones es luchar por lo que uno quiere, y otras elegirse a uno mismo y dejar ir.
En tus versos se percibe una voz muy cercana, casi confesional. ¿Crees que la poesía debe ser siempre un acto de desnudez emocional, o también puede ser refugio y máscara?
La poesía ha sido y será siempre una forma de expresión artística a través de la palabra. El componente emocional que la conforma es su esencia, la cual cada poeta va esculpiendo con sus propias manos. En el caso de muchos, la lírica es un refugio y la manera de poder expresar todo lo que ronda su cabeza. En el caso de otros, la poesía es una forma de contar al mundo algo que nadie se atreve a decir.
Eso es lo bonito de la poesía, que, en forma y uso, cada poeta es único, ya que su intencionalidad le da su toque de autenticidad.
La poesía, tradicionalmente, ha sido vista como un género minoritario y a veces distante del gran público. ¿Cómo crees que tu libro contribuye a acercarla a lectores jóvenes o poco habituales?
La poesía se ha ido dejando de lado con el paso de los años, y, cada vez más, se está perdiendo entre los jóvenes. Este género requiere de un conocimiento cultural previo que cada vez se está olvidando más. Quizás el problema esté en que se quiera leer como si de narrativa se tratase, cuando la esencia de la poesía es descifrar aquello que se oculta entre sus versos, la pasión, su gran componente emocional.
La educación enfoca la poesía hacia algo únicamente teórico, cuando, en realidad, es todo lo contrario.
La clave es la selección de los textos. Se relaciona la poesía a algo “difícil de entender” porque se escogen textos muy complejos, llenos de referencias metafóricas no trabajadas previamente y alejado de la realidad de muchas personas.
Con mi poesía trato de crear un equilibrio entre la poesía “pura”, empleando metáforas y simbolismos que plasman la esencia y estética del género, y una poesía más acercada a aquellas personas que requieren de un primer contacto con ella, centrándola en la emoción y figuras más sencillas y familiares a otros géneros literarios.
¿Qué papel crees que debe desempeñar la poesía en la sociedad actual, tan marcada por la inmediatez y la saturación de estímulos?
La literatura y en este caso, la poesía, han sido una de las principales armas de cambio en la historia de la sociedad. Su influencia en nuestras vidas es mucho mayor de lo que creemos, por lo que, como ciudadanos de una, debemos ser conscientes de lo que esto supone.
La exposición constante a estímulos hace que no tengamos tiempo para parar, pensar y reflexionar sobre todo lo que nos rodea, algo que la poesía ha representado desde su forma más arcaica.
La literatura se encarga de eso, de parar, y, en un mundo bombardeado de información, es necesario más que nunca.
Es nuestra responsabilidad controlar los estímulos y tomar consciencia del papel tan importante de la literatura, y, sobre todo, no olvidar que la poesía debe seguir siendo la principal herramienta de cambio y crítica social.
En tu obra conviven referencias clásicas y contemporáneas, desde mitos hasta canciones actuales. ¿Cómo dialoga tu poesía con la tradición y con la cultura popular?
La tradición y la cultura actual pueden convivir perfectamente en la sociedad. De hecho, así debería ser. En mi obra trato de hacer disfrutar al lector desde su más cercana realidad hasta una cultura literaria y clásica mediante la cual también sienta la necesidad de empaparse, abriendo nuevos caminos de conocimiento y de interés, algo que la literatura pretende buscar.
¿Qué técnicas literarias o recursos expresivos sientes que han sido más importantes en tu proceso creativo para transmitir emociones tan intensas?
La influencia de poetas españoles del siglo veinte ha sido algo que he reflejado en mis obras, empleando el simbolismo y la metáfora como recursos principales. La métrica es algo que también diferencia a un poeta, la manera en la que se colocan minuciosamente los versos que aporta armonía y estética al poema.
Claro está que me queda un largo camino de perfeccionamiento de mi escritura y poesía, pero para mí la esencia está en el uso del lenguaje metafórico y emocional para lograr captar las emociones y transmitirlas al lector.
¿Cómo ha influido tu experiencia personal —tanto vital como generacional— en el tono y los temas de tu poesía?
La etapa de la juventud es un camino de descubrimiento, de experiencias nuevas y de muchas vivencias por experimentar. El amor es una de ellas y de todas las formas en las que es posible experimentarlo. Siento que las generaciones están perdiendo la esencia de lo que es el amor, el cuidar a las personas, la responsabilidad afectiva. Este poemario también tiene una parte de reivindicación de eso, de la lealtad en una pareja, de que aunque amar sea un gran riesgo, no hay que negar nunca la puerta a ser querido y demostrar lo mismo.
Muchos de tus poemas parecen fragmentos de un diario íntimo. ¿Qué valor le das a la autenticidad y a la vulnerabilidad en la literatura?
Cualquier obra debe reflejar la esencia de su autor, el largo proceso por el que pasa hasta ser publicada y el esfuerzo y trabajo que lleva una publicación.
La autenticidad en una obra es el principal factor que hace que el lector quiera más, que se sumerja en la historia como si fuera la suya propia, disfrutando mientras navega por sus versos. La literatura muestra con valentía lo que el mundo no se atreve a comunicar, por eso hay que protegerla y valorarla como se merece. No debemos ensuciar el género con versos vacíos que no comuniquen o expresen, eso no es poesía.
Por último, ¿qué le dirías a quienes piensan que la poesía no tiene cabida en el mundo actual o que ya no puede cambiar nada?
La poesía es una parte esencial de lo que somos hoy en día, de nuestra cultura, de nuestra vida en sociedad. Sin la literatura no se hubieran producido cambios, protestas, estaríamos muy alejados los unos de los otros. La poesía es conexión, reflexión, es empatía. La literatura une generaciones y personas situadas a la otra punta del mundo. Son valores, esperanza, emociones, reflexiones.
Claro que la poesía tiene cabida en nuestro mundo actual, la poesía es el nexo entre etapas de la historia, entre culturas.
Ojalá fuera
estar juntos
por obligación.
Sin separarnos ni un milímetro.
Que un juez nos impusiera
tener que estar cerca.
Muy cerca el uno del otro.
Tan cerca
que tu piel se confundiera
con la mía.
Con la amenaza
de tener que ir a prisión
si incumplimos la petición
de acercarnos.
Sabiendo que iremos
a la cárcel
si no acortamos distancias.
Jamás lejos.
Obligados a estar pegados,
enganchados. Un mismo tacto.
Sin poder alejarnos.
Siempre tu mirada en mi mirada,
mezclando pupilas,
retinas que se acarician,
ojos que juegan sin detenerse.
Silvia Vaquero – Un amor sin ley
El derecho del corazón: cuando el amor invierte las leyes
Hay versos que nacen de la paradoja más hermosa y terrible del amor contemporáneo, y este poema de Silvia Vaquero es uno de ellos. Aquí la poeta construye un universo donde la justicia se vuelve cómplice del deseo, donde las órdenes judiciales se transforman en súplicas del alma enamorada. Es la inversión perfecta de la realidad: mientras en el mundo real las órdenes de alejamiento separan a los amantes, en este territorio poético la voz lírica sueña con una “orden de acercamiento” que los obligue a permanecer unidos.
La genialidad del poema radica en cómo transforma el lenguaje legal en lenguaje amoroso, convirtiendo la amenaza de prisión en promesa de intimidad. “Sin separarnos ni un milímetro” se convierte en una medida de amor más precisa que cualquier verso romántico tradicional. La poeta juega con la ironía de desear lo que normalmente se teme: la obligación, la imposición, la falta de libertad, pero solo cuando esa falta de libertad significa estar unidos.
El poema respira una sensualidad que se construye desde la proximidad física: “que tu piel se confundiera con la mía”, “obligados a estar pegados, enganchados”, “un mismo tacto”. Pero es en los últimos versos donde Vaquero alcanza una belleza casi mística: “mezclando pupilas, retinas que se acarician, ojos que juegan sin detenerse”. Aquí el amor trasciende lo físico para convertirse en una fusión visual, en un juego eterno de miradas que se tocan.
La estructura del poema, con sus versos cortos y su ritmo entrecortado, imita el jadeo de quien desea, la respiración agitada del amor prohibido. Cada verso es una súplica, cada pausa un suspiro. Vaquero ha logrado crear un himno al amor obsesivo que no se disculpa por su intensidad, que no pide perdón por querer demasiado, que transforma la patología en poesía y la desesperación en arte puro.
LA POESÍA JUDICIALIZADA: TRANSGRESIÓN Y RENOVACIÓN EN “UN AMOR SIN LEY”
Por Ana María Olivares
En un panorama poético donde abundan los versos atemperados y las metáforas etéreas, “Un amor sin ley” (Editorial Poesía eres tú, 2025) de Silvia Vaquero irrumpe como un puñetazo a las convenciones. Esta joven poeta nacida en Mataró en 1994, con formación filológica y experiencia actoral, ofrece su séptimo poemario en apenas cinco años, consolidando una voz poética singular caracterizada por la intensidad emocional y la exploración de territorios incómodos.
La obra narra, a través de fragmentos numerados que recuerdan un expediente judicial, la historia de un amor prohibido y obstaculizado por denuncias, órdenes de alejamiento y hospitalizaciones. La voz poética, identificada explícitamente como Silvia Cubeles Vaquero, documenta su relación tormentosa con Carlos Cuevas Sisó, en un ejercicio de autoficción donde los nombres propios anclan la experiencia poética en lo real mientras la elevación lírica la universaliza.
INNOVACIÓN FORMAL Y ESTILÍSTICA
El primer acierto de Vaquero es su propuesta formal. Abandona la división tradicional en partes o secciones para construir un mosaico de 59 fragmentos poéticos numerados que pueden leerse como piezas independientes o como capítulos de una historia mayor. Esta estructura fragmentaria, que recuerda al “Libro del desasosiego” de Fernando Pessoa pero con mayor narratividad, refleja perfectamente la experiencia dislocada de un amor que se vive a retazos, entre comparecencias judiciales y distancias impuestas.
La mezcla de español y catalán constituye otro rasgo innovador, no como ejercicio de virtuosismo bilingüe sino como reflejo de una realidad cultural híbrida. Vaquero reserva el catalán para momentos de especial intimidad o arraigo territorial: “Aquest amor només es farà quan tu vulguis”, creando un juego de proximidad y distancia lingüística que enriquece las capas expresivas del texto.
También resulta notable la incorporación de la cultura pop y las referencias musicales contemporáneas. Si Luis Cernuda dialogaba con Bécquer o Gil de Biedma con Machado, Vaquero entabla conversación con Taylor Swift, Edward Sheeran o Mikel Izal. En el poema 45 cita directamente: “And run, like you’d run from the law, darling, let’s run, run from it all. Taylor Swift & Edward Sheeran”, integrando estas referencias no como simple decorado sino como parte sustancial del imaginario emocional contemporáneo.
RENOVACIÓN DEL LENGUAJE POÉTICO
Quizás la mayor innovación de Vaquero es la apropiación del lenguaje judicial y penitenciario para construir su metafórica amorosa. La poeta ha comprendido que para hablar al lector contemporáneo hay que actualizar el repertorio metafórico tradicional. Así, donde la tradición poética hablaba de “cadenas de amor” en sentido figurado, Vaquero habla de esposas reales, órdenes judiciales y calabozos, difuminando los límites entre la metáfora y la experiencia vivida.
“El denunciante CARLOS CUEVAS SISÓ y la denunciada SILVIA CUBELES VAQUERO. Nuestros nombres en mayúsculas, unidos en un papel que nos separa”, escribe en uno de los fragmentos más representativos. Esta transformación del aparato burocrático-judicial en materia lírica supone una renovación significativa del lenguaje poético, acercándolo a experiencias contemporáneas donde las relaciones personales están cada vez más mediadas por instancias institucionales.
DIÁLOGO CON LA TRADICIÓN POÉTICA
Si bien Vaquero adopta estrategias renovadoras, su obra también establece un diálogo con varias tradiciones poéticas del siglo XX. El tono confesional y la exploración de experiencias traumáticas personales conecta con la poesía de Sylvia Plath o Anne Sexton, mientras que la corporalidad directa y el tratamiento del deseo sexual sin eufemismos recuerda a la poesía de Gloria Fuertes en su vertiente más erótica.
La voz urgente y sin filtros de Vaquero, con su preferencia por el versículo libre y las repeticiones obsesivas (“Tranquilo. No voy a ir. No te voy a perseguir. No voy a insistir”), evoca la expresividad directa de las primeras obras de Alejandra Pizarnik, aunque sin su hermetismo. La alternancia entre castellano y catalán, por otro lado, la sitúa en la tradición de poetas bilingües como Pere Gimferrer, aunque con un propósito más visceral que estético.
En cuanto a la temática amorosa, Vaquero subvierte la tradición del amor cortés y la distancia sublimada. Si para Jorge Guillén “los amantes son inmortales, pues lo que amó es lo eterno”, para Vaquero el amor es precisamente mortal, contingente y constantemente amenazado. Su tratamiento del tiempo como enemigo (“El tiempo pasa. Los años se nos van. Date prisa, corre”) se contrapone a la suspensión temporal que caracterizaba la poesía amorosa tradicional.
ACCESIBILIDAD Y COMUNICACIÓN DIRECTA
Uno de los mayores logros del poemario es su capacidad para ser inmediatamente accesible sin sacrificar profundidad. Vaquero entiende que la poesía contemporánea debe competir con múltiples formas de entretenimiento y comunicación instantánea, y responde con un lenguaje directo que no necesita decodificación especializada.
Sus poemas son emocionalmente transparentes: “No puedo hacer nada sin tu permiso. Precipitarme a ti es precipitarme al vacío”. La inmediatez de estas declaraciones conecta con una generación habituada a la expresión directa de las redes sociales, pero Vaquero consigue elevar esta inmediatez hacia territorios de mayor complejidad mediante la acumulación y la reiteración obsesiva.
A diferencia de otros poetas jóvenes que buscan la accesibilidad mediante la simplificación conceptual, Vaquero lo hace mediante la intensificación emocional. Cada fragmento funciona como una pequeña descarga eléctrica que puede entenderse de manera autónoma pero que gana resonancia al conectarse con el conjunto.
ENTRE LA TRADICIÓN Y LA RUPTURA
“Un amor sin ley” se sitúa en un interesante punto intermedio entre tradición y ruptura. Por un lado, preserva elementos tradicionales como la estructura narrativa subyacente (hay una historia reconocible que progresa) y la centralidad de la experiencia amorosa como motor poético. Por otro, rompe con convenciones formales y estilísticas mediante la fragmentación, el bilingüismo funcional y la incorporación de referencias pop.
Comparada con algunos de sus contemporáneos como Elvira Sastre o Defreds, Vaquero muestra una mayor disposición a explorar territorios incómodos y a comprometer su escritura con experiencias límite. Si parte de la poesía joven española actual busca certezas consoladoras, Vaquero prefiere habitar en la incertidumbre y el conflicto: “De repente tengo unas ganas, y quiero darme prisa, y me impaciento, ya no puedo esperar más, quiero ir hacia ti, y otra vez tú que no, que no, que no”.
CONCLUSIÓN: UNA POESÍA NECESARIA
“Un amor sin ley” constituye una propuesta necesaria en el panorama poético actual por varios motivos. Primero, porque reivindica la capacidad de la poesía para abordar experiencias contemporáneas complejas como la judicialización de las relaciones personales. Segundo, porque demuestra que la innovación formal y la accesibilidad no son valores contradictorios. Y tercero, porque recupera para la poesía la intensidad emocional sin caer en sentimentalismos simplificadores.
Si la poesía del siglo XX evolucionó desde el hermetismo vanguardista hacia la claridad comunicativa, Vaquero representa una síntesis donde la claridad expresiva no implica renuncia a la densidad significativa. Su obra propone que la poesía contemporánea puede ser directa sin ser plana, intensa sin ser melodramática, personal sin renunciar a la universalidad.
“Un amor sin ley” no es solo un libro sobre un amor conflictivo; es una reflexión sobre las múltiples formas de prohibición que atraviesan nuestras vidas afectivas y sobre la capacidad de la palabra poética para transgredir barreras. Como escribe la autora: “Si verte es saltarme la ley, entonces me la saltaré”. En tiempos donde la transgresión parece haberse convertido en espectáculo inofensivo, la poesía de Vaquero recupera su capacidad de perturbación genuina, recordándonos que amar —y escribir— siguen siendo los actos de rebeldía más auténticos.