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Crítica literaria: “Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)” de Figu García
Crítica literaria: “Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)” de Figu García
Título y Autor
Título: Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)
Autor: Figu García (pseudónimo de José García Guadalupe). Poeta español contemporáneo que cultiva una poesía intimista y sensorial, caracterizada por la fusión entre lo corporal y lo metafísico. Su obra anterior incluye poemarios como “La voz de los callados” y “Nana a una madre”, donde ya exploraba temas de amor, naturaleza y existencia humana desde una perspectiva profundamente personal y universal.
Resumen Breve
El poemario se estructura como un catálogo comercial ficticio dividido en ocho secciones que emulan departamentos de una tienda de lencería: desde “Pijamas, bodis, batas” hasta “Avance de la nueva temporada”. Esta arquitectura conceptual permite al autor explorar la intimidad humana a través de la metáfora textil, donde cada “prenda” representa una dimensión del amor, la soledad, el deseo y la condición existencial. El hilo conductor es la desnudez emocional del yo poético, que se viste y desviste de palabras para revelar su esencia más profunda.
Análisis de Elementos Literarios
Trama
La estructura del poemario sigue una lógica comercial subvertida que funciona como marco narrativo. Cada sección incluye “prospectos” publicitarios que advierten sobre el uso de las “prendas líricas”, creando un juego irónico entre consumismo y poesía. La progresión temática va desde la introspección inicial (“Prendas Íntimas”) hasta la apertura cósmica (“Regresemos al primer latido”), pasando por crisis existenciales (“07:36”) y reflexiones metapoéticas (“Folios de sal”). El clímax emocional se sitúa en poemas como “Bajo las sábanas de Schrödinger”, donde la física cuántica se convierte en metáfora del amor incierto.
Estilo y Lenguaje
García emplea un lenguaje híbrido que combina registros coloquiales con terminología técnica (cuántica, textil, publicitaria). Su estilo se caracteriza por la brevedad sintáctica, el uso de encabalgamientos abruptos y la alternancia entre verso libre y prosa poética. La innovación principal reside en la creación de un metalenguaje comercial aplicado a la experiencia lírica: “Productos altamente inflamables, conservar lejos del pudor”. La intertextualidad es constante, con referencias a Jimi Hendrix, Einstein, Dostoyevski y Schrödinger que universalizan la experiencia personal sin academicismo.
Ambientación
El espacio poético oscila entre lo íntimo (camas, sábanas, cuerpos) y lo cósmico (mar, astros, universo). El mar aparece como elemento recurrente, tanto literal como metáfora del inconsciente y la poesía misma. Las ciudades (París, Las Vegas) funcionan como escenarios de encuentros fugaces, mientras que los espacios domésticos se transforman en universos cuánticos donde “somos y no somos”. La temporalidad es circular, con un presente eterno que contiene pasado y futuro.
Interpretación y Juicio Crítico
Interpretación
El poemario construye una poética de la vulnerabilidad donde escribir equivale a desnudarse (“no siempre sé si escribo, / o si me desvisto / sobre una página en blanco”). La metáfora textil permite explorar capas de significado: las prendas íntimas como último refugio antes de la desnudez total del alma. La inclusión de conceptos científicos (paradoja de Schrödinger, E=mc²) no es ornamental sino estructural, estableciendo paralelos entre incertidumbre cuántica y ambigüedad amorosa. El “catálogo unisex” funciona como metáfora de la igualdad humana frente al deseo y la mortalidad.
Juicio Crítico
La obra destaca por su originalidad conceptual y la coherencia entre forma y contenido. García logra que el artificio del catálogo comercial potencie en lugar de distraer de la emoción genuina. Su mayor acierto es la creación de un universo poético autosuficiente donde cada elemento (desde los “prospectos” hasta las referencias culturales) contribuye a la construcción del sentido. Ocasionalmente, algunas metáforas rozan lo forzado (“E=m.c²” aplicado al amor), pero la intensidad emocional del conjunto supera estos desequilibrios menores.
Contexto Histórico y Cultural
Contexto Histórico
Publicado en 2025, el poemario refleja ansiedades contemporáneas sobre la inmediatez digital, la soledad urbana y la crisis de sentido en sociedades hipercomunicadas. La pandemia y el confinamiento resuenan implícitamente en la obsesión por espacios íntimos y la necesidad de contacto físico. Las referencias a la física cuántica y la inteligencia artificial sitúan la obra en el paradigma tecnocientífico actual.
Contexto Cultural
García dialoga con la tradición española de poesía amorosa (Bécquer, Machado) pero también con corrientes internacionales que fusionan ciencia y literatura (Borges, Calvino). Su tratamiento del cuerpo y la sexualidad enlaza con la poesía de la experiencia española de los 80, aunque renovada desde sensibilidades postmodernas que incorporan cultura pop y referencias mediáticas.
Comparación con Otras Obras
El poemario comparte con “Poeta en Nueva York” de Lorca la fusión entre experiencia urbana y crisis existencial, aunque García opta por la intimidad frente al expresionismo lorquiano. Su uso de la ciencia como metáfora poética recuerda a “Laberinto de la soledad” de Paz, pero desde una perspectiva más lúdica y menos solemne. La estructura conceptual evoca experimentos como “Rayuela” de Cortázar, trasladando la innovación formal del narrativo al lírico.
Opinión Personal y Recomendación
“Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)” representa una aportación significativa a la poesía española contemporánea por su capacidad de renovar el discurso amoroso desde presupuestos formales innovadores. Recomendado especialmente para lectores que buscan poesía experimental sin renunciar a la emoción directa, así como para quienes se interesen por la intersección entre ciencia, arte y experiencia vivida.
La obra demuestra que la innovación poética no requiere oscuridad sino inteligencia: García hace accesible lo complejo y complejo lo aparentemente simple. Su “catálogo” funciona como espejo donde el lector contemporáneo puede reconocer sus propias contradicciones entre deseo de autenticidad y condicionamientos sociales. El poeta logra que cada “prenda íntima” se convierta en una invitación a la desnudez emocional, recordando que la verdadera intimidad comienza donde terminan las palabras.
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BAJO LAS SÁBANAS DE SCHRÖDINGER Figu García, “Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)”
BAJO LAS SÁBANAS DE SCHRÖDINGER
Bajo sábanas selladas
de una paradoja incierta,
somos, y no somos,
la hipótesis de otros.
Espejos quebrados
reflejando lo que no comprenden,
partículas errantes,
viviendo entre el beso
y la duda ambigua del después.
¿Qué somos, amor,
cuando nadie nos piensa?
Cuando flotamos entre
todas las versiones posibles,
y ninguna basta,
y ninguna se aprueba
con resultados concluyentes.
Nuestra cama es un universo
en superposición cuántica,
un pliegue en el tiempo
donde nada es tan cierto
como la paradoja,
del ser y no ser.
¿Seguiremos existiendo
cuando termine este abrazo?
El universo decide por nosotros,
nos contiene, nos olvida,
somos un instante sin definición,
sin certeza,
sin promesa ni frontera,
cada vez que nos miden,
dejamos de ser infinitos.
No retiren las sábanas,
hay sombras que solo viven
con los ojos cerrados.
Por favor,
no retiren las sábanas,
aquí dentro aún laten
los sueños de dos amantes.
Y si lo hacen…
podría desvanecerse
cuando más existo,
podría ser mientras no soy, o,
podría estar mientras dejo de ser,
¿cómo sabré si alguna vez fuimos?,
¿cómo sabré si no te inventé
para salvarme?
¿Dónde hallaré tu sombra,
si la luz lo arranca todo?
Figu García, “Prendas Íntimas (Catálogo Unisex)”
Cuando el amor habita en la incertidumbre cuántica
Hay versos que nos desvelan verdades que la ciencia intuye pero que solo la poesía logra sentir en la piel. Figu García toma la paradoja más hermosa de la física moderna —el gato de Schrödinger— y la convierte en lecho de amantes, en refugio donde dos cuerpos buscan certezas que el universo se niega a darles.
La genialidad de este poema radica en cómo transforma un experimento mental abstracto en algo visceralmente humano. Esas sábanas no son solo tela, son el velo que protege la magia del estar siendo sin definirse, del existir en el limbo dulce de todas las posibilidades. Los amantes bajo esas sábanas no son solo carne y hueso, son partículas danzando en superposición, existiendo y no existiendo al mismo tiempo, como ese amor que nunca sabemos si es real o lo inventamos para salvarnos de la soledad cósmica.
La voz poética pregunta con la fragilidad de quien conoce la respuesta pero la teme: “¿Seguiremos existiendo cuando termine este abrazo?” Porque sabe que el acto de observar, de medir, de definir, colapsa la función de onda del amor. Mientras nadie los mire, mientras permanezcan bajo esas sábanas cuánticas, pueden ser infinitos, pueden ser todas las versiones posibles de sí mismos y de su amor.
El ruego “No retiren las sábanas” se vuelve plegaria desesperada, porque el poeta comprende que hay sombras que solo viven con los ojos cerrados, que hay amores que solo existen en la penumbra de la indefinición. La luz —metáfora de la observación, del análisis, de la certeza— arranca todo, destruye la magia de lo incierto.
García logra algo extraordinario: hacer que sintamos en el pecho la angustia existencial de no saber si el otro es real o una invención necesaria, si el amor es partícula o onda, si somos observadores o experimento. La ciencia se humaniza, el amor se cuantifica, y entre ambos nace una poesía que abraza la incertidumbre como la única certeza posible en un universo que decide por nosotros y que nos contiene y nos olvida con la misma indiferencia cósmica.
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Entre la memoria y la búsqueda: conversación con Miguel Torres Morales sobre “Tu sombra y la lira”.
ENTREVISTA A MIGUEL TORRES MORALES Con motivo de la publicación de “Tu sombra y la lira”
La siguiente entrevista a Miguel Torres Morales, realizada con motivo de la publicación de su poemario “Tu sombra y la lira”, explora las claves intelectuales y personales de una obra gestada en la juventud del autor y publicada tres décadas después. El diálogo aborda el sentido de la memoria, el vínculo entre tradición y modernidad, la función del mito, el papel de la filosofía y las tensiones entre el canon clásico y las formas contemporáneas de la poesía. Torres Morales reflexiona sobre su formación, el exilio, la representación de lo femenino y el horizonte de lectores al que aspira este libro, articulando una defensa lúcida de la poesía como búsqueda de lo real y como ejercicio de autoconocimiento en el tiempo presente.
- Miguel, “Tu sombra y la lira” fue escrito hacia 1994 y ahora ve la luz en 2025. ¿Qué significa para ti que este poemario, gestado en tu juventud, llegue a los lectores después de más de treinta años? ¿Ha cambiado tu percepción de estos poemas con el paso del tiempo?
Recuerdo la incomprensión y la sorpresa de los lectores del poemario inédito y la negativa de varios sellos editoriales. Pero la falta de acogida nada me amilanó, puesto que, al comprender que el público no está para hexámetros, me volqué a otras obras que se fueron cristalizando con el paso de los años, tales como mis sonetos (Arte infinitivo de olvidar), las Leyendas peruanas y las Obras de Arquipoeta, entre otras. La idea central de cada poema no ha variado, en tanto que los cambios y mejoras que he podido tramitar son mínimas. En este sentido, releer estos poemas es para mía como un Viaje al Pasado.
- En la contraportada se menciona que buscas “la poesía del ens realissimum”. ¿Podrías explicarnos qué significa esta búsqueda para ti y cómo se manifiesta concretamente en este poemario?
Nosotros sólo percibimos lo visible, y lo visible va acompañado por la sombra y el error de juicio. Sólo en momentos de lucidez vislumbramos a las personas tal como son, y nos acercamos al ser de las cosas. Mi visión del universo no ha cambiado con el tiempo, simplemente ha crecido, y con ella la convicción de que prima un Ser Dador, Creativo y Creador, que va más allá de los límites nominales de cualquier religión constrictora. El ser realísimo y supremo fue intuido por la Escolástica, pero nuestra mente soporta tan sólo un muy bajo voltaje y se extravía fácilmente. Sin embargo, es posible imaginar o anhelar la cercanía al Origen del Ser. Este poemario no alcanza niveles sacros, tampoco puede conjurar ni operar milagros. Sólo nos muestra que la palabra nos puede acercar a la experiencia individual, y una vez que la sopesamos en el tiempo es posible reconocer rasgos de lo eterno en lo que nos pareció temporal o poco trascendente.
- Tu obra combina referencias clásicas —Garcilaso, Dante, Heráclito— con una sensibilidad muy contemporánea. En un momento en que muchos consideran que la poesía culta está en crisis, ¿cómo ves el papel de la tradición en la poesía actual? ¿Es posible hacer accesible lo erudito sin banalizarlo?
No creo que la poesía culta esté en crisis. Jamás lo estuvo. Si leemos Four Quartets, de Eliot, o las Soledades de Góngora, veremos que el mensaje está allí, más claro que nunca, incólume e inquebrantable. El que está en crisis es el ser humano sin heurística ni hermenéutica, extraviado en el cruce de caminos, sin poder hallar un rumbo hacia sí mismo. Los llamados egotrips no conducen al individuo al centro de su yo, sino al borde o al fondo del abismo.
La poesía actual no niega la tradición, sino la perpetúa, aunque con otras palabras y con otras actitudes. De otro lado, la erudición no es un fin en sí mismo, sino tan sólo un instrumento que nos remonta a la experiencia de otros individuos. Lo que muchos lectores no aprecian o no han sabido descubrir es el carácter heroico de su propia existencia, llegando a superar a veces a Don Quijote o a Odiseo. La vida no es banal. Lo que pasa es que en una cultura pantallizada, el ser humano se ha vuelto mirón, burlón y criticador.
- Barranco, el balneario limeño de tu infancia, aparece como un espacio mítico en el poemario. ¿Cómo influye tu condición de peruano que vive en Alemania en tu manera de entender la poesía? ¿Te sientes parte de alguna tradición poética específica?
Yo me alejé de mi terruño y de mi tribu porque es insoportable presenciar cómo los míos se embarran en lo irracional y la autodestrucción. En Alemania mi búsqueda fue silenciosa y apacible porque el ruido del entorno me tenía sin cuidado, por mayor estruendo que hubiese contenido. Creo que pronto comprendí que la poesía siempre es didáctica, en cualquier idioma, y en cualquier nivel grado de elaboración estética. Más allá de cualquier club o pertenencia, yo busqué en la poesía esa voz que logra sacudirnos de verdad e intrigarnos largamente.
- Muchos de tus poemas son extensos, construidos como largos versículos que recuerdan a los hexámetros homéricos. En una época de inmediatez digital y atención fragmentada, ¿qué opinas sobre la capacidad de la poesía para exigir tiempo y contemplación al lector?
Cuando yo era chico, se solía escuchar que los niños estaban más cerca de la eternidad y de la poesía. Hoy la concentración y la constancia son fenómenos más bien raros, y en la didáctica de la literatura la poesía ha ido perdiendo terreno, a pesar de que casi todo lo que tiene ritmo es poesía. Hace veinte años se estimaba que los jóvenes talentosos que componían sus raps eran una suerte de rapsodas. Pero en la actualidad presiento que la creatividad de lo íntimo nos ha sido sesgada. Es como si el programa sólo tuviera para nosotros repetir, rumiar, balar, marchar y obedecer. La poesía nos enseña a romper fronteras y a superar los cercos.
- Tus poemas están poblados de figuras femeninas arquetípicas: Eva, la Princesa, la Bella Durmiente, Sulamita. ¿Cómo entiendes la representación de lo femenino en tu obra? ¿Eres consciente de escribir desde una perspectiva masculina determinada?
Cuando en el Simposio le toca su turno a Aristófanes, éste recurre al mito de los seres esféricos, partidos por un rayo debido a su altanería. Algo de ese mito es cierto, en tanto que las almas anhelan el reencuentro en esta existencia con su otra mitad. La búsqueda del alma es la plenitud en el otro, un alma que sepa mejorarnos mientras ésta nos gusta.
En el poema, Eva y la Sulamita representan arquetipos femeninos que nos sugieren la unidad del género humano. Mi perspectiva de entonces, la de un joven enamorado de una mujer real, no ha sido parte de un plan, y no ha cambiado. La sexualidad es una cuestión de pureza, pero cada vez más es vulgarizada imperdonablemente. La moda ahora nos impone la discusión de los géneros, pero yo siempre he creído que el amor es un encuentro de dos almas a como dé lugar. Proveniendo del Perú, yo conozco la crueldad de que son capaces los homofóbicos e intuyo que los homofóbicos recalcitrantes combaten un impulso en ellos mismos que les disgusta.
- En “Tu sombra y la lira” dialogas con personajes literarios como Don Quijote, Don Juan y Dante. ¿Qué papel juegan estos diálogos intertextuales en tu poesía? ¿Son máscaras del yo lírico o interlocutores reales?
Sin llegar a perder la cordura, yo me he visto obligado a tratar de conversar y de imaginar conversaciones y consultas con Don Quijote o con ese loco de atar llamado Hamlet, pero no creo haber llegado a comprender verdaderamente la esencia y el misterio de su espíritu. Sin exagerar, yo a veces supongo que muchos de nosotros somos más complejos que Don Quijote o Hamlet, pero por suerte solemos ser más inermes. Si yo me figuro hablar con Dante, hablaré en términos reales tan sólo con aquello que sé e intuyo de Dante, sin olvidar que el Dante real fue simplemente más Dante y que en mí sólo podría ver a un preguntón que lo fastidia.
- Tu formación filosófica se nota en poemas como “Preacher Herakleitos”. ¿Cómo conviven en ti el filósofo y el poeta? ¿Consideras que la poesía puede ser una forma de conocimiento tan válida como el discurso racional?
La filosofía parte del asombro ante el Ser, nos enseña Aristóteles en su Metafísica. De chico yo tenía un cuaderno que comenzaba con mis varias observaciones – de índole filosófico -, y en el mismo cuaderno, pero comenzando por la última página vacía, escribía algún verso, alguna coplilla. Al llegar a la mitad me di cuenta que la poesía y la filosofía se encuentran a mitad del camino, no son idénticas, tienen objetivos distintos, pero van juntas, como dos manos. No todo filósofo escribe versos, pero todo poeta filosofa en cierta medida.
- Vivimos un momento en que la poesía parece estar experimentando un cierto renacimiento, especialmente entre lectores jóvenes, pero a menudo asociada a formatos muy diferentes a los tuyos. ¿Qué opinas de las nuevas formas de hacer y consumir poesía? ¿Ves alguna continuidad entre tu propuesta y las nuevas sensibilidades poéticas?
Lo que los jóvenes escriban o canten desde adentro, formará parte de su poesía. Lo que algún poeta o el crítico literario lleguen a juzgar de una obra, es algo muy distinto a la obra misma. Octavio Paz formula “la tradición de la ruptura“, y demuestra que la poesía tiene mil caras, se renueva en la rebelión, se establece, y luego es depuesta por una nueva generación de poetas, que abanderan una nueva ruptura, generando un desarrollo cíclico. Puedo equivocarme, pero me parece que los jóvenes poetas de ahora son más polémicos, más comprometidos con el planeta, más aptos a la protesta. Mi camino fue distinto porque yo opté por una cierta conformidad con el sistema con tal de poder adentrarme en mi obra. Eso no quita que la causa de los pobres y oprimidos es una causa justa, tampoco le resta verdad al poeta que nos muestra que la poesía es un arma cargada de futuro.
- Finalmente, ¿qué esperas que encuentre el lector en “Tu sombra y la lira”? ¿Consideras que tu poesía puede hablar a lectores que no están familiarizados con las referencias clásicas que manejas, o requiere una formación previa específica?
Cuando era joven, yo le mostraba mis poemas a Carlos Brignardello, un viejo centauro que era juez muy estricto y que exigía de mí mayor perfección formal y mayor preparación: “Habiéndose escrito tanto, tienes la obligación de leerlo todo, para evitar repetir lo que otro ya ha escrito.“ Después supe que todo saber y toda referencia literaria no puede ser un fin en sí mismo, es tan sólo un camino para llegar a su propia meta. En la novela El nombre de la rosa, William of Baskerville le dice a su discípulo Adso que todo el saber no es otra cosa que una escalera utilizada para ascender, y que una vez arriba, la escalera resulta deleznable. Si algún poema o alguna frase acerca a un espíritu lector a sus propias aguas – a su propia emocionalidad-, sabré que ese poema se justifica.
La entrevista revela la profundidad intelectual y la honestidad vital de Miguel Torres Morales, quien defiende la vigencia de la tradición poética y la necesidad de una poesía exigente pero abierta a todos. Sus respuestas perfilan a un autor que reconoce en la memoria, el mito y el diálogo cultural los ejes de su obra, y que afronta la realidad contemporánea sin nostalgia ni complacencia. “Tu sombra y la lira” se presenta así como una propuesta lírica capaz de tender puentes entre la experiencia personal y lo universal, invitando al lector a una contemplación activa y sincera.
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