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CRÍTICA LITERARIA “Poemas en el bolso” de María Navas
CRÍTICA LITERARIA
“Poemas en el bolso” de María Navas
TÍTULO Y AUTOR
Título: Poemas en el bolso
Autora: María Navas Sánchez
María Navas es periodista nacida en Málaga, con quince años de trayectoria en la promoción cultural dentro del tercer sector, dedicada a la sensibilización social a través del arte y la cultura. Dirige un semanario digital de información social y ha publicado previamente Las Amapolas crecen junto a las Vías del Tren (Editorial Seeler, 2013), En el Límite (UNAD/Plan Nacional sobre Drogas, 2020), además de guiones para cómics sociales ministeriales.
Su perfil como comunicadora social marca profundamente este debut poético: escribe desde la urgencia testimonial de quien necesita documentar experiencias que carecen de nombre en el discurso oficial. No es poeta de torre de marfil sino cronista del dolor contemporáneo, y esa doble condición configura la naturaleza híbrida de su voz: periodística por su precisión documental, poética por su capacidad de transfiguración lírica.
RESUMEN BREVE
Poemas en el bolso es un poemario de 25 composiciones que documenta múltiples duelos simultáneos: la muerte del amigo gay sin reconocimiento institucional, el desarraigo geográfico de Málaga hacia Madrid y posteriormente Asturias, la pérdida de la voz propia bajo silenciamiento patriarcal, y la búsqueda de una identidad fracturada que debe reconstruirse entre los escombros del dolor.
El libro construye una cartografía emocional que transita desde la vulnerabilidad extrema (“mi piel es de uva, con un roce se desuella”) hasta una regeneración compleja y no lineal que culmina reconociendo que “para pasar la navidad / conviene hacerse muy pequeña”. No hay triunfalismo: la sanación en Navas es aprender a habitar la fragilidad sin desmoronarse, reconocer que “la tristeza más profunda / sólo vive a flor de piel”.
ANÁLISIS DE ELEMENTOS LITERARIOS
- Estructura
El poemario carece de divisiones formales en secciones pero presenta una arquitectura emocional en cuatro movimientos:
Primer movimiento (poemas 1-6): Establecimiento del dolor mediante corporalización inmediata. “A veces” introduce la vulnerabilidad cutánea como símbolo rector. “Diagnóstico” replica sintaxis clínica para documentar enfermedad. “Soledad de mariliendre” marca el clímax inicial con el duelo gay que estructura todo el libro. “Poemas en el bolso” introduce reflexión metapoética sobre la función salvadora de escribir.
Segundo movimiento (poemas 7-14): Exploración de duelos múltiples mediante alternancia entre dolor presente y memoria protectora. “Me llamabas hermana” profundiza la pérdida del amigo mediante anáfora hipnótica. “Ahora callo” documenta el silenciamiento como violencia fisiológica. “Buscando veranos” recupera el jardín andaluz de la abuela como refugio.
Tercer movimiento (poemas 15-20): Desorientación y extrañamiento. “Desnortada” despliega el desplazamiento geográfico como perplejidad identitaria. “Sin notificaciones” actualiza la soledad en la era digital. “El hombre que tanto nos gustaba” reintroduce el deseo erótico como fuerza regeneradora.
Cuarto movimiento (poemas 21-25): Regeneración no lineal. “Amor bueno” celebra el amor sanador mediante estructura de letanía laica. “Mi madre pensaba” universaliza la experiencia personal en deseo político por “un mundo amable para las niñas del mundo”. “Instrucciones para pasar la navidad” cierra regresando circularmente a la vulnerabilidad infantil pero resignificada como estrategia de supervivencia.
La estructura es helicoidal, no lineal: se avanza pero se regresa, se sana pero se recae. Esta recursividad frustra la expectativa lectora del “final feliz” generando percepción más realista del duelo como espiral donde revisitamos lugares del dolor desde alturas distintas.
- Estilo y Lenguaje
Navas construye una dicción confesional que fusiona registro coloquial con densidad poética. Su gran hallazgo técnico es la corporalización del dolor: todo sufrimiento psicológico se convierte en materia táctil. El dolor nunca es abstracto sino físico: “hachazo en las costillas”, “Me trago las palabras, las escupo hacia dentro”, “Arañan los tejidos en puro desconcierto”.
El lenguaje es mayormente paratáctico (oraciones coordinadas sin subordinación compleja) facilitando accesibilidad sin simplicidad. Cuando incorpora referencias culturales (WhatsApp, Spotify, selfie) no busca legitimación generacional sino documentar rituales reales del duelo contemporáneo: borrar el nombre del contacto es el nuevo quemar cartas.
Recursos técnicos destacados:
- Anáfora estructural: “Me llamabas hermana” repite esta fórmula tres veces generando ritmo hipnótico que replica el recuerdo obsesivo. Cada repetición añade matiz creando profundidad emocional progresiva.
- Enumeración clínica: “Diagnóstico” construye lista mediante sintagmas bimembres sin verbo (“Quiste denso / ojos rojos / miedo intenso”) replicando lenguaje médico deshumanizado. La acumulación sin conectores mimetiza fragmentación perceptiva de quien está siendo examinada.
- Metáfora extendida: “Poemas en el bolso” despliega alegoría completa donde los versos son “polizones a punto de hundirse en el océano de basura / de un contenedor, en Sainz de Baranda”, buscarán “los oídos de las cucarachas / para recitarse a sí mismos”. La metáfora se sostiene porque cada paso es concreto: no estamos en lo simbólico etéreo sino en geografía urbana específica.
- Sinestesia traumática: “Exhala verde caqui a cada hora”, “sudan metralla sus segundos”, “río cantarín que suena a verde”. Estas fusiones sensoriales replican confusión perceptiva del duelo donde los sistemas emocionales y sensoriales colapsan.
- Ambientación
La geografía funciona como correlato objetivo constante estructurando oposiciones que son físicas pero sobre todo emocionales:
El Sur (Málaga): Representa infancia, luz, calor, memoria feliz. “El jardín de mi abuela Margarita”, “el rosa de las rosas rosas”, “chocolate” lamido, “terral” que sopla, “jazmines que explotan”. El sur no es paraíso perdido sino espacio de felicidad posible, territorio de “la infancia imaginada” donde “la felicidad es una niña chica que aprende a nadar en los / brazos de su padre”.
El Norte (Madrid/Asturias): Espacio del extrañamiento. Madrid es ciudad hostil: “En este Madrid sofocante, / la gata y yo vamos perdiendo el juicio”. Asturias introduce perplejidad geográfica: “Yo, que siempre miré al sur, / me extraño al contemplar este océano desorientado / que se obstina en mirar en la dirección contraria”. Pero Navas evita maniqueísmo: “Descanso en la luz del norte, / a pesar de sus olas combativas”.
Los espacios intermedios (contenedor de Sainz de Baranda, vertedero a las afueras de Madrid, Virgen de la Cueva en Infiesto) son territorios liminales donde lo desechado encuentra refugio. Esta cartografía de los márgenes es coherente con una poética que visibiliza duelos sin nombre oficial: la “mariliendre” habita espacios sin taxonomía jurídica como los poemas habitan contenedores de basura.
- INTERPRETACIÓN Y JUICIO CRÍTICO
- Interpretación: Simbolismos y mensajes subyacentes
La piel como frontera porosa
El símbolo rector del poemario es la piel como membrana vulnerable que representa la paradoja existencial: necesitamos protección pero vivir es estar expuesto. “Mi piel es de uva, con un roce se desuella” versus el deseo de “forrar mi piel de acero” o tener “dermis bien gorda, / gruesa, como de campo”.
El dilema no se resuelve mediante blindaje sino mediante aceptación: “Para pasar la navidad / conviene hacerse muy pequeña”. La pequeñez final no es derrota sino estrategia de supervivencia: vulnerabilidad consciente en lugar de protección imposible.
El bolso como archivo frágil
El bolso donde conviven poemas “junto a un chicle rancio / y un caramelo” simboliza la fragilidad de la memoria en la cultura del algoritmo donde las fotos “duermen en la nube / y el dios del algoritmo / despierta de año en lustro”.
Pero es también metáfora del yo contemporáneo: llevamos nuestra vida “revuelta entre las cosas”, sin jerarquía entre lo sublime y lo banal. Los versos como “polizones” amenazados documentan la condición precaria de toda memoria en era de obsolescencia programada.
La mariliendre como categoría de parentesco no normativa
“No encuentro mi lugar en este duelo / porque más allá de la amistad, no tengo un nombre. / No hay espacio en esta despedida, / para tu mariliendre”.
Navas crea un neologismo (“mariliendre” fusionando “mari” + “liendre”) para nombrar una relación que carece de taxonomía oficial: no es familia biológica, no es pareja romántica, pero el dolor es equiparable. Esta invención léxica es acto político: crear palabras para relaciones que la heteronorma no reconoce.
Las palabras como materia física
En “Ahora callo” las palabras tienen trayecto anatómico: “circulan solas, de mi cabeza al estómago / sin detenerse en los labios”. “Me trago las palabras, las escupo hacia dentro” no es metáfora vacía sino fisiología del silenciamiento patriarcal.
El cuerpo retiene palabras que pugnan por salir (“Intentan ordenarse para pedir auxilio, / para decir: / Siento… Quiero… Necesito…”) materializando violencia estructural del silencio impuesto. El poema concluye con constatación devastadora: “Tengo muchas palabras. / Lo que no tengo es voz”.
- Juicio Crítico
Originalidad: El poemario aporta voz genuina que dialoga con tradiciones (confesional, social, corporal) sin repetir gestos heredados. La “mariliendre” como categoría de duelo no normativo, el tratamiento de WhatsApp como espacio ritual, la migración interna como perplejidad identitaria, constituyen contribuciones específicas al repertorio temático de la poesía española contemporánea.
Coherencia: Arquitectura sólida sostenida por repetición de símbolos (piel, mar, luz/oscuridad), lugares recurrentes (sur/norte), léxico consistente (vulnerabilidad corporal, geografía emocional). El yo lírico mantiene identidad reconocible sin repetir gestos. La estructura helicoidal replica trayectoria real del duelo sin falsa resolución.
Impacto emocional: Navas genera identificación mediante especificidad paradójica: cuanto más concreto el detalle, más universal resuena. “Recoger la ropa limpia del cordel, / regar el macetón” son acciones específicas del amigo muerto, pero cualquier lector reconoce el dolor de imaginar rutinas del ausente.
La contención emocional intensifica impacto. Nunca dice “estoy destrozada” sino “mi piel es de uva, con un roce se desuella”. La emoción se infiere, no se proclama, generando profundidad sin sentimentalismo.
Contribución al género: El poemario actualiza poesía confesional española para siglo XXI documentando dolores que carecen de nombre oficial. Visibiliza la “mariliendre”, la migrada interna, la silenciada voluntaria. Lo hace con técnica solvente y honestidad emocional que lo sitúa dignamente en panorama poético contemporáneo.
Limitaciones: La extensión de 25 poemas permanece en límite inferior del estándar editorial para poemario consolidado. Algunos núcleos temáticos (erotismo, ciclo andaluz, reflexión metapoética) quedan apenas esbozados cuando merecerían mayor desarrollo. El predominio del verso libre sin exploración de formas fijas o semiestructuradas reduce paleta técnica.
- CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL
- Contexto Histórico
Poemas en el bolso se publica en 2025 pero documenta experiencias de la década previa: duelo durante pandemia (“un día de mayo” cuando “recibí el guantazo”), migración interna en contexto de precariedad laboral, vida en Madrid durante años de crisis económica.
El poemario es hijo de su tiempo: post-pandémico, post-crisis, post-indignación. Escribe una generación que heredó promesas incumplidas y debe reconstruirse entre escombros sin manuales de instrucciones. La pregunta “¿Se perderá lo vivido, / si no conservo las palabras?” no es retórica: es angustia real en era donde el algoritmo decide qué memorias sobreviven.
- Contexto Cultural
La obra refleja transformaciones culturales de España contemporánea:
Visibilidad LGTBI: “Soledad de mariliendre” documenta duelo gay con naturalidad impensable décadas atrás. El vocativo “maricón” es cariñoso, no insulto. La Virgen de la Cueva es “gay-friendly”. Pero persiste exclusión: la mariliendre “no tiene nombre” en el duelo oficial, evidenciando que normalización legal no elimina violencias simbólicas.
Migración interna: El desplazamiento sur-norte replica trayectorias de miles de andaluces, extremeños, murcianos que migran buscando oportunidades. “Un día despertó periférica y absurda, / sin entenderse en el espejo” documenta alienación de quien “Cambió el acento, / las palabras”.
Mediación tecnológica de afectos: WhatsApp, Spotify, notificaciones, selfie, la nube, el algoritmo configuran rituales emocionales contemporáneos. Navas no satiriza ni celebra: documenta. Borrar el nombre del WhatsApp “durante una cancin muy corta en Spotify, / senza fine” es ritual de duelo tan legítimo como quemar cartas.
Precariedad emocional: “Sin notificaciones, / sin comentarios” define soledad contemporánea donde conectividad digital coexiste con aislamiento real. “Seguiré perdida dando vueltas / en esta oración / sin predicado” materializa incompletud existencial de generación sin red de sostén familiar/comunitaria tradicional.
- COMPARACIÓN CON OTRAS OBRAS Y AUTORES
- Diálogo con poetas del siglo XX español
Gloria Fuertes y la voz llana
María Navas conecta con Gloria Fuertes (1917-1998) en el uso de dicción coloquial sin renunciar a profundidad emocional. Como Fuertes, Navas privilegia claridad comunicativa sobre ornamentación retórica. Su “yo qué sé”, “qué faena”, “ya ves, qué tonta” replican el tono conversacional fuerteano donde el lenguaje cotidiano no banaliza sino que ancla emoción en habla real.
Ambas escriben desde márgenes: Fuertes como mujer, lesbiana y pobre en franquismo; Navas como periodista social, mariliendre, migrada interna en neoliberalismo precarizador. Ambas rechazan hermetismo elitista construyendo “una voz ingeniosamente coloquial, sorpresiva y grata por el sutil humor, los juegos de palabras” (Keefe Ugalde sobre Fuertes, aplicable a Navas).
Pero donde Fuertes incorpora humor constante como mecanismo de defensa, Navas es más seca, menos espectacular. Su dolor es más contenido, menos expansivo. La comedia en Navas (“Vivo con una gata loca”) es negra, no liberadora.
Jaime Gil de Biedma y la poesía de la experiencia
La conexión más profunda es con Jaime Gil de Biedma (1929-1990) y la corriente de “poesía de la experiencia” que él inauguró. Como Gil de Biedma, Navas practica el verso libre que mimetiza ritmo del pensamiento oral. Como él, evita solemnidad lírica mediante ironía y autocrítica: “Me puede el egoísmo más que tú”, “yo qué sé”, “ya ves, qué tonta”.
La técnica gilbiedmiana de “sonar como suena la gente cuando piensa, no cuando declama” estructura toda la poética de Navas. Su tuteo al lector/ausente, las preguntas retóricas, los imperativos autodirigidos replican estrategias del poeta catalán.
Pero Gil de Biedma escribía desde privilegio de clase letrada con conciencia culpable; Navas desde precariedad real. Gil de Biedma reflexionaba sobre “el arte de vivir entre la burguesía” con distancia irónica; Navas documenta supervivencia en Madrid sofocante con gata enloquecida sin red de seguridad.
Generación del 50 y poesía social
Navas dialoga con la generación del 50 (José Hierro, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Ángela Figuera) en su preocupación por lo social y su tono testimonial. Como aquellos poetas de posguerra, escribe “para la inmensa mayoría” privilegiando comunicabilidad sobre experimentación formal.
Pero donde la poesía social de los 50 denunciaba injusticias colectivas con vocación política explícita, Navas permanece en lo íntimo-testimonial. No teoriza la precariedad: la habita. No denuncia el Madrid hostil: lo padece con su gata. Esta diferencia metodológica produce poética complementaria: ellos para entender estructuras, ella para sentir cómo esas estructuras duelen en cuerpos concretos.
- Comparación con poetas contemporáneas
Versus Elena Medel
Elena Medel (1985) representa poesía de la experiencia con conciencia de clase y feminismo materialista. Comparte con Navas interés por vidas precarias y desplazamientos geográficos, pero mientras Medel tiende a lo coral y político, Navas permanece en lo íntimo-testimonial.
Versus Elvira Sastre
Elvira Sastre domina mercado poético joven con confesionalismo de alto voltaje emocional. Pero donde Sastre tiende al exceso lírico (“he muerto tantas veces que ahora sé resucitar”), Navas practica contención. Su dolor es más seco, menos espectacular. Sastre busca identificación masiva mediante grandes gestos; Navas construye reconocimiento mediante detalles específicos.
- Técnicas innovadoras para acercar poesía al lector contemporáneo
Integración orgánica de tecnología: En lugar de rechazar referencias digitales como “prosaicas”, Navas las integra orgánicamente: WhatsApp, Spotify, selfie, notificaciones no son meros accesorios sino espacios donde ocurre dolor real. Esta naturalización de lo digital actualiza poesía para siglo XXI sin efectismo.
Geografía emocional concreta: Los poemas no ocurren en espacios abstractos sino en Sainz de Baranda, Málaga, Infiesto, vertederos de Madrid. Esta especificidad geográfica genera efecto de realidad que facilita identificación: el lector puede googlear esos lugares, hacerlos reales.
Lenguaje del algoritmo: “El dios del algoritmo” que despierta fotos “de año en lustro” nombra experiencia universal de generaciones digitales: dependencia de plataformas para custodiar memoria. Esta incorporación de léxico tecnológico sin pedantería acerca poesía a lectores que viven mediados por pantallas.
Neologismos afectivos: “Mariliendre” crea palabra para relación sin nombre oficial. Este gesto político-lingüístico resuena en lectores LGTBI+ que reconocen la violencia de carecer de taxonomía para vínculos propios.
VII. OPINIÓN PERSONAL
Poemas en el bolso es una obra valiosa que cumple promesa central de toda poesía: nombrar lo innombrable. María Navas encuentra palabras para dolores que carecen de taxonomía oficial: la mariliendre sin espacio en el duelo, la migrada interna que despierta “periférica y absurda”, la silenciada que tiene palabras pero no voz.
Lo que más admiro es la contención emocional: Navas nunca grita donde basta murmurar. Esta sobriedad expresiva genera profundidad sin sentimentalismo. Cuando escribe “Para seguir, basta estar viva” condensa filosofía de supervivencia más honesta que mil manifiestos de resiliencia autoayuda.
El tratamiento del duelo gay mediante la mariliendre es contribución significativa. Visibiliza dolor invisible: quien acompaña sin ser familia ni pareja. Esta perspectiva lateral, esta amistad sin apellido jurídico, enriquece repertorio de poesía sobre pérdida.
La corporalización del dolor funciona brillantemente. Las palabras que “circulan solas, de mi cabeza al estómago / sin detenerse en los labios” materializan violencia del silencio con precisión anatómica que hace imposible la distancia lectora.
Reservas: Extraño mayor experimentación formal. El verso libre exclusivo, aunque manejado con solvencia, limita paleta técnica. Hubiera disfrutado ver a Navas enfrentarse a formas fijas (soneto, décima) sometiéndolas a su registro coloquial: la tensión entre libertad expresiva y restricción métrica podría generar chispas interesantes.
La extensión (25 poemas) deja algunos núcleos temáticos infradesarrollados. El erotismo de “El hombre que tanto nos gustaba” merece ciclo propio. La memoria andaluza apenas se esboza en “Al sur” cuando podría sostener serie completa. La reflexión metapoética de “Poemas en el bolso” y “Tengo un verso” sugiere filón sin explotar.
VIII. RECOMENDACIÓN
Recomiendo Poemas en el bolso a:
- Lectores de poesía contemporánea que buscan voz auténtica sin poses, técnica solvente sin exhibicionismo.
- Personas en duelo especialmente quienes transitan pérdidas sin reconocimiento oficial (amistades intensas, parejas no formalizadas, duelos LGTBI+).
- Migrantes internos que reconocerán la perplejidad de “Desnortada”: “soy yo la extraviada”.
- Quienes buscan poesía accesible sin simplismo: Navas demuestra que claridad no implica superficialidad.
- Lectores interesados en poesía con perspectiva de género que visibiliza violencias del silenciamiento sin panfletarismo.
No recomendaría a quienes buscan:
- Experimentación formal vanguardista
- Poesía hermética culturalista
- Triunfalismo resiliente: aquí la sanación es compleja, no lineal
- CONCLUSIÓN
Poemas en el bolso confirma a María Navas como voz necesaria en poesía española contemporánea. Su capacidad para nombrar dolores sin nombre oficial, su contención emocional que intensifica en lugar de diluir, su corporalización del dolor que hace imposible la indiferencia, sitúan este debut como aportación valiosa al género.
El poemario cumple función testimonial documentando experiencias de precariedad afectiva, duelo no normativo y migración interna con honestidad que evita tanto victimismo como heroísmo. Navas no ofrece respuestas: ofrece compañía. Y en tiempos de soledad algorítmica, esa compañía vale.
La obra dialoga productivamente con tradición poética española (Fuertes, Gil de Biedma, generación del 50) actualizándola para siglo XXI mediante incorporación natural de tecnología, geografías urbanas concretas y léxico que nombra relaciones sin taxonomía oficial.
Valoración final: 7.5/10. Obra sólida con voz auténtica y momentos de gran altura lírica. Las limitaciones (extensión, predominio verso libre sin experimentación formal) no invalidan logros: María Navas ha escrito un poemario que importa porque nos ayuda a nombrar lo que aún no tenía palabras en el diccionario oficial del sufrimiento. Y esa es, precisamente, la función central de la poesía.
- CITAS TEXTUALES DE RESPALDO
“Mi piel es de uva, con un roce se desuella.” – Síntesis perfecta de vulnerabilidad extrema como condición existencial.
“No encuentro mi lugar en este duelo / porque más allá de la amistad, no tengo un nombre. / No hay espacio en esta despedida, / para tu mariliendre.” – Visibilización de duelo no normativo sin taxonomía oficial.
“¿Se perderá lo vivido, / si no conservo las palabras?” – Pregunta central sobre función de la memoria y escritura en era del algoritmo.
“Me trago las palabras, las escupo hacia dentro, / conteniendo los eructos de este callar indigesto.” – Materialización fisiológica del silenciamiento patriarcal.
“Para seguir, basta estar viva.” – Filosofía de supervivencia sin heroísmo, honestidad brutal sobre duelo como resistencia.
“Para pasar la navidad / conviene hacerse muy pequeña.” – Cierre circular que resignifica vulnerabilidad como estrategia, no como debilidad.
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Soledad de mariliendre de María Navas, “Poemas en el bolso” (2025)
A Toni Adan, por su amor tan perfecto
Te vas con el invierno.
Tú, que eres de soles mediterráneos,
que amas la luz,
el verde árido de los olivos
y la tierra seca donde florecen los naranjos,
decides irte cuando comienza la fiesta, maricón.
Te vas como el invierno
y me dejas en el más gris de todos los paisajes.
No hay palabra que defina este vacío,
porque no eres hermano ni eres tieta.
No comparto ni una gota de tu sangre
ni el linaje de la gente que hoy arropa tu ataúd.
Entonces, cariño ¿cómo explico este hachazo en las costillas?
Cómo seguir adelante sin tu voz al otro lado,
sin contarnos las cosas que nos pasan,
sin tu estruendo, ni tus risas ¿cómo sigo?
El silencio de tu abrazo y tu caricia es para siempre.
No encuentro mi lugar en este duelo
porque más allá de la amistad, no tengo un nombre.
No hay espacio en esta despedida,
para tu mariliendre.
— María Navas, “Poemas en el bolso” (2025)
La invención del dolor: cuando el lenguaje no alcanza
Hay palabras que no existen hasta que alguien las pronuncia por primera vez. Mariliendre era una de ellas. María Navas la creó porque el español, con sus miles de vocablos para nombrar parentescos, no tenía ninguno para quien acompaña el duelo gay desde los márgenes del protocolo oficial. Ni hermana ni pareja ni tieta. Nada. Solo ese vacío donde debería estar el nombre de un dolor tan real como cualquier otro.
Este poema es una elegía pero también un acto político. Navas escribe desde la exclusión de quien está en el funeral pero no en la primera fila, quien siente el hachazo en las costillas pero no tiene derecho oficial al llanto. El amigo que se va “cuando comienza la fiesta” lleva el vocativo cariñoso —maricón— que solo pueden pronunciar quienes se han ganado el derecho a la ternura sin eufemismos. No hay corrección política en el duelo verdadero. Hay rabia y amor mezclados en proporciones que solo entiende quien ha perdido a alguien que el mundo no reconocía como pérdida legítima.
La estructura del poema replica la desorganización mental del duelo. Las preguntas sin respuesta se acumulan como los días sin sentido: cómo explico este hachazo, cómo sigo sin tu voz al otro lado, sin tu estruendo ni tus risas. Son interrogantes retóricos que no esperan respuesta porque no la hay. El duelo no se resuelve, se habita. Y María lo habita con una dignidad brutal, sin pedir permiso para sentir lo que siente.
La geografía del poema es también geografía del dolor. El invierno no es estación sino estado del alma. El “más gris de todos los paisajes” donde queda quien sobrevive no es melancolía romántica sino devastación material. Navas rechaza el lirismo consolador. No hay belleza en este dolor, solo ausencia. El silencio del abrazo que ahora es “para siempre” no es paz mística sino privación permanente.
Y luego está esa sangre que no comparten. Esa genealogía que no los une según el estado civil pero que el corazón sabe que es mentira. Porque hay vínculos que no necesitan certificado notarial para ser reales. El amigo era familia elegida, esa que construimos cuando la biológica no alcanza o no existe o simplemente porque el amor no entiende de cromosomas. Pero en el funeral, la familia de sangre arropa el ataúd y la mariliendre mira desde afuera preguntándose cómo nombrar este vacío que el lenguaje no contempla.
María Navas inventa la palabra porque necesita existir en el duelo. Mariliendre es neologismo pero también es bandera. Es decir: aquí estoy, doliendo sin permiso, llorando sin taxonomía oficial, reclamando mi derecho a desmoronarme aunque no tenga título jurídico que ampare mi desmoronamiento. Es poesía que legisla, que crea categorías donde el derecho no llegó todavía.
El poema cierra sin resolución porque el duelo sin nombre no se cierra. No hay espacio en esta despedida. Punto. Esa frase final es constatación, no queja. María no pide espacio: documenta su ausencia. Y en esa documentación sincera, en esa negativa a fingir que el dolor sin nombre duele menos, reside toda la potencia del texto.
Este es el poema que debería enseñarse en las escuelas cuando se hable de diversidad. No los manifiestos celebratorios ni las declaraciones de principios. Sino esto: el dolor concreto de quien pierde y ni siquiera tiene sustantivo para nombrar su pérdida. Porque la inclusión real no es poner banderas arcoíris en los edificios oficiales. Es tener palabra para el duelo. Es que la mariliendre tenga silla en el funeral. Es, simplemente, que el lenguaje nos alcance cuando más lo necesitamos.
María Navas escribe desde la vulnerabilidad extrema de quien tiene piel de uva. Y en ese poema sobre el amigo que se fue con el invierno, nos regala algo más valioso que consuelo: nos regala nombre. Y a veces, cuando todo se derrumba, tener nombre para el derrumbe es lo único que nos permite seguir de pie.
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CRÍTICA LITERARIA: AFOUTEZA & CERTEÇA
CRÍTICA LITERARIA: AFOUTEZA & CERTEÇA
Título y Autor
AFOUTEZA & CERTEÇA
Sabela Gondulfes
Sabela Gondulfes nace en Gondulfes, Ourense, en el corazón rural de Galicia. Su biografía es en sí misma un poema itinerante: estudió Psicología y Ciencias de la Información en la Complutense madrileña, vivió temporadas en Nueva York, Buenos Aires, la Patagonia argentina, Chile y Portugal. Esta geografía vital explica mucho de su poesía: la de quien escribe desde múltiples territorios sin arraigar completamente en ninguno, o quizá arraigando en todos simultáneamente.
Su obra previa incluye la novela En la Penumbra (finalista del V Concurso Internacional Luis Berenguer), los poemarios Invéntame la Vida y PielanDo —este último presentado en la Fundación Neruda en Isla Negra—, y Deshilachando Banderas. Sus poemas han sido musicalizados en jazz fusion y blues, traducidos a múltiples lenguas, e incluidos en antologías iberoamericanas. Gondulfes cultiva además la crónica de viaje, el ensayo y, recientemente, la literatura infantil y el dibujo. Es una creadora que se niega a la especialización, que necesita todos los géneros para contener su urgencia expresiva.
Resumen Breve
AFOUTEZA & CERTEÇA (valentía y certeza, en gallego y portugués) es un poemario autobiográfico que traza el mapa emocional de una vida atravesada por múltiples pérdidas, desplazamientos geográficos y búsquedas identitarias. Organizado en cinco secciones que abarcan desde la “Prehistoria” hasta la “Nueva Era”, el libro funciona como diario lírico donde conviven el duelo materno, el amor ausente pero persistente, la denuncia política de la corrupción y las guerras, y la construcción de una identidad femenina fuera de los mandatos patriarcales.
El poemario se abre con una “Carta abierta a la Barbarie”, texto en prosa que establece el compromiso ético-político de la autora, y se cierra con una sección titulada “RIP” que integra la muerte no como final sino como parte del ciclo vital. Entre ambos polos, Gondulfes despliega una poesía del cuerpo, del territorio y de la resistencia que rechaza la separación entre lo íntimo y lo colectivo.
Análisis de Elementos Literarios
Trama: Estructura del Viaje Iniciático
Aunque la poesía no tiene trama en sentido narrativo, Gondulfes construye un arco de transformación que funciona como relato. La estructura tripartita expandida —Prehistoria/Historia/Intra Historia/Nueva Era/Intra Nueva Era— sugiere un viaje desde el paraíso perdido de la infancia rural hasta una forma de sabiduría que integra contradicciones sin resolverlas.
El “clímax” del poemario ocurre en la sección “Historia”, particularmente en el poema “EXTREMADURA~ALENTEXO”, donde el lenguaje se desintegra casi completamente: “Fui/ Me maté tantas veces/ algunas menos te maté”. Aquí la sintaxis colapsa, reproduciendo un trauma que no puede articularse con gramática convencional. Es el momento de máxima violencia verbal del libro, el núcleo del dolor que las demás secciones intentan procesar.
Los “giros argumentales” vienen marcados por poemas bisagra: “Rendirse / Rendirse a la evidencia / Abrazar la derrota” marca el tránsito de la resistencia furiosa a la aceptación consciente. “Me gusta la idea de Nós” introduce la posibilidad de un amor maduro, ya no idealizado. Estos giros no son dramáticos sino meditativos: transformaciones que ocurren en la quietud del reconocimiento.
Estilo y Lenguaje: Maximismo Emocional y Fragmentación
El estilo de Gondulfes podría definirse como maximismo emocional en tensión con fragmentación formal. Por un lado, la autora practica la abundancia: enumera, repite, acumula imágenes hasta la saturación. Por otro, fragmenta el lenguaje mediante espaciados, mayúsculas expresivas y cortes sintácticos abruptos.
El uso del multilingüismo (español, gallego, portugués) no es ornamental sino político: reivindica lenguas minorizadas y rechaza la pureza monolingüe. Cuando escribe “A miña Mai” en lugar de “A mi madre”, no traduce porque el gallego porta significados que el español no puede contener: hay memoria, tierra, infancia en esa lengua materna.
La tipografía expresiva convierte el poema en partitura visual. “Es Tre Me Ci Da” reproduce el temblor del cuerpo estremecido. “N0S” fusiona el cero matemático con el nosotros, sugiriendo que el dos nace del cero, de la nada compartida. Estas innovaciones formales acercan el texto a las vanguardias pero sin hermetismo: la experimentación siempre está al servicio de la expresión emocional directa.
Los neologismos (“Pielando”, “Membramos”) son técnica de ampliación del lenguaje: cuando las palabras existentes no alcanzan, la poeta inventa. “Pielando” condensa “hacer piel” y “pelar”, sugiriendo que la intimidad requiere desnudamiento.
Ambientación: Geografías del Desarraigo
El entorno físico no es decorado sino agente activo. Galicia aparece como territorio mítico del origen: “Terriña que me vio nacer”. Las montañas, ríos y valles gallegos no son paisaje sino presencia maternal que contiene y sustenta.
La Patagonia, Chile, Nueva York funcionan como territorios del exilio voluntario, espacios donde la poeta busca convertirse en otra. Isla Negra, hogar de Neruda, aparece como santuario poético donde la escritura se legitima. Lisboa y el Alentejo portugués son geografías de la hermandad peninsular, territorios donde el gallego encuentra eco.
Madrid es la ciudad ausente-presente: aunque apenas se menciona explícitamente, funciona como el lugar donde ocurrió la formación intelectual y también ciertos traumas. Es la ciudad que se abandona, el territorio del que hay que escapar para poder ser.
Esta geografía múltiple influye radicalmente en los personajes poéticos: son seres en tránsito permanente, que cargan con todas las tierras pisadas. El desarraigo no es tragedia sino condición de posibilidad: solo quien se va puede volver con mirada nueva.
Interpretación y Juicio Crítico
Interpretación: Poética de la Encarnación y la Resistencia
Este poemario puede leerse como doble manifiesto: estético y político. Estético porque propone que la poesía debe ensuciarse con la vida, rechazando la pureza formal en favor de la autenticidad expresiva. Político porque insiste en que lo personal es inseparable de lo colectivo: no hay poema de amor que no sea también poema social.
El simbolismo central es el de la semilla: “Quién tuviera la semilla limpia y pura / y sembrar los surcos de las mentes necias”. La semilla porta potencialidad transformadora pero requiere acción: sembrar, regar, cuidar. La poesía es esa semilla que la autora planta esperando cosecha incierta. Este símbolo conecta con toda una tradición de poesía comprometida donde la palabra es herramienta de cambio.
Los zapatos (viejos/nuevos, desgastados/rojos) simbolizan la transformación identitaria. “Azucena con zapatos viejos” representa la mujer condicionada por mandatos ajenos; “Azucena con zapatos nuevos” es la que elige su propio camino. Los zapatos rojos evocan el cuento de Hans Christian Andersen, pero aquí la protagonista no es castigada por bailar: reivindica su derecho al movimiento.
El mensaje subyacente es que vivir plenamente requiere valentía (afouteza) y certeza (certeça): coraje para atravesar el dolor sin anestesia y certidumbre de que el camino, aunque incierto, es el propio. No hay promesas de redención ni consuelo fácil: solo la afirmación de que resistir es ya una forma de victoria.
Juicio Crítico: Virtudes y Limitaciones
Originalidad: La voz de Gondulfes es genuinamente singular en el panorama poético español actual. Mientras muchas poetas contemporáneas trabajan con contención expresiva y precisión verbal, ella practica el desbordamiento controlado. Esta originalidad radica más en la actitud que en las técnicas: su negativa a separar registros, su multilingüismo militante, su deseo de abarcarlo todo sin jerarquías.
Coherencia: Aquí encontramos la mayor debilidad del poemario. La estructura prometida (Prehistoria→Nueva Era) sugiere orden que luego no se sostiene rigurosamente. Dentro de cada sección hay dispersión, saltos temáticos abruptos. La nota autoral admite esto: “los poemas no siguen orden alguno”. Esta decisión puede defenderse como reflejo de la experiencia real, pero dificulta la construcción de arcos emotivos sostenidos.
Impacto emocional: Innegable y potente. Gondulfes logra transmitir intensidad con inmediatez rara en poesía contemporánea española. Los poemas sobre la madre muerta conmueven sin sentimentalismo; los eróticos excitan sin pornografía. Este impacto viene de la honestidad radical: la autora no se protege, se expone completamente.
Contribución al género: El poemario se sitúa en tradición reconocible (poesía social, poesía del cuerpo, autoficcción lírica) pero con acento propio. Su mayor aportación es demostrar que aún es posible escribir poesía comprometida sin didactismo, poesía erótica sin clichés, poesía autobiográfica sin narcisismo. También contribuye a visibilizar la poesía de la diáspora gallega escrita en español, territorio aún poco explorado.
Contexto Histórico y Cultural
Contexto Histórico: Post-Crisis y Pre-Colapso
Aunque el poemario se publica en 2024, recoge poemas escritos a lo largo de dos décadas. Los textos más recientes (fechados 2019-2024) están atravesados por crisis múltiples: económica (2008 y sus consecuencias), migratoria (refugiados sirios, centroamericanos), sanitaria (pandemia 2020), climática (incendios, inundaciones).
La “Carta abierta a la Barbarie” puede leerse como respuesta al contexto de ascenso de nuevos fascismos, corrupción política normalizada y guerras perpetuas. Cuando escribe “Basáis la construcción de Europa y los Estados Unidos en la destrucción de gran parte del mundo”, está denunciando el orden neocolonial que sostiene el bienestar occidental sobre la explotación del Sur global.
El poema donde decide no votar más (“una rodaja de chorizo”) refleja la desafección política de sectores progresistas ante la socialdemócracia que administra el sistema sin transformarlo. Es contexto de desilusión política que atraviesa a toda una generación.
Contexto Cultural: Entre Feminismos y Renacimiento Poético
El poemario se inscribe en el contexto del cuarto feminismo español: el de las reivindicaciones laborales, la lucha contra violencias machistas y la construcción de genealogías femeninas. Gondulfes participa de este momento sin proclamas explícitas: su feminismo está en escribir el deseo femenino sin justificación, en denunciar estructuras patriarcales sin nombralas, en construir linaje con otras mujeres (la madre, las amigas, las poetas precedentes).
También se sitúa en el renacimiento de la poesía española contemporánea: tras décadas de dominación del poema de la experiencia, surgen voces que recuperan experimentación, compromiso político y exploración formal. Gondulfes dialoga con esta renovación pero desde los márgenes: escribe desde Galicia, no desde los centros de poder cultural (Madrid, Barcelona).
El multilingüismo del poemario refleja debates actuales sobre lenguas minorizadas en España. Escribir en gallego sin traducir es gesto político: obliga al lector castellanoparlante a habituar el oído a otra lengua peninsular, rompiendo la hegemonía del español.
Comparación con Otras Obras
Dentro de la Obra de Gondulfes
AFOUTEZA & CERTEÇA representa maduración respecto a PielanDo. Mientras el anterior exploraba el cuerpo y el deseo con cierto lirismo idealizado, este integra violencia, pérdida y compromiso político. La voz es más áspera, menos complaciente. Si PielanDo era celebración, AFOUTEZA & CERTEÇA es inventario completo: también lo que duele.
Con Poetas del Siglo XX
Gondulfes dialoga con Gloria Fuertes en el uso de lenguaje aparentemente simple para expresar complejidad. Ambas rechazan el hermetismo y buscan comunicación directa. Pero donde Fuertes usaba humor e ironía como protección, Gondulfes se expone sin defensas.
Con Alejandra Pizarnik comparte la exploración del silencio y la fragmentación, pero Gondulfes es menos hermética. Donde Pizarnik construía poemas como enigmas, Gondulfes busca claridad emocional incluso cuando el lenguaje se fragmenta.
La conexión con Idea Vilariño (Uruguay) es evidente en poemas de espera amorosa. “Me haces mucha falta” dialoga con los poemas de ausencia de Vilariño, pero Gondulfes es más expansiva: donde Vilariño condensaba, ella enumera.
Rosario Castellanos aparece como referente en la fusión de lo personal y lo político. Ambas rechazan separar el poema íntimo del poema social. Pero Castellanos escribía desde la ironía intelectual; Gondulfes desde la urgencia visceral.
Con Ana Rossetti comparte la reivindicación del erotismo femenino. Ambas escriben el deseo sin eufemismos. La diferencia está en el tono: Rossetti es más lúdica y culturalista; Gondulfes más directa y testimonial.
Con Poetas Contemporáneas
Elena Medel: Ambas fusionan lo personal con análisis de clase y género. Pero Medel trabaja con precisión quirúrgica del lenguaje; Gondulfes con abundancia expresiva.
Vanesa Pérez-Sauquillo: Comparten compromiso político explícito y poesía del cuerpo. Pérez-Sauquillo es más conceptual; Gondulfes más confesional.
Luz Pichel: Las dos escriben desde la diáspora gallega y practican multilingüismo. Pichel es más experimental y hermética; Gondulfes más accesible emocionalmente.
Técnicas Innovadoras para Acercar la Poesía al Lector Contemporáneo
Gondulfes emplea varias estrategias que funcionan como puentes entre poesía culta y lectura popular:
- Oralidad transcrita: Los poemas suenan como voz hablando directamente al lector. El uso de vocativos (“Venga. Dale Mujer”), interjecciones (“Buff”), y sintaxis coloquial crea sensación de conversación íntima. Esto conecta con formas actuales de poesía spoken word y slam poetry.
- Emocionalidad sin filtro: En época de ironía distanciadora, Gondulfes apuesta por sinceridad radical. Dice “te amo”, “me haces falta”, “lloro mi madre” sin protecciones retóricas. Esta honestidad emocional conecta con sensibilidades contemporáneas que valoran autenticidad.
- Notas explicativas: Cuando usa palabras gallegas, añade definiciones. Esto democratiza el acceso: no asume lector erudito. Es gesto pedagógico que acerca sin condescender.
- Multilingüismo como normalidad: No presenta el gallego como exotismo sino como lengua natural que convive con español. Esto educa al lector monolingüe sin sermonearlo.
- Fechas y dedicatorias: Contextualizar poemas con fechas concretas y dedicatorias personales crea efecto de diario íntimo compartido. El lector siente que accede a intimidad real, no a construcción literaria artificiosa.
- Citas de cultura popular: Referencias a series (Outlanders), canciones, cine conviven con Cervantes y místicos. Esta horizontalidad cultural acerca a lectores que no dominan canon literario tradicional.
Opinión Personal
AFOUTEZA & CERTEÇA es un poemario necesario e imperfecto. Necesario porque en panorama de poesía española a menudo demasiado contenida, demasiado pulida, Gondulfes reivindica derecho al desbordamiento. Su poesía no pide permiso ni se disculpa: existe con la fuerza de lo que debe ser dicho.
La imperfección es tanto limitación como virtud. Hay poemas que podrían condensarse, repeticiones que no añaden intensidad, irregularidades formales que delatan falta de depuración. Pero esta rugosidad es también autenticidad: preferir verdad emocional a perfección formal.
Los mejores poemas del libro (“Tengo la memoria resbaladiza”, “A miña Mai”, “Pielando”, “Outlanders”, “Rendirse”) justifican el conjunto. Son textos que resisten relectura, que revelan matices, que se instalan en la memoria del lector. Los menos logrados se diluyen en generalidad o caen en reiteración.
La mayor virtud es la voz: genuina, reconocible, distinta. En época de homogeneización estilística, Gondulfes suena a sí misma. Su mayor debilidad es la falta de autoedición: el poemario mejoraría con treinta páginas menos, concentrando intensidad.
Recomendación
Recomiendo este poemario a:
- Lectores de poesía social que buscan compromiso sin didactismo
- Amantes de poesía confesional tipo Sharon Olds o Marie Howe
- Personas en duelo que necesitan ver el dolor articulado sin edulcoraciones
- Feministas interesadas en poesía del cuerpo y el deseo
- Gallegos de la diáspora que reconocerán sus propios desplazamientos
- Jóvenes poetas que necesitan ver que es posible escribir con pasión sin vergüenza
No lo recomiendo a lectores que buscan:
- Poesía de precisión formal absoluta
- Hermetismo intelectual
- Ironía distanciadora
- Minimalismo expresivo
Conclusión
AFOUTEZA & CERTEÇA es poemario de vida completa: no selecciona momentos hermosos sino que incluye todo, lo sublime y lo cotidiano, el grito y el susurro. Esta vocación totalizadora es su apuesta más arriesgada: quiere ser diario, manifiesto, elegía, canto erótico, denuncia política simultáneamente.
El resultado es desigual pero memorable. Gondulfes no entrará en las antologías por perfección formal pero sí por intensidad emocional y valentía expresiva. Su contribución mayor es demostrar que aún es posible escribir poesía urgente, comprometida, apasionada sin caer en panfleto o sentimentalismo.
Este libro confirma una voz necesaria en poesía española actual: la de quien escribe porque no puede no hacerlo, porque la vida desborda y necesita cauces verbales. En época de poetas profesionales que escriben con ojo puesto en premios y reconocimientos, Gondulfes escribe con urgencia de quien juega la vida en cada verso.
Valoración final: 7.5/10
Un poemario imperfecto y vivo que prefiere riesgo a seguridad, autenticidad a pulcritud. Su lectura no será cómoda ni relajante, pero sí transformadora para quien se entregue a su intensidad sin reservas.
Citas Representativas
“Quién tuviera la semilla limpia y pura
y sembrar los surcos de las mentes necias
y sus conciencias despertaran a la luz de la vida.”
—Poema fundacional que establece la poesía como acto transformador.
“Tengo la memoria resbaladiza
Se me olvidó lo que hice mañana
Lo que haré ayer”
—Juego temporal que disuelve cronología en favor de simultaneidad emotiva.
“Amo, Duelo, entonces EXISTO”
—Reescritura del cogito cartesiano: no pienso sino siento, luego soy.
“Me gusta tu piel terciopelo
Tu risa a carcajadas
(…)
Y + + por encima
Tu Franqueza mamá”
—Poema a la madre donde la celebración anticipa el duelo.
“Vivimos comprados en la cultura del hacer=consumir
Cuánto más hacemos=consumimos, más somos”
—Crítica del capitalismo que convierte sujetos en objetos.
“Escribe para no olvidarte tú que existo
Para que me recuerdes qué soy”
—Definición de la escritura como lucha contra olvido y fragmentación.
Crítica realizada por Ana María Olivares
Crítica Literaria Especializada en Poesía Contemporánea
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