Club de Poesía
julio 2 2011

David Fernández Rivera: “Nadie se empeña en entender una flor o un pedazo de hierba, por eso no entiendo demasiado por qué tratan de entender mis poemas cuando tratan de ser lo mismo”

admin

 

David Fernández Rivera (Vigo, 1986), cumple con “Sáhara” su séptima entrega poética. Se trata de un poemario que el mismo autor reconoce alejado de la razón. Charlamos con él sobre el libro y sobre sus muchas ocupaciones.

 

 

1-     ¿Cuál era tu propósito al escribir “Sáhara”?

 

En mi caso al menos, hablar de propósitos en un libro concreto sería una pregunta muy difícil de contestar. Soy un poeta reivindicativo, muchas veces temático, algunas veces lírico, pero del mismo modo que no elijo qué y cuándo voy a escribir, creo que me costaría mucho definir con exactitud un propósito para cada uno de los ejemplares.

 

Lo que sí está claro es que “Sahara” no deja de ser un paso más en mi camino dentro de la poesía, y no podemos obviar que siempre está la meta de poder aguantar un poco más, es decir, entregar un libro más a esta sociedad que prescinde de la poesía en prácticamente todos sus cometidos.

 

Así que a lo mejor, que no lo sé, el propósito último de este libro sea subjetivamente seguir vivo, y el verdadero, pues el que cada lector quiera darle en el momento que quiera buscar en él tanto o más de lo que yo he hecho  mientras lo escribía.

 

2-     ¿Cómo crees que encaja este libro dentro de tu trayectoria como poeta? ¿Cuánto tiene de continuidad y cuánto de ruptura con lo que habías hecho hasta ahora?

 

Pues encaja en lo que yo definiría como una segunda fase, rozando ya con la tercera de mi poesía, tomando el comienzo como punto de partida. En un primer momento fui un poeta muy lírico e incluso intimista, posteriormente me hice extremadamente social y temático, pero quizás en “Sahara” me he dado cuenta de que no tengo que buscar deliberadamente la crítica o el pretender cultivar en las personas, sería egoísta o vanidoso el pensar que tengo algún tipo de verdad para cambiar en los demás, así que en este libro creo, que si bien no lo he manifestado totalmente, sí me ha acercado a un concepto de poesía en el que me alejo de mí mismo e incluso de mis problemas para prescindir prácticamente de toda la subjetividad de la razón. Y así, escribiré en un lenguaje mucho más puro para mí, y como mi personalidad es crítica y ha aprendido a indignarse como motor para seguir viviendo, intrínsecamente la poesía conseguirá transmitir todo esto junto a otras muchas cosas que seguramente desconozco. Quizás “Sahara” todavía se encuentre muy verde en esto que vengo de comentarte, pero sólo el hecho de que me haya trasladado a este punto, ya es algo que merece la pena.

 

Y con relación a la continuidad, pues toda. No creo en las rupturas, a fin de cuentas, en ellas siempre se encuentra el sustrato de tu verdadera personalidad, pueden cambiar muchas cosas, pero siempre hay algo que te da una identidad propia e inquebrantable. Esta puede evolucionar o no, pero nunca romperse.

 

3-     En “Sáhara” vemos una clara apuesta por el lenguaje. Tú mismo hablas de “liberar las palabras de su intención”. Sin embargo, toda tu trayectoria has dejado claro que tu intención era comunicar, lograr la comunicación total (como tú mismo lo definiste). ¿No temes que ese uso del lenguaje apartado de su significación y su uso habitual dificulte, precisamente, la comunicación?

 

Creo que debemos derribar de una vez ese mito extremadamente social de que el lenguaje hermético y oscuro dificulte la comprensión del poema. Es más, no creo que sea problema del poeta el que una persona trate de acercarse a sus textos desde una perspectiva reduccionista y lógico matemática. En muchos de mis poemas, ese invento humano para intentar comprender nuestra propia visión del mundo y que muchos llaman razón, no existe.

 

El ser humano a la vez que crece, se va rodeando de inhibidores o candados que lo hacen ser inmune hacia todo lo que en su día lo hizo libre y que ahora ve de un modo un tanto extraño o extravagante, y ya me estoy poniendo en la perspectiva que tendría sobre nosotros cualquier otra entidad natural. Y así, el amor, la belleza o la libertad están excesivamente manipulados, quizás por ello muchos traten de entenderlo desde una razón, que ya científicamente se está demostrando que tiene unas aplicaciones muy útiles, pero también excesivamente reducidas…

 

Es más, he probado este tipo de poemas con niños e incluso con personas en estado límite, y siempre, no sólo han aprendido de modo innato a adentrarse en los poemas, sino que a su vez me hicieron las preguntas más inteligentes que recuerdo.

 

Nadie se empeña en entender una flor o un pedazo de hierba, por eso no entiendo demasiado por qué tratan de entender mis poemas cuando tratan de ser lo mismo, es más, creo que denuncian y sufren del mismo modo. Pues las flores son pisoteadas, arrancadas e incluso utilizadas como elementos de decoración… Creo que con la poesía, al menos con la de mi caudal, se hace más de lo mismo.

 

4-     Sabemos de ti que eres también actor y director y que también tocas la guitarra, pero que sobre todo te consideras poeta: ¿Qué te aporta la poesía que no te aporten otras artes?

 

Creo que aquí lo mejor sería decir la verdad más absoluta, y es que yo soy un poeta que ha pretendido transmitir su poesía a través de otros soportes, por ello no creo que haya llegado a experimentar de modo aislado la influencia filtrada de otros canales de creación.

 

Ahora bien, lo que sí puedo decirte, es que no he encontrado un modo de comunicación tan misterioso, y a la vez tan puro como el que se genera entre un lector ávido y activo y un buen poema. Al menos yo no creo que lo haya conseguido con mi música o en las representaciones teatrales. Eso sí, considero que con “Hipnosis”, mi último texto teatral, sí he conseguido expandir la magia de una representación de teatro a través de la lectura, y en ese momento es cuando la libero de todas las barreras físicas de los teatros o de la diversidad de espacios. Eso sí, y como es lógico, me he aprovechado de un camino bidireccional entre lector y papel que ya conocía demasiado bien gracias a la poesía.

 

5-     Finalmente ¿Cuáles han sido tus influencias poéticas a los largos de estos años? ¿Qué lecturas te han marcado?

 

Más que influencias deliberadamente poéticas, yo creo que he tenido influencias humanas, es decir, en algún momento, y quizás sin quererlo, mi poesía llegó a convertirse en una forma de fotografiar la realidad de las personas, animales y plantas, y quién sabe si de aquello que también está presente y no podemos ver.

 

Por ello no siempre me agrada lo que escribo, verdaderamente casi nunca. Del mismo modo que una flor puede describir el agónico alrededor que la circunda mientras yace postrada en un boulevar de la ciudad, yo no puedo dejar de describir aquello que literalmente me mata y que a fin de cuentas no deja de ser un testimonio más que puede aportar o no. Eso sí, considero que la poesía, al menos la que yo escribo junto a otros muchos autores, debería convertirse en el complemento más perfecto de los manuales de historia. Sin lugar a dudas, lo que hacemos es ser historiadores de nuestro tiempo, aunque aquello que describamos haya pasado al olvido para muchos de los que lo viven a diario.

 

Y si quieres que te mencione algún poeta, pues creo que el que más me ha influido, y quizás yo también en él, sea el autor valenciano Ángel Padilla, muy conocido en algunos círculos, pero lógicamente, y como todo genio de la poesía (parece que no aprendemos), maltratado hasta el extremo por aquellas instituciones que se llaman oficiales.

 

Puede que actualmente ni siquiera pueda convivir de un modo natural con el legado distorsionado y mercantilista que nos rodea, puede que muchas veces, y a causa de esto, mi cuerpo diga basta y tenga que cancelar funciones, pero nunca he prescindido ni puedo hacerlo de la necesidad de conversar con alguien que no sólo me entiende, sino que busca llegar más lejos con todo lo que escribimos a diario.

José Vidal Valicourt: “el sueño de Blanchot fue el de lograr una escritura colectiva y anónima, sin los lujos de los nombres propios” Angelina Jiménez: “Para escribir poesía hay que ser humilde”

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Silvia Vaquero: “Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad”

Incendiaria es el nuevo libro de nuestra escritora Silvia Vaquero.

 

P.- El fuego es una constante en algunos de tus títulos de poesía, uno de tus libros se llama Versos de fuego y este se llama Incendiaria. ¿Qué significa el fuego para ti? ¿Qué tiene de diferente y de similar estos dos libros?

 

R.- El fuego es esencial para calentar los alimentos y para mantenerse a una buena temperatura en invierno, pero también duele, quema, y si no vas con cuidado te puede hacer daño. Veo así mi relación con la persona a la que le dedico el libro, Carlos Cuevas Sisó. Es un romance muy apasionado, pero, a veces, doloroso. Como el fuego. Y, además, en octubre de 2017 hubo un incendio en Galicia que a los dos nos marcó. La diferencia es que creo que en este libro mi escritura es más madura, noto una evolución, y también he apostado por poner más poemas en catalán, y de similar tienen que ambos son muy atrevidos.

 

P.- ¿Por qué el título de Incendiaria? ¿Te han llamado alguna vez incendiaria?

 

R.- Porque soy muy así. Sí, y también me han llamado intensa y apasionada. Tengo un stellium en escorpio. Me fascinan los incendios, pueden arrasarlo todo a su paso y pueden alumbrar la oscuridad. Y la verdad es que toda mi relación con Carlos ha sido incendiaria desde el primer momento.

 

P.- Incendiaria está entre el amor y el erotismo. ¿Crees que están relacionados estos dos conceptos?

 

R.- Sí. Yo respeto a aquellos que los conciben por separado. Lo respeto, pero no lo comparto. Para mí van unidos. Sin amor no hay erotismo y sin erotismo no hay amor. No podría tener relaciones vacías de sentimiento, solo por sexo. Y no podría estar enamorada de alguien que no me atrae. Tienen que estar las dos a la vez.

 

P.-En Incendiaria tienes poemas en castellano y en catalán. ¿Con cuál de las dos lenguas te sientes más a gusto con tu escritura? ¿Cada poema te pide un idioma?

 

R.- En castellano me veo más suelta porque es mi lengua materna. En catalán a veces me quedo: ¿qué? ¿No se dice que “olores bé”? ¿No se dice que una cosa t’apreta? Y no, no se dice “hueles bien” porque es “fas bona olor” y no se dice “t’apreta” porque es “t’estreny” … Pero sí, cada poema me pide un idioma. Puedo escribir “l’incendi” y decir “il·lusió”, y me encanta el uso de la ele apóstrofo y de la ele geminada. Me ha gustado combinar los dos. Soy bilingüe. Con mi padre siempre he hablado y hablo en catalán. Es divertido jugar con las dos lenguas, y las dos tienen palabras y letras cargadas de sensualidad.

 

P.- Pasión es quizás la palabra que mejor define tu libro Incendiaria. ¿Pones pasión en todo lo que haces? ¿Por qué es tan importante la pasión en tu poesía?

 

R.- Sí, y seguramente haré más poemarios en los que fuego tendrá un papel importante porque está muy presente en mi vida. Pongo pasión en todo lo que hago, sobre todo si lo que hago es escribir poesía. Cada día escribo un poema. La pasión es muy importante en mi poesía porque así lo es en mi vida, y la poesía no deja de ser un reflejo de mi vida. Y a mí todo o me encanta al nivel de obsesionarme o lo detesto. No me quedo a medias tintas. No soy fría porque no me sale. Va en mi naturaleza. Me nace siempre arder.

 

P.- Incendiaria es tu sexto libro de poesía. Una trayectoria ya larga para una joven poeta. ¿Qué significado tiene para ti la poesía?

 

R.- Sí. Me decían el otro día que había publicado mucho para lo joven que soy. Y pensé en todos los poetas que murieron a los treinta años como Rimbaud, John Keats, Sylvia Plath… Todos ellos con libros de poesía increíbles a sus espaldas. Hay que aprovechar el tiempo. No sabemos cuándo nos vamos a morir. Seis libros tampoco son tantos, espero escribir muchos más y vivir mucho. La poesía para mí significa expresar lo que siento yendo a la esencia de lo que siento y utilizando un lenguaje desnudo para mostrarlo. En la prosa veo que tengo que entretenerme en definiciones, en describir, en el clima, en la atmósfera, escenificar, resumir, cada escena es en un espacio diferente… Y en la poesía vas al núcleo de tu emoción y punto, sin más.

INCENDIARIA
INCENDIARIA

- book1 1 300x284 -Título: INCENDIARIA

Autor: SILVIA VAQUERO

 

 

Año de Publicación: 2023

 

Editorial: Poesía eres tú

http://www.poesiaerestu.com

 

ISBN-13: 978-84-18893-54-4

 

 

PVP: 15 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 134

 

 

 

 

 

RESEÑA:

 

Incendiaria es un poemario que te quema en las manos. Verso a verso las llamas te envuelven.

Es un libro de poesía pasional fruto del enamoramiento intenso de la poeta.

El primer amor, el despertar sexual, ardor, sentimientos a flor de piel, erotismo, sensibilidad y emociones desnudas rezuman de este libro de pura poesía honesta, descarnada y libre de artificios. El corazón de la autora abierto, latiendo sin control. En definitiva: fuego.

Entrevistas

Francisco Delgado-Iribarren: “La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza”

Francisco Delgado-Iribarren Cruz es el autor de El pescador de haikus, su segundo libro de haikus tras El cazador de haikus.

 

P.- ¿Es El pescador Haikus la segunda parte de El cazador de haikus?

R.- Sí. Como suelo decir, son hermanos. Isabel Ramos escribe en el prólogo que son hermanos mellizos, que no gemelos, mientras que yo escribo en la solapa que El cazador es el hermano mayor de El pescador. De lo que no cabe duda es de que son hermanos de un mismo padre, que soy yo, el autor, y de una misma madre, que es la musa de los haikus.

 

P.- ¿Por qué esta segunda entrega?

R.- Mi romance con la musa de los haikus fue muy fructífero, hasta el punto que entre los dos concebimos unos trescientos de ellos. Pensé que cien era la dosis adecuada para cada libro. Eso significa que aún tengo más de cien posibles haikus inéditos en mi ordenador. Son algo así como los óvulos guardados en el congelador, para más adelante, quizá.

 

P.- El pescador de haikus tiene su origen en África, ¿qué relación tiene con este continente y como lo escribiste (durante tu viaje, después del viaje)?

R.- Un buen número de los haikus están escritos en África, como ya sucede en El cazador. En concreto, en la costa keniana, adonde me han llevado el amor y la literatura. Mombasa ha sido una ciudad de poetas durante siglos, al menos eso dice la Lonely Planet, y yo tenía que sumarme a su nómina. En Mombasa me casé mientras concebía este libro y en Lamu, otro enclave suajili de Kenia, viví mi luna de miel, reflejada en los últimos cinco haikus.

Pero también hay haikus escritos en Madrid, Valencia, Benicasim, en un tren o en un avión. Lo bueno de los haikus es que se pueden escribir en un periquete; incluso aunque no tengas un cuaderno a mano (que yo lo suelo tener), es muy fácil retenerlos en la memoria.

Fue a mi vuelta a España cuando hice la selección y ordenación definitivas.

 

P.- En El pesador de haikus aparecen muchos elementos de la naturaleza que se repiten en tus poemas: Luna, noche, playa, mar. ¿La naturaleza te inspira a escribir?

R.- Muchísimo. La naturaleza me aporta quietud y paz, armonía y belleza… las necesarias para escribir haikus. Hay que tener en cuenta que, originalmente, los haikus japoneses pretenden la plasmación de una imagen o suceso de la naturaleza. Además, la naturaleza me ayuda a conectar con la espiritualidad, con mi conciencia profunda.

Particularmente, el mar, la playa, la noche y la luna me inspiran de manera especial. Me pasa como a Serrat, que nací en el Mediterráneo. Aunque yo en Valencia, no en Barcelona. Nací en la calle Manuel Candela, a dos kilómetros del mar. Yo también tengo alma de marinero y algunas otras de las características que canta Serrat en Mediterráneo.

 

P.- Hay una historia de amor o de desamor en El pescador de haikus que conduce a la soledad del poeta. ¿Cómo es ese proceso que inspira al poeta?

R.- Tanto en El cazador como en El pescador se mezclan haikus de amor y desamor, junto con otros sentimientos. Los haikus hablan de distintas personas que están en mi corazón y me producen sentimientos diversos. Yo siempre he pensado, como luego escuché decir a Borges, que un artista es alguien que transforma su experiencia en arte. Cuando cogí el truco a los haikus, de forma natural empleé esta forma métrica para dar salida a mucho de lo que tenía por expresar. Esto hace que pueda estar escribiendo en el mismo poemario sobre un amor del presente y un desamor del pasado.

 

P.- Me resulta inevitable preguntar si estás trabajando en otro libro o hay una pausa tras El pescador haikus.

R.- Llevo tiempo trabajando en una novela… Pero ya se sabe que las novelas llevan su tiempo. En cuanto a poesía, sigo escribiendo poemas con métrica y con rima, y ya vislumbro un poemario solo de amor, sin ninguna canción desesperada.

EL PESCADOR DE HAIKUS
EL PESCADOR DE HAIKUS

EL PESCADOR DE HAIKUS

- book1 -Título: EL PESCADOR DE HAIKUS

 

Autor: FRANCISCO DELGADO-IRIBARREN CRUZ

https://nuestrosescritores.com/franciscodelgado-iribarrencruz/

 

Año de Publicación: 2022

Colección: Poesía

 

ISBN-13: 978-84-18566-31-8

 

Editorial: Rilke

http://edicionesrilke.com

 

PVP: 12 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 114

 

 

 

RESEÑA:

 

El pescador es hermano mellizo, que no gemelo, de El cazador, y sigue su estela de estrofas potentes y evocadoras. Francisco es observador y sensible, de ahí sus haikus precisos y elegantes. Es un poeta del desamor que busca el amor perfecto sin quimeras, y va a encontrarlo en África… En medio del amor que inunda el poemario, emergen también sus desvelos, el pesar por el dolor ajeno, la conciencia del paso del tiempo… (Prólogo de Isabel Ramos)

Entrevistas, Noticias

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Los 12 mejores libros de poesía del año 2.022

Como todos los años la Asociación de editores de poesía (A.E.P.) emite un listado de libros recomendados para su lectura. Son libros que conviene leer porque son una selección de los editores. Es una ocasión única para estar en la actualidad de la poesía.

- LibroRecomendado2022 scaled -

 

- 1 -

1.- Vivir ante todo, de Miguel Galanes

Ed. Vitruvio

9788412587463

20 €

- 2 -

2. Al borde, de José Corredor-Matheos

Ed. Tusquets

9788411071819

15 €

- 3 -

3. Un año y tres meses, de Luis García Montero.

Ed. Tusquets

9788411071475

16,90 €

- 4 -

4. 25-33, de Santiago López Navia

Ed. Visor

9788498954678

12 €

- 5 -

5. Tierra llana, de Francisco J. Castañón

Ed. Vitruvio

9788412587401

15 €

- 6 -

6. Cuaderno de septiembre, de Juan Gabriel Vázquez

Ed. Visor

9788498954739

12 €

- 7 -

7. Lujurias y Apocalipsis, de Luis Antonio de Villena

Ed. Visor

9788498954708

12 €

- 8 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

8. Las infancias sonoras, de Nuria Ortega Riba

Ed. Rialp

9788432160769

10 €

- 9 -

9. La trama del cielo, de José Félix Olalla

Ed. Vitruvio

9788412529623
11,98 €

- 10 -

10. Clamor en la memoria, de Dionisia García

Ed. Renacimiento

9788419231871

15,90 €

- 11 -

11. La cárcel del silencio, de Alberto Lendinez

Ed. Rilke

9788418566295

12 €

- 12 -

12. Égloga del Órbigo y otros poemas, de Jose Carlos Turrado

Editorial Poesía eres tú

9788418893377

12 €

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