Tempest – Bob Dylan

Una primera escucha de «Tempest» de Dylan (salió hace meses, pero el día a día no me había dejado oírlo) deja el regusto de lo conocido en el paladar. Para bien y para mal. Escuchar a Dylan es oír a un viejo amigo. Uno cada vez más viejo. No sé si cada vez más sabio. Algo acomodado, eso seguro. Un día Bob volverá a hacer una obra maestra y no sabremos distinguirla por esa manía de los críticos de calificar como aurífero todo lo que el de Minessota hace, toca, sueña.

De acuerdo: Bob borracho canta, toca y escribe mejor que la mayor parte de músicos sobrios. Aun así, esa corriente de ritmos válidos, pero sin riesgo en la que ha entrado desde «Love and Theft» cansa. Gusta, pero cansa. Por ejemplo, «Narrow way» y «Early Roman Kings» suenan igual que «Lonesome day». No son la misma canción, claro, pero si están cortadas por el mismo patrón, que también aparecía en otros cortes de «Modern Times» que ahora no recuerdo. Igualmente, «Tin Ángel» podría ser «Ain´t Talking». Y así con muchas. De hecho, en los últimos años tengo la sensación de estar escuchando, una y otra vez, disco a disco, variantes de «Love and Theft».

Curiosamente, el disco peor valorado de Dylan en los últimos años fue aquel en el que se salió un poco de la carretera: «Together Trough Life». No era, cierto, un gran disco, pero era un buen intento de gran disco.

No sé. Echo de menos al Bob que me desarmó, ya mayor, con «Things Have Changed», el que en directo tocará estas mismas canciones de «Tempest» de un modo arrollador, distinto, genial. El que ha compuesto «Duquesne Whistle» y «Pay in Bloood», de largo, las dos mejores canciones del disco junto con ese aire irlandés y versificación arriesgada de la propia «Tempest». El que escribió hace ya más de diez años «Mississippi», esa sí, una canción genial. Entre otras cosas, porque entonces «Love and Theft» sí sonaba a nuevo, a sacudida (dentro de sus patrones clásicos).

Pero Dylan siempre ha sido así: coge una senda, la investiga, la estruja y luego se va a otro lado. Pasó con el gospel y el reggeae, con el folk y el rock psicodélico y pasará, si le da tiempo, con ésta. Veremos cuándo acaba y a dónde le lleva.

P.S: Uno a veces dice cosas imprudentes como las de aquí arriba. Me retracto de una en concreto: «Together Trogh Life» sí es un gran disco. Lo he vuelto a escuchar y hay canciones como «I feel a change coming on» realmente buenas. Y sí, suena distinto a los últimos discos de Bob. Esa presencia del acordeón, un aire fronterizo…mejor que «Tempest» (al menos, hoy).

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