Comentario de "Libro de Familia" de Félix Grande

Después de cuatro décadas de silencio poético – siexceptuamos los poemas que ha ido añadiendo a ese cajón de sastre llamado “Lanoria” que se ha ido publicando en las sucesivas revisiones de sus obrascompletas – Félix Grande ha publicado “Libro de Familia” (Visor, 2011), un poemario libre ybello. Libre porque en él Félix se ha permitido todo tipo de atrevimientos,pasando de la rima al verso libre, del verso corto al largo y de éste a laprosa, de un tema personal a una historiografía del Flamenco, todo ello unido poruna voz, la del poeta, que no puede ocultar que está tratando, tal y comoseñala el libro, sus asuntos familiares.
Con familiares, eso sí, no hay que entender sólo personas ymucho menos personas consanguíneas del autor. Se trata, más bien, de un monumentoa aquellas distintas obsesiones – el lenguaje, el Flamenco, el amor, el miedoprimigenio del ser humano, la pasión por las palabras, Vallejo, Machado, Bach,…– que han ido acompañando a Félix lo largo de su vida. Hasta tal punto estelibro supone una reunión de las grandes obsesiones del autor que, si sacáramosde la cuenta, “Las rubáiyátas de Horacio Martín”, esta obra podría ser unaantología de todos los grandes temas que Félix ha tratado durante sus libros –poéticos y en prosa –, reuniendo, además, todos los estilos e influencias –Vallejo, Machado, Rosales – que el poeta más ha frecuentado a lo largo de suvida.
Debido a esto, el libro da la sensación, a veces, de unadespedida con prórroga, un ajuste de cuentas con el pasado que, a la vez, prometeque el siempre que le queda a Félix Grande estará lleno de poesía y también defelicidad o, al menos, de tranquilidad, pues el libro, que parte de un pasadotrágico termina en todos sus poemas con un aliento de esperanza, como un árbolde raíces trágicas que acabara dando un fruto optimista y esperanzador. Un libro que se parece, en suma, a lo que elautor atribuye en la propia obra al Flamenco o a la música de Bach: del dolorcompartido hacen consuelo. Así, Félix ha hecho de su dolor, un empujón hacia ladicha, hacia la calma.
En cuanto al lenguaje, el libro mezcla como ya hemos dichotodo tipo de versificaciones – hasta llegar a la prosa – y también todo tipo detipos del lenguaje, desde el más coloquial hasta el más culto. Igualmente,neologismos como “compasióname” o “misericórdiame” comparten mantel conarcaísmos como “aquestas”. Una muestra más de la libertad con la que se hacreado este poemario y a la que hacíamos referencia más arriba.
El libro se abre con “Grupo escolar” que supone el diálogo delautor con el niño que fue, tratando de consolarle de su miedo dándole la visióndel futuro al que ha llegado ese niño para, así, poder consolarse a sí mismo enel presente.
“Danos por fin la paz que necesitas
para envejecer despacito y morir sonriendo”.
El siguiente poema se titula “Polifónica tarde a tempo enniebla” y, como su nombre indica, es un cuadro en el que varios sonidos – elpensamiento del autor, un libro de poemas que llega, la mujer del autortosiendo en la habitación – ayudan a componer un breve decorado (se trata delpoemas más breve del libro) cargado de emoción y de amor por la mujer y por laspalabras.
“Péndulo Santo”, el siguiente poema, es, precisamente, unpoema de amor dedicado a la memoria del medio siglo de matrimonio con su mujer.No se trata, claro, de un poema de amor adolescente, pasional, sino de ladescripción de una vida común que tiene más de cincuenta años y que continúa enla vejez.
Precisamente a la vejez – así se titula el poema, “vejez” –está dedicado el siguiente poema, de nuevo centrado en la vida marital despuésde tanto tiempo y en la conciencia de la cercanía de la muerte. Destaca en estepoema la placidez de que hace gala o intenta alcanzar el poeta pese a losproblemas del pasado y pese a esa certeza de la muerte acechante. En este poemadedica a su mujer versos tales como: “calcio monumental de todo el esqueleto demi vida” o “pongo a tus pies todo lo que me queda”. Tanto este poema como elanterior recoge uno de los temas fundamentales del libro: el amor después demedio siglo de convivencia y cuando la muerte se presiente cercana. Un amoraliviado de cargas, de sufrimientos, que busca la placidez en el siempre que lequeda.
Sigue el libro con “el madrigal del odio muerto” que es lahistoria de la dolorosa reconciliación del autor con su madre ya muerta. Madrea la que se ha llegado a odiar. Madre cuyo marido luchó en la Guerra Civil yque sufrió el resto de su vida, debido a esa guerra, episodios de histeria quela hacían amenazar con el suicidio o derretirse de miedo cada vez que un trueno– confundido por ella con una bomba – taladraba el cielo. Se trata de un poemaejecutado en forma de diálogo en el que se mezclan los versos largos y cortoscon la prosa para dar lugar a un poema largo, cargado de sentimiento y de dolorante la rememoración de aquellos episodios de la guerra y de la posguerra, consus traumas, su sangre y su dolor.
“Don Antonio Machado escribe el último poema de su vida”rinde homenaje a uno de los familiares poéticos más mencionados por FélixGrande durante toda su vida: Antonio Machado. Quizás la mayor influencia delautor junto con Vallejo. El poema narra como, camino del exilio en Francia, lamadre de Machado pregunta: “¿Llegaremos pronto a Sevilla?”, lo que sirve alpoeta para hilvanar con una historia que Machado contó en un artículo para “ElSol” y que narraba como sus padres se habían conocido en Sevilla gracias a unacontecimiento fantástico: el remontar del río por un grupo de delfines.
“Criatura de dolor”, que arranca en la página 63 y llega ala 109, es el poema central y más largo del libro. Se trata de un homenaje alFlamenco, la otra gran familia de Félix Grande quien es reconocido flamencólogo(Cuenta con un Premio Nacional de Flamencología) y que describe aquí el recorridorealizado por esa “criatura de dolor” desde las cavernas hasta nuestros días.
Félix describe aquí el Flamenco como un “océano de dolor yperdón transfigurado en lenguaje y consuelo”. Y más adelante señala:
“Su profesor era el dolor
la tristeza su pentagrama
y su metrómono una furia
enjabelgada de piedad”
Se trata pues, según Félix, de una música nacida del miedo ydada como consuelo para el miedo:
“Quien no tiene miedo, ¿qué sabe
de lo sagrado de la música?”
Una sección de este largo poema (Páginas 85 a 93) estándedicadas a la poesía flamenca, otra de las grandes obsesiones de Félix y a laque ha dedicado su último libro de investigación, titulado precisamente así:“Poesía flamenca”, escrito junto a José Martínez. A continuación, aparece lafigura de Vallejo, clave como hemos dicho en la formación poética del autor yque es presentado aquí como poeta flamenco culto.
El poema continúa con un homenaje a la guitarra – el propioFélix fue guitarrista hasta que, según sus propias palabras, Paco de Lucía echóa la cuneta de a miles de guitarristas, incluido a él – en el que se deja verque el Flamenco, además de consuelo, ha sido un ejemplo y una doctrina de vida,basada en el orgullo y la ética de los menesterosos y los sufridores:
“Los que todo lo tienen y tenían
qué saben qué sabrán y qué sabían?
Sabían sembrar ortigas peste y miedo
señalando a los pobres con el dedo”.
Y más adelante:
“Y a la fatalidad y a su destino
los combaten con música y con vino”.
Endecasílabos pareados que más adelante vuelven a insistiren el Flamenco como música nacida del dolor:
“¿qué, si no el dolor, les dio la llave
de abrir cuanto en la vida canta y cabe?
A partir de la página 99 el poema comienza una genealogíadel cante y del flamenco, presentado como un manantial que es dejado enherencia de generación en generación y que a todas sirve de consuelo.
El siguiente poema, titulado “Ante tu tono me presento”,trabaja un tema muy similar. En este caso el protagonista es Johann SebastianBach cuya música, como el flamenco, nace del dolor – Bach enterró a once hijosy a una mujer – para convertirse en consoladoar, en “limosna de alegrías”.Música que también comparte con el Flamenco el haber sido creada gracias alcalor de las tabernas y del bullicio popular. El poema, largo aunque no tantocomo el anterior, supone un recuento de los logros de Bach e incluye momentospuntuales como el agasajo al músico con una opípara cena celebrada por lospróceres del momento. El poema incluye, casi al final, un soneto a modo dehomenaje y compendio.
Tanto este poema como el anterior – aunque un poco todos –parecen tener algo de memorándum, de resume de las pasiones más importantes deFélix a lo largo de su vida, las que más consuelo le han traído y sobre las quemás ha trabajado y aprendido.
En todo caso, este poema a Bach o el anterior al Flamenco noson sólo un homenaje. Para ello, hubieran bastado menos líneas. Parecetratarse, más bien, de un intento de dignificar la labor desapercibida ydolorosa de pobres que, andando el tiempo, han demostrado haber sido genios,así como de mostrar los frutos de la humildad en el arte y dar gracias con todolujo de detalles a una música que para el autor ha sido refugio y consuelo. Laextensión demuestra, además, que Félix ha querido darse un lujo y no dejarsenada en el tintero, aún a riesgo de que la extensión pudiera suponer unproblema para algunos lectores.
Finaliza este poema a Bach con un particular padrenuestro enel que se pide al músico clemencia por la humanidad.
“El desterrado de la Espasa” es uno de los mejores poemasdel libro y diríamos del autor. Publicado ya por una revista literaria quecompilaba poemas de su mujer – Francisca Aguirre – a la memoria de cuyo padreestá dedicado, se trata de un texto dolorido, pero esperanzador, espejo de lacrueldad humana, pero lleno de fe en ésta.
Asesinado en 1942 por el régimen franquista mediante elcruel método del garrote vil, Lorenzo Aguirre fue, además, eliminado de laEspasa, donde su nombre figuraba por ser un reconocido pintor. En el poema,Félix llega a los pies de su cadalso a pedirle la mano de su hija y a contarle,como hiciera en el primer poema a su yo del pasado, que pese al dolor, elhambre y la guerra, todo se ha desarrollado bien: llegó la democracia,Francisca y él tuvieron una hija lúcida y con memoria, tanto él como sushermanos quieren mucho “a paquita”…en definitiva, trata de llevar consuelo a lamemoria de un condenado, quizás para hacerle saber que su muerte no fue enbalde y que, al final, como dice el poema, tanto él como el padre del autor,ganaron: “No pudieron con usted Don Lorenzo”.
También el siguiente poema, “Yeros”, parte de esa idea detratar de consolar el presente calmando al niño del pasado. En este caso, elpoeta se enfrenta al niño que fue, a la casa de la infancia, marcada por lapobreza y hace recuento, para consolarse, de todo lo que ha ido reuniendo a lolargo de la vida:
“La paca, Guadalupe, mis hermanos,
mis cuñadas, mi gente, mis maestros, mis amigos,
mi Hispanoamérica, mi Kafka,
mi idioma sacrosanto, mis artistas flamencos,
mis consuelos de músicas juntas como una lágrima,
mi monedero de felicidad, mis céntimos de honor,
mi vejez suntuosa…”
Estos versos pueden servir, además, para resumir la temáticade este libro: las pasiones (posesiones) y consuelos de Félix en su vejez ypara enfrentar no sólo su futuro, sino sobre todo su pasado, quedando en pazcon él.
Finalmente, “hijopaterno de mí”, vuelve a hablar al niño dela posguerra, muerto de hambre, cerrando así el libro de una manera circular,casi cuatro mil versos después. Se trata, como en el primer poema y en losanteriores, de reconciliarse con su pasado:
“fui forajido de mi infancia: tuve
miedo de ti: de tú rotundidez”
le dice Félix al niño que fue.
Se trata, en suma, de un libro largo, que rememora y haceinventario de algunos de los temas claves en la biografía y bibliografía deFélix, presentados aquí no sólo como “conocimiento”, sino como consuelo alfinal de la vida y para enfrentar un pasado con el que hasta hace poco el poetaparecía estar reñido.
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