Me para un emigrante por la calle, lloroso. Me pide dinero para volver a Alcalá de Henares. No llevo encima, pero vuelvo al trabajo, cojo la cartera y le doy tres euros, con el estomago todavía tenso de tristeza, indignación y culpa.
Leo …
Me para un emigrante por la calle, lloroso. Me pide dinero para volver a Alcalá de Henares. No llevo encima, pero vuelvo al trabajo, cojo la cartera y le doy tres euros, con el estomago todavía tenso de tristeza, indignación y culpa.
Leo …