Si usted cobra cuatrocientos euros de prestación por desempleo, pero se le ocurre hacer una chapucilla a un vecino y cobrarla en negro, irá a la cárcel por estafador y delincuente. Ahora, si usted legaliza, amnistía fiscal mediante, once millones de euros desde una cuenta en Suiza, es probable que su proceso se alargue tanto, que muera en su cama. Y en el interludio, siempre podrá usted disfrutar de sus riquezas en Francia, esquiando y bebiendo champán, por ejemplo.
Porque aquí, lo de ir a la cárcel y lo de ser un delincuente o un honorable político sin mácula, depende de cuántos millones tengas, de cuántos millones te hayan votado o de quién sea tu abogado y cuánto pagues por tu indulto. Los de seguridad vial, por ejemplo, se venden baratitos. Un tercer grado y sueldo a cargo del contribuyente como Carromero, está al alcance de cualquier bolsillo. Y si matas a alguien y te meten trece años de prisión, a los diez estás en la calle siempre que elijas el bufete de abogados adecuado. Todo maravilloso, bonito, estupendo.
Y es que se nota que empezamos a remontar. La prima sube y el paro también, pero remontamos, aunque no sepamos qué ni hacia dónde.
Y lo mejor es cómo prospera la marca España en el extranjero. Porque las manifestaciones son malísimas para nuestra imagen en el exterior, ahora, tener un Presidente sospechoso de defraudador y de mafioso sólo puede beneficiar a nuestra economía. Hoy, por ejemplo, Mariano va a Alemania a decirle a Merkel que afloje el bolsillo. ¿Ustedes se imaginan la escena?
– Oye, Ángela, chata, que necesito unos cuantos miles de millones, que está la gente de España pasándolas canutas
-¿Y no será que con la crisis han bajado tus ingresos, Mariano, y por eso te preocupas?
-No te entiendo, Ángela. Y mira que yo hablo un inglés perfecto. Que ya me lo dice mi cuñado, que es el que me da clases.
– Lo decía por esos sobre-sueldos que te acusan de haber cobrado.
-Ah, eso. Pero se lo ha inventado el PSOE, mujer. Es todo mentira. Bueno, todo no. Parece que lo de Pío es verdad. Y lo De Burgo. Bueno, y lo de Basta Ya. Y creo que también lo de Jaume Matas y lo de algún otro. Pero lo mío no. Lo mío es mentira.
Por los cojones voy a darte yo un duro más, pensará la Merkel. Y con razón.
Pero bueno. La cosa está entretenida, al menos. A mí, que quieren que les diga, lo que más me consuela es la vehemencia con la que Rajoy aseguró que no dimitirá. Me recordó a la vehemencia con la que hace nada decía que no subiría el IVA, que no habría copago o que con él España iría de puta madre.
En nada, ha dejado el cargo. Él es un hombre de palabra.