escritor

Poemas

OTOÑO

 

La hojarasca reseca de vida, marchita en su velo,

acaricia la búsqueda de reposo en el lecho.

Sentenciada a la llaga del suelo maltrecho,

hipnotizada en la cripta de su propio pellejo.

 

La vida de margen entre la luz de lo verso,

y la oscuridad de las tablas, es un díscolo perverso.

Su crueldad inusitada, incapaz de promulgar celo,

remueve las mentes, conmueve el resuello.

 

Todas las heridas perdidas, carentes de techo,

sofocan las tristezas de un destino sin viento.

Las vísceras muertas, del alma de lo eterno,

resoplan con certeza, de lo efímero a lo obsceno.

 

¿Has visto la orden de culminar lo perplejo?,

esa es tu agrietada vida , vivida en los cerros.

Cuando llegue la verdad, cuando te encuentres tan lejos,

recuerda el arrullo de la soledad inconexa del abrazo del tiempo.

TRISTEZA

 

Fuego helado, caer de la lluvia, apagar de un cigarro,

día sin noche, noche sin sueño, lentitud de mi carro.

Recuerdos perdidos, historial, sentimientos que narro,

adheridos a la consciencia, inconsciencia de barro.

 

Noche, oscuridad, vida de deshoras de tristezas en un tarro,

incapacidad de visión, de sentimientos muertos que desgarro.

Melancolía intachable, orgullo erecto, ¿es esta la vida sin sarro?,

donde la luz es tenue hallo la armonía, el contraluz es sacro.

 

Queja del lamento con grito ahogado, disciplina dividida,

cambio la rima, si bemol música de cámara, porque está sostenida.

Donde las palabras fallan, expresarte con el alma te ayudaría,

el que tuvo halló, el que no retuvo en su final retendría.

 

Vida sin ego, existencia vacía, apocalipsis total de mi propia herejía,

años de soledad, sí elegida, ¿es el final de esta hipocresía?

Estado de ánimo, de resistencia vampírica, dorsales y profecías,

la evolución es imparable, las calles llenas, vacías las autovías.

vacías las autovías.

FURIA DE DIOS

 

Atenaza a los mortales, disgrega sus ilusiones,

disemina su palabra, anteponiendo resoluciones.

Destruye lo sueños, la existencia en religiones,

mordaza de prepotencia, cargada de perversiones.

 

Misericordia perdida, grupo de alusiones,

desesperanza extendida en sucios barracones.

Pobreza de los principios arrancados a jirones,

crueldad maldita de nuestros antecesores.

 

Realidad bendita no libre de especulaciones,

mandato divino, sin lugar a pretensiones.

Destrucción de los hombres, de sus perdones,

ocaso de bienhechores, cincelados sin dones.

 

Realidad ficticia de acreedores,

plagas de furia contra los pecadores.

Palanca del mundo, azote de los sin razones,

estigmas de los que existen, aguantando revelaciones.

DESPERTAR DE CONCIENCIA

 

A través la de ventana veo la miseria,

tocados del alma, enfermos de difteria.

Encadenados a ira llena de histeria,

encrucijada de caminos directos al ¿qué seria?

 

Caminando por las calles, envueltos en carbón,

desatino instantáneo de recuerdos y tesón.

Café matutino, puntos de terrón,

noticias en la radio, alistamiento al batallón.

 

Miscelánea sentimental, abiertas a la meditación,

el cómo, el cuándo, el dónde cubiertos de abrasión.

Oficina de reclutamiento, sabor de húmeda habitación,

llegó el culminante momento de pasar a la acción.