I
Parcialmente Asceta

 

No hay sinopsis que sea necesaria,

el viento en el atlas ya fue antaño entendido.

Tranquilo, no hay intenciones, para eso no te escribo.

Solamente quiero que escuches que tu llanto no fue único.

Aún te debía una disculpa, con un principal suplico:

 

Infante no cambiante de voz ahogada,

son siglos pasados los que combatimos.

Arcángel protector de corazón pedante,

rememórame un último instante, antes de pudrirnos.

 

 

Parcialmente Asceta del libro AUDIATUR ET ALTERA PARS de Leb Clic para tuitear

III
Trece

 

Con el coraje adquirido de un rasgado acústico,

convives, leve, con el peso de un segundo permanente.

Sin el sello carcelero de un ideal dogmático,

aguardas, cambiante, en la sombra del crepúsculo de tu mente.

 

Moldeado con el más flexible mármol candente,

avanzas, firme, en la competición de una lucha interminable.

Desprovisto del sentir de una duda impertinente,

observas, impávido, en los límites de un mundo poco afable.

 

Defensor de torreones en llamas sin baluarte,

jugador de faroles más que inalcanzables,

profeta de destinos por ti cambiantes,

 

huye de la pesadumbre indescifrable

y combate la mano que tienes delante.

Tú, que eres insaciable.

 

TRECE del libro AUDIATUR ET ALTERA PARS de Leb Clic para tuitear

 

VIII
Paris

 

CARA

 

Nubes futuras, allí donde me vierto.

Nunca fui de las que se emocionan viviendo.

Ensoñaciones presentes, mi lugar certero.

La abstracción y la lanza siguen siendo mis sargentos.

 

Luces celestiales, mi corta vida.

La soledad como el guerrero y su partida.

Solidaridad insaciable, mi fuerza amplía.

El sacrificio como regalo de despedida.

 

Mundo oscuro, principios claros:

ética, política, guerra y muerte

ni arte, ni amor, ni dicha o suerte.

Con la memoria escrita se devuelve el pago.

 

No obstante,

nuestro octubre dejó un único regalo,

te empeñaste y luchaste en dármelo:

París de ratas en mi recuerdo estaba lleno

pero, tú, quisiste ofrecerme su encuentro.

 

París como el mundo, París como suelo,

París como imagen de lo que no es eterno.

Paris como sangre, Paris como ego,

Paris como lo que se destruye y resurge a destiempo.

 

París del libro AUDIATUR ET ALTERA PARS de Leb Clic para tuitear

II
Ocho

 

Acarreo la rúbrica amarga de un cinismo roto

en el memento del despertar más cuerdo,

de un pensamiento que se resquebraja solo

como si del horizonte huyera el extranjero.

 

Traigo flores de un inerte campo abierto

para aquel que aspire a pronunciar su cólera y lloro,

siendo este el primero que obtiene el cabal acierto

de un examen que supure del alma alboroto.

 

Despojo del silencio su perfecto diamante

con el penoso afán de soportar mi muda:

triste infeliz de piezas cortantes,

 

apártate de aquello que no sea sutura

con el fin de hallar en tu engendro el talante

sin reconocer que un día proclamaste la meritocracia como tuya.

 

Diario de un refugiado del libro AUDIATUR ET ALTERA PARS de Leb Clic para tuitear

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