Nostalgia

 

Las tinieblas que tiñen mi corazón,

la oscuridad que habita en mis entrañas,

la soledad como guía y timón,

las heridas que rompen mi alma,

la guerra como principal emblema,

la existencia como personal batalla.

 

Peleo con la coraza donde habito,

mis rosas están ya marchitadas,

Dios no responde a mis gritos,

a pesar de esperar impaciente su llamada.

En el espejo no me encuentro

y mi yo se encuentra donde no debo nada.

 

Mis problemas se llaman complejos,

y se apellidan nostalgia.

 

 

 

Nostalgia del libro Rosas de noviembre de Juan Moreno Ramos Share on X

Ella

 

Salgo con ella, y ella me acompaña;
indulgente y esperanzada en borrar
los hilos de araña que un día dieron
calor y tejieron una coraza de hierro
contra los perfumes de la primavera

y contra los embarazos de afrodita.
Ella, que siempre todo lo consiguió,
por su perseverancia y dedicación
hoy se ve desesperada ante un ser
superdotado en la virtud de la soledad infinita.

Ella, busca algo que la permita
introducirse en su cuerpo, para
así formar un todo etéreo e inhumano.
Ella, que en el bullicio es silencio,
que es determinista ante el azar,

que es materia en el frío y sombra
oscura azabache en agosto,
es la esperanza del que todo lo ha perdido,
es el beso que brota en labios afligidos
y es olvido para mis recuerdos olvidados.

 

Ella del libro Rosas de noviembre de Juan Moreno Ramos Share on X

 

Invierno

 

Pensando en las nubes que me visitan,

sintiendo las tormentas que las acompañan,

y que susurran en lo más hondo de mis entrañas,

que mi corazón muere, que ya no palpita.

 

En el fondo es algo que no me irrita,

pues para mi razón la muerte no es extraña,

a todos nos visita la guadaña

y toda flor con el frío se marchita.

 

 

Invierno del libro Rosas de noviembre de Juan Moreno Ramos Share on X

Esperanza marchita

 

Desfallecí ante la lumbre,

en la cumbre de la nostalgia,

ya no hay nada que relumbre,

solo mugre que surge en el cerco

donde un día florecía esperanza.

 

Hasta las manos lloraron;

ellas, solo fueron mandadas,

arrancarla no deseaban.

Ahora, la consciencia les condena,

cuando recuerdan la savia derramada

y las espinas en sus dedos clavadas.

 

Roja flor, cuyo color vida daba,

se ve en el arriate sus hojas marchitadas;

donde ahora hay tierra,

las abejas hace un tiempo se peleaban;

donde antes el agua regaba,

hoy solo quedan gotas de dolor saladas.

 

 

 

Esperanza marchita del libro Rosas de noviembre de Juan Moreno Ramos Share on X

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