Liberación
Corazón.
¡Ay! Corazón desierto.
Deja que lo riegue
con la hermosa regadera
que me regaló tu madre.
Corazón.
¡Ay! Corazón desierto.
Deja que te meta
en un jardín de rosas
rojas y blancas
para que te robe
el corazón.
Corazón.
¡Ay! Corazón desierto.
Deja que sea libre
para amarte siempre
aunque estés lejos.
Los ojos me clavaron
en el mismo lugar
donde me desposé.
Los párpados se cerraron
y abriéndolos los corté
y vieron el amor que abrigué.
Besos, besos, y besos
en los ojos, ojos, ojos
y en los labios, labios, labios.
También; siempre me acordaré.
Acuérdate que beso que des
en los ojos se guardará
y en los labios florecerá
acuérdate, jamás olvídate.
Lo veo todo en blanco
¿Será rojo o verde?
¿No sé?
Blanco por el hospital
o el uniforme del médico.
Rojo por mi corazón
que ya sólo se alimenta
de ti, de tu tranquilidad
de tu mismo porvenir.
Y verde por esa pradera
que existe sobre la tierra
roja de corazones.
Todo se funde en mis pasos
pasos hechos de este calidoscopio
pasos que solo quieren
llegar a caminar por la
alfombra rosa de un
no resuelto y libre porvenir.
Cielo, lluvia y arco
nunca tuvieron espacio,
en el ancho y largo mundo.
Montañas de abril
aguas y gargantas de mayo
fugaz luz de verano.
Se traducen en la catarata
de tú pelo: cabello negro
que brilla naranja en la fuente.
Echo anclas en Ávila
desde el hospital te quiero
y te amarro con laureles
de alegría, alegría de Prometeo.
Alzo mis brazos al sol
y vuelo con tu viento
con mi amor en la Paz
y mi amistad en el camino.
Nunca vi igual visión:
Matriz de padres e hijas
llevadas al más humano
sentimiento de amigo.