I

 

Anoche soñé que tenía que traspasar unas murallas, eran tan altas y yo tan pequeño, que la mejor manera que encontré para atravesarlas fue sobre un avión de papel. Al entrar vi gigantes, intenté luchar con ellos pero eran demasiado fuertes. A lo lejos vi como el sol era tapado por cientos de aviones de papel que venían en mi ayuda.

 

No recuerdo nada más de aquel sueño, no recuerdo más de aquellos gigantes, solo sé que si afrontas los problemas con ayuda, son menos problemas.

 

 

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XI

 

Algunas personas creen que un cuerpo perfecto es aquel estereotipo marcado por una sociedad llena de prejuicios y obsesionada por la imagen.

 

Pero el cuerpo perfecto, no es aquel que hace que se giren todos a mirarlo, sino aquel que hace que te gires tú. Ese cuerpo que te hace sentir auténtico.

 

 

 

 

XI del libro ALAS PARA VER, OJOS PARA VOLAR de FERNANDO VEGA GÓMEZ Clic para tuitear

 

XXII

 

Ante mí se abre un camino,

parece sencillo, solo tengo que andar.

Pero como un buen amigo

no siempre te dice lo que quieres escuchar.

 

Pero observo, y tengo otros senderos,

puede que sean algo más duros

o puede que resulten sencillos

pero solo lo sabré, si camino por ellos.

 

En ocasiones renunciar a lo conocido

no nos lleva a peores situaciones

solo a otro tipo de emociones

o puede, que sea algo ya vivido.

 

XXII de ALAS PARA VER, OJOS PARA VOLAR de FERNANDO VEGA GÓMEZ Clic para tuitear

XLIV

 

Escucha ese saxofón, escucha como el aire fluye por el y sale en forma de nostalgia, alegría, o qué sé yo… escucha, solo escucha y cierra los ojos, dejarás de oír para empezar a ver. Verás que la mujer de la segunda fila está llorando mientras oye esa melodía, no sabes si de alegría o de tristeza. Lo que sí sabes, es que la próxima vez que escuches esa melodía, y cierres los ojos, la verás a ella. La verás llorando en la segunda fila y así, formará parte de ti.

 

XLIV del libro ALAS PARA VER, OJOS PARA VOLAR de FERNANDO VEGA GÓMEZ Clic para tuitear

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