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Plegaria de un marinero

Plegaria de un marinero

 

Hice de la mar mi casa.

Todos los días navego.

La mar como manta a mis pies.

Y techo el azul del cielo.

Las estrellas como guía.

Y mi pequeño barquito pesquero.

 

Los colores de mi barco.

Como las olas y el mar.

Verde azul y blanco.

Franjas negras y desgastado casco.

Y al frente unas palabras.

Que siempre vine pensando.

Lo llamé “Mi voluntad”.

 

Mi virgencita del Carmen.

Que oigas mi plegaria quiero.

De este hombre cansado y roto.

De este viejo marinero.

Que te pide como alma en pena.

Paz, armonía y consuelo.

Porque mi alma de miedo está llena.

 

Salimos de madrugada.

El destino es mar adentro.

La mar está calmada.

Cubierto de nubes el cielo.

Te rezo madre esta plegaria.

A la orilla del estero.

Mirando hacia el horizonte.

 

 

Y pensando con amargura

Si a mi casa algún día vuelvo.

 

Mi tripulación a la brisa canta.

Las redes están preparadas.

La familia nos despide.

Con lloros y caras amargas.

Sabiendo que día a día.

Sus maridos no llegaran.

De sus vidas que sería.

 

Te pido virgen del Carmen.

Cuando estemos tan lejos.

Que si mi barco zozobra.

Con la fuerza fiera del viento.

Ampares a mi familia, a mis amigos y a mi pueblo.

Pescadores de nacimiento,

y a mi tripulación y a mí.

Que siempre te hemos venerado.

Llévanos allí contigo.

Y velaremos a tu lado.

A los demás marineros.

Que el mar se viene llevando.