XII

Mis entrañas se revuelven y suelo hacerlas caso.

Me regalas buenas líneas pero malos sueños de edredón. Vete y no vuelvas, prefiero escribir como un idiota que agradecerte mi inspiración, que se vende barata cuando te asomas como si nada.

Si vienes que sea para quedarte en mi colchón, aún me acuerdo dónde tienes los lunares, avísame si quieres saber si han cambiado de posición.