Saturación

 

Todo parece haber sido dicho ya,

escrito pintado esculpido.

Todo parece haber sido ya retratado,

filmado grabado sentido,

comprado agotado vendido.

 

Anda el asombro malherido ya,

pues dice haberlo visto todo,

oído probado tocado ya todo.

Resbala hacia un tedio sin fondo,

luego asciende noctámbulo, saturado,

y de nuevo hacia abajo vencido.

 

¿Hay algo que agite el alma?

¿Puede despertar la mirada todavía?

Sentir, recobrar la calma.

Vivir, la fugaz alegría.

Soslayar el tiempo, respirar,

olvidar su atroz tiranía,

existir y dejarlo pasar.

¿Sirve de algo la poesía?

 

Saturación del libro Mi primavera contra el mundo de David Sánchez-Valverde Montero Clic para tuitear

Rutina

 

Rutina, monocorde canción,

metálica esfera sin salida.

Lo sabe mi corazón,

idéntica huella día y día,

gentes, rostros, voces, escenas,

gris teatro del hastío,

festín de desilusión y pena,

impotencia, desaliento,

náusea sartreana (y aún sonrío),

¿no hay nada más en este intento?

 

La trampa se ha sellado,

la red es muy tupida,

me hallarán enloquecido un día,

fuera de mí, perdido,

incapaz de dar un paso más,

vencido por el diáfano absurdo,

buscando siempre una mirada

en este escenario alucinado,

un recoveco, la posibilidad,

si no en este mundo,

más allá.

 

Concretemos pues el caso:

¿cuál es el argumento de esta historia?,

¿existe una historia acaso?

 

 

RUTINA del libro Mi primavera contra el mundo de David Sánchez-Valverde Montero Clic para tuitear

Un poco más viejo

 

Ya lo advirtió Demócrito:

un mar de desvelos sin fin.

Escuché tarde al de Abdera…

 

Mi hijo comenzó a llorar…

frente a mí: sus lágrimas afloraron

por puro rebosamiento del dolor;

la presión desbordaba su mente

y se extendía la pena en derredor.

Tras una fracción de segundo

percibí el halo de la tristeza,

su alcance, su impacto,

y nítidamente, como otras veces,

sentí cómo yo envejecía:

mi alma se contrajo entonces,

encajando el golpe del desaliento,

y después lo hizo el corazón,

acogiendo el trazo de una nueva herida.

 

Un poco más viejo de Mi primavera contra el mundo de David Sánchez-Valverde Montero Clic para tuitear

Hay algo en tu silencio

 

En estos últimos días

hay algo en tu silencio;

algo en tu callar que me aterra.

Una tristeza, un hastío, una levedad,

es espeso, negro y sabe a tierra:

el vértigo de mi propia soledad.

 

 

 

Siempre mi soberbia sin sentido

de dar las cosas por sentadas, seguras,

sólidas, invariables, merecidas,

y no es cierto ni el próximo latido.

 

Maldita mi fría ingratitud,

que me velas la magia del momento,

la fortuna del amor en cada instante,

y me olvido de lo fácil que es perderlo.

 

Pero la tempestad parece imparable

y ya tira mis armas por el suelo.

Me levantaré una y otra vez,

solo por no perder tus manos, tus ojos,

perderlo todo, extraviarme por entero.

 

Hay algo en tu silencio del libro Mi primavera contra el mundo de David Sánchez-Valverde Montero Clic para tuitear

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