Una año después de publicar «Entre dioses y peones» pensé: «demasiado sencilla. Demasiado fácil». Lo había hecho adrede, claro, pero eso no evitaba que tuviera ya entonces cierta sensación de duda respecto a la calidad de la novela – y lo peor e…
Una año después de publicar «Entre dioses y peones» pensé: «demasiado sencilla. Demasiado fácil». Lo había hecho adrede, claro, pero eso no evitaba que tuviera ya entonces cierta sensación de duda respecto a la calidad de la novela – y lo peor e…