Si esto fuera un recorrido cronológico, tal vez estuviéramos empezando por el final. Al menos, por uno de los finales. La música negra estadounidense —base de la mayor parte del rock que se ha hecho después tanto en inglés como en castellano— fructificó de Sur a Norte, del Delta hacia las ciudades industriales, en paralelo a un proceso de emigración del campo a la ciudad similar al que sufrieron todas las sociedades occidentales por la misma época. El Sur agrícola se fue vaciando y el Norte industrial fue descubriendo una tradición sonora que provenía directamente de la época esclavista y que se había contagiado de la música de la frontera con México, de la música Cajún, del Jazz y de otras muchas fuentes.
Pero vayamos con Little Walter.