Poesía del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE. El escritor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE El poeta nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
sin materia;
señal de nada
inducida al viento.
Yo,
curioso de mí mismo,
siento en mí el latido
extremado
que me señala en su ritmo
cómo se cae el tiempo.
Y me duermo
sin saber
si ya
estoy muerto
o si continuo viviendo
más allá del entorno
que quiere ceñirme,
amortajándome el cuerpo.
Surcos vacíos del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE Compartir en X
—no yo en él—
que lo levanto en mi idea
hasta que lo alcanza el otro,
que lo completa.
Le doy la forma que quiere,
que desea,
unificándola con otros
hasta dejarla ya plena.
Solo entonces,
y no previo,
dios es el Dios que nos crea,
porque siempre, un poco antes,
nosotros
le dimos su real existencia.
Dios no es, está en mí del libro INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE Compartir en X
precisa,
como fondo del cuadro.
Emerge altiva, compacta,
firme
como un seno de mujer.
Creo ver, o a tal vez me lo imagino,
sus perfiles naturales,
sus señales de arboleda, jara, maleza,
algún caminillo que serpea
al hilo del ascenso.
Muda, quieta,
como una verruga
que le sale a la tierra,
permanece.
La montaña es eso.
Una afirmación de la naturaleza
que está ahí, como enseñanza
de las cosas que nunca se comprenden.
Se perfila nítida de INTERMITENCIAS de MIGUEL ÁNGEL BAAMONDE Compartir en X
CEMENTERIO MUNICIPAL
Están todos.
Los propios,
los extraños,
aquellos que incluso no se conocen
o están ya olvidados.
Largas filas de nombres
silenciosos, que,
sin embargo,
nos dicen
que si nosotros somos algo
es porque ellos
se adelantaron.
Y el olvido en el que quedan,
arrinconados,
lo rompemos, contritos,
un día señalado
cada año.