Poemas

 

 

La aseada

 

Vida caprichosa, loca y bien culta.

Desprendida con fresa y miel aseada.

Como eres bella toma mi balada.

Brindo y rezo sol, a la flor que abulta.

 

Si donas dulces me debes citar.

Cuando te palpo te quiero ligar.

Y así, con luz, lo tengo que migar.

Y hecho ya ¡Qué bonito recitar¡

 

Blanca y trabajadora ¡Esta camisa!

Ajustado como blanco ribete,

sin fango raso, con natas de giba.

 

Memorial de exuberancia en repisa.

Colores en admirado moflete.

Muy contento el soneto limpio, se iba.

 

 

La burrada

 

Con soberbias, las quejas a zampar.

Y en comedimiento , todo es falso.

Con lo zaino, la verdad al cadalso.

Y allí, lo cínico se va a campar.

 

Sinceras patadas del franco mulo.

Sopapo y rabia con lo gutural.

El ducho cancela lo cultural.

Y burro y borracho con cachirulo.

 

Y al justo lo aporrean con litigio.

Y al que no moja lo quieren secar.

Y al santo le nombran Maquiavélico.

 

Así, que lo piadoso al sufragio.

Que todos los locos a defecar.

Y en el altar, la miel del angélico.

 

 

El consumido

 

Me doblega y consume la mentira.

Intolerancia hiriente y punzante.

De sombras, tronco batido y rasante.

Armazón enjuto y… ¡Mi alma no tira!

 

 

Engañado con dolor e incisión.

Con soberbia me alumbra la magaña,

y conmigo trabaja la guadaña.

Son títeres que lanzan represión.

 

Capitaneado por él, yo me laso.

No se da gabán al ser desgarbado.

Cochambrosos, menoscabos… ¡Al hoyo!

 

Ni a Dios ni a Satanás se hace caso.

Corambre párvulo, ya sindicado.

Del regimiento flaco, soy caloyo.

 

 

El ocio

 

La inacción, nos trae declinación

ilustre para el cuerpo. La inocente

fiesta, coloca al paisano decente

en flagrante tío sin educación.

 

Éxtasis de todo humano en festejos

expresivos con luz ¡Viva la holganza

con pompa! Ya acabada la labranza:

pitanzas, juegos y lindos reflejos.

 

Para el cachondeo no hay filípica

ni lirón. La linfa es el reflejo

de la hermandad sin la calamidad.

 

La guasa y la excitación, es típica

en la Tierra. Nos vemos con espejo,

que muestra juerga con solemnidad.

 

 

El sucesor

 

El que se fue y largó, qué bueno y homérico.

El que llegó, siniestro y delincuente

en su mandar. El relevo es frecuente.

Y en la muda por ley, llegó el satírico.

 

Y el devorador, trajo el homicidio

a la razón. Y es algo parecido

y equivalente a un mamón crecido,

que quiere holocausto y un genocidio.

 

El idóneo pasado ¡Qué distinto

era Dios mío! Todo era bueno y válido,

cálido ¡Sí! Y todos con el sinónimo.

 

 

Ahora, borracheras crueles con tinto.

Jefe perro con delito y de pálido

Templo. Y sin amor, truena lo antónimo.

 

 

El talento

 

Son pocos los que tienen la excelencia,

la genialidad y el percibir llano.

Con su invento erradican lo villano,

ven lo roto y no quieren la indolencia.

 

En un santiamén él se hace paciente.

Y en la investigación, no a claudicar.

Su erudición se pone a predicar,

cuando se ha descubierto algo reciente.

 

Contra lo oculto se debe ser terco.

Y el ingenio soberbio, con prudencia

arrasa lo malicioso con tilde.

 

Quien no tiene luces, queda sin cerco.

Grita con lágrimas ¡Fuera ausencia!

Se sepa o no, se debe ser humilde.

 

 

Himno a la vida

 

Creación verde, de agua, tierra y acople.

Desmesuradamente, las alturas

con astros y cielos, dan partituras,

y vientos para que sople.

 

Espíritus negros en la barbaridad.

Ser humano, bueno, de estudio y ciencia,

e impuro matón con la pestilencia

que ahoga la serenidad.

 

La hermandad cordial, debe ser la apuesta.

Y la lucha contra el mal, nuestra adoración.

Suspender a la injusticia con la pasión,

prohibirla, y aportar fiesta.

 

Nacer y ser correcto, no es la suerte.

Los dioses y Dios, dan sol y comida,

y calaveras, también flor y vida,

y amor. Adiós y ser fuerte.