Viaje abstracto
¿Qué dirías si te pidiese que me vendases los ojos
y que me llevases a ciegas en tu góndola
hacia el no sé donde
del principio de la aurora boreal?
De esa manera no tendrías por qué temer
que yo aprendiese de memoria la ruta,
por si me tentase volver sola
para quitarle algún destello de color
al pincel de ese revontulet.
¿Y si al volver de allí te propusiera
que nos fuéramos, cogidos de la mano,
por el paseo infinito de la aurora austral
hasta dar con la diosa del amor?
La respuesta está en el crepúsculo
que cuelga en tu mirada,
esencias de jazmín
flotan en los destellos de tu pupila,
ya me dirás cuando
he de cruzar los ínter espacios
para sentarnos en el tejado del cielo.
Me pregunto si esta lluvia soy yo
Me pregunto si esta lluvia soy yo,
en mi deseo torrencial de deshacerme
en chaparrón sobre tu cuerpo,
en desvergonzadas caricias,
gota a gota,
hasta lo más profundo
de los exóticos oasis de tu piel.
Tu ausencia hace que mis ansias de ti
se derrumben como castillos de arena
y que mis recuerdos reinventen
la estructura de tus besos.
Me pregunto si esta lluvia soy yo
en mi deseo de envolver tu cuerpo en el mío,
de empaparte de mis ganas de ti
y de ponerte en éxtasis de amor,
hasta la médula.
En la distancia
Me parece que todo lo que tocas, se marchita o se muere
y si eso, por la naturaleza de tu ser, de veras así lo fuere,
me marcharía a vivir a los abismos de los mares del ocaso,
aunque enamorada de ti, pero en la distancia, por si acaso…
Peregrinaje en la noche
¡Cómo peregrina en la noche mi añoranza por ti y cómo sollozan sus olas
de agua dulce, al confluir en el océano donde nacen las estrellas!
Quizás llegues a tiempo al cruce de sus mareas ardientes y bellas,
para naufragar entrelazados, en la costa enamorada de mi bahía de lágrimas.
La sintonía del amor
Otra llameante noche de pasión en blanco…
Los cuerpos sedientos, rematan la geometría
de nuestro amor y sólo al sentir el tacto
de tu piel derramando su textura en la mía,
todos mis sentidos comienzan a vibrar
y a musitar en nuestra híbrida seda tu nombre
que deletreamos murmurando hasta la luz del día,
la luna ya nos había brindado la estrella polar
antes de irse a velar, entre tanta muchedumbre,
a otros desenfrenados amantes, para presenciar
con su cortejo celestial, la misma tierna sintonía.
Pan y amor
Esos besos míos, seguían esgrimiendo ávidos rosales de fuego sobre tus labios,
ardían en pétalos por todas partes y nos ensangrentaban sus espinas,
pero daba igual, yo seguía abrazándote, ahogándome en la arena de tus silencios
y en el polvo de sus cenizas, me quemaban todas sus chispas malignas.
Dime por favor, qué fue de mis besos, a quién se los prestaste,
ya no reconozco su sabor y no arde en llamas mi emoción, carece de color,
es tarde ya para una respuesta, no es a mí a quien traicionaste,
te perdiste tú, yo me volví a encontrar y empezaré de cero, con pan y amor.
Metamorfosis
Parece ser que somos almas gemelas,
que yo soy tu mitad,
que tú eres el eco del amor que te espera en mis adentros con los brazos abiertos,
que yo soy tu prolongación al infinito y tú eres el hogar de mi corazón vagabundo,
adoro tus dedos al acariciar la luz de mis ojos,
al dibujar fugaces besos en la Vía láctea de mi cuerpo,
ansío el trémulo de nuestra piel conjunta chispeando en la meteórica luz de la chimenea,
deseo que se pare el tiempo por un instante indefinido,
para que te conviertas en mí
y yo llegue a ser Tu metamorfosis,
que pueda sorber hasta el último hálito, el néctar de tus abrazos,
que me vaya arrastrando sumisa, sobre tu cuerpo,
mujer serpiente en busca de su dragón, suplicando por más,
mi encantador,
mi todo…
El amor lleva tu nombre,
si nos separamos, seremos toda la vida, dos infelices incompletos.