Tiene sentido, vale la pena
aún con la amargura, aún con las preguntas que nadie responde,
caminar los senderos agridulces.
Me duelen los pies de aquellos caminantes,
la llaga que no me cura,
el lodo que entorpece los pasos, el polvo irrespirable,
hasta el agua que yo me bebo.
Y así seguimos, me acompañas, recodos zarzas o puertas.
Buscando un mundo capaz incluso de nada,
ese cíclope que todos alimentamos y que ya no me asusta
si tomo tu mano.
Comprender no importa
cuando sabes que los colores son todos excepto cada uno,
como la negación absoluta de las cosas,
pero ahí están, vienen brillan y hablan,
iluminan las miradas, los senderos, cada instante…
Quiero seguir mañana porque tiene sentido
si tomo tu mano.
Poema: Niña infinita
jrc
