Carta de un alma a su huésped; a un gorrón

 

De sangre y vino decoro mis venas.

Y de ellas supuran gotas, que como lágrimas discurren en vital sintonía.

Que escriben lo que mi psique, —lo más íntimo de mi ser, lo que yo hasta de mí desconozco—

quiere manifestar

como desterrado de lo más banal que compone mi persona, aflora lo más esencial; lo único que realmente me convierte en lo que yo soy.

Porque como tímido sollozo, mi alma acongojada quiere gritar más allá de estas paredes;

que, estructuradas desde la base más superflua, conforman la materia.

Que no hace más que mostrar a los ajenos un ser arquetípico, que realmente no hace sino esconder mis verdaderas razones del porque estoy.

Por ello, hoy he decidido desmantelar este genocidio sentimental. Y mostrar a este viciado mundo lo que soy, y no lo que ellos se han propuesto que sea.

 

 

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Lucha

 

Humedad, que agarrotas mis días.
Lluvia, ¿acaso tratas de ahogar mis alegrías?
Semblante de eterna sonrisa.
Pues si no hay Sol,
tú eres Lorenzo entre sombría.
No pararé de abanderar esta causa tan justa.
Que es la de ensalzar la vida
enarbolando ilusiones
al son del brindis
que con vosotros, padres, amigos;

y tú,
la que de ilusiones contagia mis días.

 

 

 

Lucha del libro DESDE MI ALMA TOCada de Ignacio Monfort González Clic para tuitear

¡En las noches

En las noches me dejo embaucar por las musas;

porque es en las noches, cuando me fuerzan a mantenerme en vela.

Anda mi caletre revuelta,

profiriendo mil ideas,

que se vuelcan ensuciando el pálido papiro,

con sus corrompidos versos.

Insomne,

es la soledad

la que motiva mis anhelos.

Y la tristeza, la que vuelve mi lucha,

en hastío.

 

En las nochesdel libro Desde mi alma TOCada de Ignacio Monfort González Clic para tuitear

Savia (familia)

 

No soy hombre de banderas,
pero si por un color muriera,
sería por el rojo que fluye entre mis venas.
Las únicas fronteras que me frenan,
son las que impiden
emerger a los actos que os duelan.
No aplico lo que me ordenan,
ni soy un tipo marcial;
pues solo soy sumiso
a lo que mi latir
suplica.

Mi patria tiene dos ejércitos,
batallando por una misma razón
de lucha.
Y soy fruto,
de ese árbol
donde fluye la savia de dos sangres,
que confluyen en mi esencia.
(En mis entrañas no hay dicotomías:
Ni de madre ni de padre,
sino de los dos).

 

 

 

 

Savia (familia) del libro DESDE MI ALMA TOCada de Ignacio Monfort González Clic para tuitear