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Allá en la lejanía

Allá en la lejanía

 

Allá en la lejanía.

Los grandes expertos comentan.

Que la mujer más hermosa.

Más alegre y salerosa.

Es la mujer malagueña.

Que quita las penas del alma mía.

Y mi sonrisa despierta.

 

De Cádiz las gaditanas.

Nacidas de sal y arena.

Su pelo acaracolado.

Dejan al viento volar.

Cuando sube la marea.

Perfuman las olas del mar.

 

A ti mujer de Sevilla.

Gracia de mujer gitana.

Amores te salen mil.

Cuando te vistes galana.

Con tus labios de carmín.

Forjando tu cuerpo estampado.

Llegando la feria de abril.

 

Ay mujer cordobesa.

Tu tez oscura y serena.

Tus ojos negro azabache.

Tu terso pelo moreno.

Que mis amores deslumbran.

Cuando brilla en la luna llena.

 

 

 

Mujer del campo en Jaén.

Danzando entre tus olivares.

Tu boca de dulce aceituna.

Comiendo a la luz de la luna.

Manjares de mis manjares.

 

De Almería la alegría.

En tus caderas desierto.

Verde de tu vegetal.

Azul de tu dulce mar.

Andares de tus andares.

Labios de fruta fresca.

Que acompañan mi mesa.

Pa cuando quiera besarte.

Mi boca perfumes de fresa.

 

Ay mi criatura de Huelva.

Tu cuerpo es como el fandango.

Cuando te miro y te miro.

Mis ojos se quedan clavados.

Como la hierba al espino.

Que a diario viene besando.

 

A la mujer granadina.

Qué garbo tiene en su cuerpo.

Sus manos de concha fina.

Apresuran mi despecho.

Cuando en la plaza desfilan.

Con ese aire torero.

Mi corazón se acelera.

Y me lleva al matadero.

Aunque mi alma respira.

Por ella a diario muero.

 

Decirles a las demás mujeres.

De otros lugares otras tierras.

Que, aunque no las pronuncie.

Bellas son todas ellas.

Porque nací gaditano.

Andalucía es mi tierra.

Y muero por mis hermanos.