Archivo mensual: febrero 2018
CORAZÓN
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CORAZÓN
Corpúsculo etéreo
que habita en mi centro
¿por qué hoy no te siento?
Tu ausencia es la excusa
de un capricho irreverente.
Añoro el presente,
que es mío, es nuestro.
¿Por qué hoy no te encuentro?
Te escabulles
entre el robín de grietas profundas;
apareces
de entre la locura que enreda la mente.
Amo,
te rindes.
Y vivo,
y no vivo…
al son de tu latido,
corazón.
UNO EN TI
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UNO EN TI
Más allá del cuerpo.
Vivo en ti.
En este vacío inerte
que cobra vida al tenerte.
Surcando noches en vela.
Sueño en ti.
Anhelo ser quien no era,
tú te reinventas en mí.
Inspirándome en tu aliento.
Respiro en ti.
Expiro la luz que brota
y fluye vívida en mi adentro.
Fusión de una misma esencia.
Existo en ti.
Venciendo la resistencia
de reconocerte en mí.
Descendiente de la mente.
Pienso en ti.
Me rindo al ser, al presente.
Se aleja este sinvivir…
me entrego al sinsentido
de existir unidos.
Expansión que late
a Corazón abierto.
Siento en ti.
SOMOS UNO
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SOMOS UNO
No estuve allí
pero mi corazón se expande
a través de ti.
Percibo el cambio.
A ti también te llega,
está pasando.
Nada es aparte:
somos el Todo, el Uno
en un mismo encaje.
Tú puedes verlo.
Acércate al de al lado,
comparte el verbo,
Dame tu mano.
Olvídate del cómo,
del quién, del cuándo.
¿Sientes la magia?
Es el Amor del mundo
que se contagia.
PAUSA
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PAUSA
En el estrépito de una pausa nueva,
trato de reinventarme,
a ciegas.
A veces, en blanco,
borrón sin enmienda.
En la incertidumbre hostil
de quien con nada comienza.
Escucho gritos
en el silencio;
respuestas sin pregunta;
calma, desesperación.
Inmersa en el murmullo sordo
de una nueva pausa,
me observo en evolución.
LA MAGIA QUE HAY EN TI
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LA MAGIA QUE HAY EN TI
Y te detienes…
nada te falta,
la vida te sabe a poco.
Todo lo tienes,
nada te sacia.
Y te detienes.
Tu alrededor
gira inmune a tu sentir.
Te marea el carrusel incansable
de una feria atemporal
que te atrapa en su rutina.
Presa de la incertidumbre,
dudas:
¿una vuelta más
o me bajo de esta vida?
¡Y te detienes!
En la boca,
el miedo te sabe a hiel.
En tu adentro,
algo te invita
a ignorar lo amargo
y a escuchar la piel
que grita en silencio:
¡Por Dios, detente!
Estás a tiempo de ver
que nada es urgente.
Te sientes perdida.
Más fácil seguir
que cambiar de vida.
Y al fin te detienes…
el mundo te sobra,
la vida te sacia.
Se acabó la huida.
¡Que empiece la magia!
LA VOZ
LA VOZ
Me pides mi voz…
tu voz, la Voz.
Escucho hacia adentro
qué ocurre en mi centro.
Oigo el ajetreo,
miles de palabras,
¿son tuyas?, ¿son mías?
¿son de quien habla?
Me entrego
al rumor agridulce
de una letanía.
¡Lo siento! No es mía.
Es solo el zumbido
de una habladuría.
Mentiras, creencias
voces impostadas
que tapan la ausencia
de la Voz que grita
la verdad en esencia.
¡Esa sí que es mía!
Es tuya, es nuestra.
Es la voz del alma
en acto de presencia.
¿Quieres escucharla?
Atiende hacia adentro
qué ocurre en tu centro
y la Voz, te habla.
HOY
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HOY
Me recreo en el pasado,
los recuerdos me persiguen.
Me abalanzo hacia el futuro,
las creencias me avasallan.
Experimento este instante
en un mundo que no existe.
Ni futuro ni pasado,
ni recuerdo ni inventado.
Simplemente lo que Soy,
consciencia de mi presente
que dice adiós a la mente
y vive, solamente, hoy.
COINCIDENCIAS
COINCIDENCIAS
Coincidir,
rumbo a ninguna parte.
En la estrecha oscuridad
de la metrópolis,
en la inmensa claridad
de tus anhelos,
en la tristeza profunda
de mis duelos,
en la serenidad eterna
de adorarte.
No necesito
aferrarte a mis anclajes;
tan solo amarte
sin filtros, sin medida…
¡Qué coincidencia
elegir el mismo viaje!
MANIPULACIÓN
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MANIPULACIÓN
Escucho en silencio tu adolecer.
Retengo el ansia
de acogerte de nuevo en mis entrañas,
cobijarte en mis brazos,
ofrecerte el calor de mi pecho.
Revuelta en mis adentros,
clamo un instante de honestidad.
Integro que no es el frío lo que te duele.
¡Eres tan bella, mujer!
A la fuerza,
te resulta hiriente
trasmutar la niña
que gestó mi vientre.
Y quiero acunarte,
cantarte una nana
que alivie tu llanto.
Este amor es tanto,
que de tanto amarte
sucumbo a la trampa
de manipularte.
No atiendas al ego,
atiende a la madre
que siente, que sabe
que el amor no es eso:
te entrego a la vida,
acepto el proceso.
¡Tanto amor me cabe!
Confío, confieso,
regreso a lo incierto.
Me entrego a la espera,
como fuera antes,
otras muchas veces.
Subo al escenario
que alumbró tu esencia.
Aprendo el guion:
no me perteneces.