I

 

Lloras, mujer, por tu pasado,

turbio, áspero y rehuido

cayendo la noche

duermes en estos páramos

desolados de tu alma.

¿De qué huyes?

Sabes que tu pasado ya ha acabado

y que el futuro es oscuro

como la piel del grillo,

pero renaces de tus caídas

entre tanto páramo yermo

de tu alma.

Llueven lágrimas

de fe

que has perdido

buscando el norte

de tu vida,

amada mía,

no intentes encontrar razón

entre tanta desazón

que invade tus sueños

sin saber exactamente qué hacer.

 

 

 

I del libro NO RIMAS de DAVID MARTÍNEZ LÓPEZ DE SILANES Share on X

X

 

Deja de engañarte.

Todo termina en esta vida,

y algún día, no sabrás cuando,

dejarás de quererla,

y ella dejará de quererte,

es ley de vida.

Deja de engañarte,

las cosas buenas tienen fecha de caducidad,

por mucha media naranja que sea

tú eres tu propia mitad

y no te hace falta completarte,

eres pleno en tus defectos y virtudes,

no necesitas que nadie te complete.

Deja de tratar de engañarte,

sabemos los dos que todo se acaba,

algunas veces pronto, otras veces tarde,

pero deja de tratar de demostrarte que esto va a durar hasta el final

porque hasta los viejos se cansan de su esposa.

 

Y recuerda bien lo que te digo,

porque una vida no es eterna,

y el amor se esfuma,

por eso deja de decir que durará para siempre,

porque las cenizas se las lleva el viento

y el final siempre se acerca aunque no quieras verlo.

 

 

 

X del libro NO RIMAS de DAVID MARTÍNEZ LÓPEZ DE SILANES Share on X

 

 

XXIII

 

Otra mañana soleada

y sigo estando solo.

Ni una oportunidad tuve,

quizás nunca la pude tener,

y yo sigo aquí, esperando,

viendo mi sombra crecer.

Ya pasaron varias horas,

y bajo el sol del mediodía

sigo esperando una sombra

al lado de la mía.

Arde todo en este infierno

que mi vida se ha convertido,

me canso, voy y me siento,

a ver cómo pasa el día.

Quizás me siga doliendo,

otra bici que pasa dirección a ninguna parte.

Hay silencio.

Canta la chicharra,

miro al cielo

y pienso:

“qué bonita sería la vida

si no viviera en este infierno”.

Me callo.

Calle en silencio.

Sigue ardiendo el entorno,

y no pasan las horas

de este mediodía.

 

XXIII de NO RIMAS de DAVID MARTÍNEZ LÓPEZ DE SILANES Share on X

 

XXXI

 

En la puerta de al lado.

La juventud vive

en la puerta de al lado.

El silencio, el sosiego claman

en la puerta de al lado.

Se oyen pasos

tras la puerta de al lado.

Y yo la miro y sigue siendo

la puerta de al lado.

Rascan las paredes

en la puerta de al lado,

y un ruido estridente suena

en la puerta de al lado.

No me atrevo a preguntar,

más de un viejo lo decía,

todo lo que pasa es anormal

en la puerta de al lado.

Y siempre me dirán y les digo,

les ruego por favor que no miren,

que no abran, que no pasen

tras la puerta de al lado.

.

 

XXXI del libro NO RIMAS de DAVID MARTÍNEZ LÓPEZ DE SILANES Share on X

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