escritor

Poemas

Arrancaría cada botón de tu camisa y rozaría con mis dedos tu piel, hasta donde estuviera prohibido escribirte… Y que la música nos balancee hasta el suelo.
Jugar como adolescentes, mirarte como si lo hubiésemos conocido todo y tocarte como si todo lo tuviese que aprender de nuevo.
Sentir que el pasado se desvanece y amarte como si no existiera futuro, susurrando tu nombre al oído y quedarnos solos ante la inmensidad que nos une.
Borrar cada sueño que te desnudó y suspirar otra primera vez…
Decir te quiero teniéndote sin tenerte, caminar juntos la distancia y cerrar mis ojos después de ver el brillo de los tuyos.

Texto1


 

Hoy volvemos a encontrarnos después de tantas noches frías donde las 4 sombras sufrieron la tiranía.
Tú con tu envoltorio negro y yo tatuándome en tus caderas como adolescente esperando una primera vez.
Tu identidad sellada en el alma y una “m” grabándose debajo de mi piel con acero de los mil grados que bebo al verte.
Sufrí la muerte tocando a otra y fue tan áspera la espera q solo sentiré los dedos al acariciarte de nuevo.
Que el sucio dinero no sea capaz de pagar nuestras miradas y que nuestro abrazo nos marque hasta el fin de nuestros días.
Las mil veces que hemos conversado servirán para habernos conocido y en cada poro de tu piel escribiré con sentimientos tu poesía cada vez que estemos solos.
Me desnudaré cada día que te desnude y volveremos a ser uno.


 

A tan solo un minuto de verte subo la escalera hacia un relato que escribo cada día al rozarte. Me encarcelo con madera seca que acusa sobre mí la idea de permitirme perderte.
La luz se detiene con el viento de tu ida y mis sueños comienzan la partida con tu visita.
Me asfixia el techo que se disfraza de nubes donde nos amamos y donde derramamos sobre el café cada perspectiva.
El hielo sudado se acuesta a tan solo unos metros y vestirá nuestro encuentro cuando salga de nuevo el sol bajo tu ventana.


 

Soñé que te soñaba y me perdí en una melodía que aún no encuentro.
Fallé porque te soñé frágil y que vinieras conmigo, al anochecer de mi cama, me acarició al cerrar los ojos mientras la calma venció a mi inquietud de una respiración acelerada que te busca y te empuja tan lejos de mí.
Mi cuerpo se acaba rindiendo y vuelves a aparecer como de costumbre para no decir ni hacer nada. Simplemente cuelgas los abrigos del miedo tras la puerta. Todo el universo se detiene para escuchar y a mí tan solo se me antoja besarte y desnudarte aunque en tu falda descanse mi sueño.

Texto22


 

X
Desear tus ojos frente a mi silla.
Inventar un segundo de tu voz.
Viendo luz la cueva oscura… salir.
Inquieto el capricho sintiéndote.
Ninguna pérdida con el tiempo.
Opción sol de espuma y tú conmigo.

Distante el mar, cerca la salida.
Infinito brillo mirándote.
Esposado al adiós y a tu cuerpo.
Zallo desde tu voz hasta el suelo.


 

En las tinieblas de esta farola te contoneas mientras doy vueltas a la carretera y me deslumbra tu imagen con destellos de dulzura.
Con acero en tu dedo recibo el día cargado de conversaciones que me atrapan y me hacen infinitamente tuyo…
Aunque mires el papel de cristal haciendo oídos sordos a la inmensidad y falsees la realidad hasta creer que no te amo.

Eres tan bella, tan sonriente, tan dulce… se me escapa la vida y me deshago pensando en los minutos contigo.
Me encantas, y lo haces cuando fallas, cuando te impacientas, cuando descontrolas queriendo abrazar todos los detalles y cuando eres tan desapercibida. Cuando buscas y cuando desesperas. Cuando el dolor de tu alma castiga con luz tus ojos y aguantas el llanto. Cuando nada te importa y cuando escondes la sensibilidad. Cuando eres fría y cuando pierdes, cuando vienes y cuando te vas.
Me encantas por todo aquello que te hace tan real y que tanto hace que me enamore de ti cada día.

Texto68