PRIMERA CARTA

 

De todo, todo, esto era probablemente lo que menos te esperarías. Seguramente aún ni te lo creas, pero he querido alejarme de cualquier algoritmo, software o aplicación para tener un trato contigo.

¿Qué tal estás? Espero que bien; tú aunque no estés en un momento de intimidad y muy tocado, nunca dirías que no estás bien.

Te escribo desde mi habitación, desde mi cama, desde mi casa, desde Murcia, y es que desde el 16 de noviembre que no piso Madrid. Literalmente, fue un jueves, cogí una mochila, un Blablacar para dos horas más tarde y me vine. Seis días después, miércoles, estaba en el Morales siendo diagnosticada de depresión profunda (no te haces una idea de lo que he vivido en Madrid…)

Ahora mis días se basan en tranquilidad, películas, intentos de estudio, dibujos, paseos, medicación, llantos, charlas paternales que a veces finjo oír…

Me he dado cuenta de lo bonita que es mi casa, y cuánta luz tiene, las ventanas son enormes; a veces me siento desubicada ante tanta armonía.

También pienso en ti, pienso mucho en ti; pero nunca pienso en cómo empezó todo, alguna vez en qué mal acabó y qué estúpida fui (oh, Dios, no sé por qué fui tan estúpida). Sin embargo lo que más pienso es en el resto de 19 meses juntos, 76 semanas, 532 días, 12768 horas… y así podría seguir. En todo lo que hicimos, en todo lo que reí y sufrí, pero viví, en todo lo que me hiciste vivir. Me alababas tanto, me querías tanto, y yo fui tan cobarde de no saber ver lo que es el amor, ni saber gritar que también estaba enamorada; cuando eras tú quien me tendía, no una, sino ambas manos, para juntos hacer mil cosas y sentirnos especiales los dos solos, para “SER”.

Hace algo más de un mes, por Madrid, vi a una chica embarazada, de unos 30 años, paseaba a un perro dorado. No sé por qué pero me vino una imagen de esa chica volviendo a su ático madrileño, parecido al nuestro bruselense; y eras tú quien la esperaba con una taza de té rojo viendo Tesis. Me pareció ideal, me alegré por aquella chica y por aquel perro que supuse hijo de León. Desde entonces no te miento si te digo que es un sueño recurrente, me vuelve de vez en cuando, con mucho cariño, pero la chica soy yo.

Estoy segura que fui tonta y no actué con serenidad, no entendía lo que yo quería ni lo que el mundo quería de mí, ni de ti; también tuve miedo de qué querías tú y de cómo para ti era todo tan fácil. Ahora lo entiendo todo.

No supe ver qué era el amor, no supe reaccionar a lo que tú me transmitías, no supe sentir lo que sentía, identificar lo que se movía dentro de mí, y mucho menos no fui valiente para asumirlo.

Probablemente parece chiste, ya que casi ha pasado el mismo tiempo desde que lo dejamos y no hablamos; pero creo, Rayco, que esto que yo siento es amor, que no te olvido y que no te miento si te digo que estoy terrible y asquerosamente enamorada de ti.

 

PRIMERA CARTA del libro BURRADAS de CARMEN GÓMEZ-FAYRÉN DE LAS HERAS Share on X

 

VICIO CON AZAHAR

 

Ya he vuelto; eres un vicio, pero de todos los que he tenido, el mejor vicio hasta ahora.

No paro de contar para atrás las horas que han pasado desde que no te veo y no sé nada más de ti. He pensado cada segundo si ya serían segundos suficientes, o qué segundo sería el idóneo para volver a interrumpirte.

Pensaba en si tú estarás hoy sin vida ni aliento como lo estoy yo: con el Orfidal a los ocho de la tarde porque quiero que este día, aunque te haya visto y por ello ya sea maravilloso, este solsticio de invierno, termine, y poder invernar; dormir profundamente y despertar ya cuando huela a azahar y no a leña.

Esta vez quiero hacerlo bien, con su tempo y su sinceridad, pero al mismo tiempo esta vez te agarraría de la mano y nos iríamos a un lugar perdido donde nadie pudiese incomodarnos.

Dicen que las relaciones son de dos personas; creo que las relaciones son de una sociedad a la que está expuesta y muy valientes han de ser las dos protagonistas para que la coral haga el menor ruido posible.

 

 

 

 

VICIO CON AZAHAR del libro BURRADAS de CARMEN GÓMEZ-FAYRÉN DE LAS HERAS Share on X

 

 

KARMA EN DOS BESOS

 

En este momento me das rabia,

y es que me quiebras los karmas.

En este instante me tienes furiosa,

como cuando se calientan las copas

¿Cómo es que tragas y se te arrojan tantas palabras

y tú, con una sola aparición, callas?

Impasivo.

¿Cómo puedes no dar señales de vida

mientras yo no vivo?

En este momento tengo rabia,

mucha rabia;

de que tú no hayas aclarado lo que a veces veo que es blanco.

Y es que no sé por qué te tengo esta rabia.

Si quizás sin decirme nada era cuando me decías todo,

si quizás tu silencio eran tus pies quietos,

 

si quizás esas breves menciones eran mi consuelo,

si quizás aquellos dos besos fueron tu rechazo.

 

 

KARMA EN DOS BESOS del libro BURRADAS de CARMEN GÓMEZ-FAYRÉN DE LAS HERAS Share on X

HILO Y SANGRE

 

Cada vez escribo menos, me da pavor despedirme de ti, he de hacerlo, al igual que tú, pero no acabo de realizarlo por completo a mi parecer. Tengo un hilo constante en mi ser que va enlazado al tuyo, allá donde esté; cojo las tijeras y rozo sutilmente el cordón, tiembla y se retuerce, hasta siente como sufre el material, estoy decidida a finalizar esta locura es la que nos está liando el dichoso hilo, pero me ablando, (me) destenso y retiro el arma. Así van mis días, aunque sé que pronto habré de hacerlo.

Mientras tú, mudito, con una libreta azul llena de sangre, entrañas y mi más sentido yo, yo(es) que yo ni siquiera conocía, palabras, versos, demasiado expresivos y lamentados para salir de mis lapiceros. No hay más preciado que los sueños, leer la mente, sentimientos y alma, yo te di eso, tú no fuiste capaz de decir “no” sin derramar lágrimas, no has sido capaz de responder una palabra a todas esas cartas, y no sé si serás capaz de tocar, mirar y besar a alguien que sienta y vea lo que tú y yo vemos entre tú y yo.

 

Yo, no. No creo.

 

HILO Y SANGRE del libro BURRADAS de CARMEN GÓMEZ-FAYRÉN DE LAS HERAS Share on X

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