escritor

La ambición

Volar parecía sencillo.
Solo el impulso necesario.
Solo un batir de alas preciso.
El sol es un contrincante tenaz,
pero tenemos nubes y tormentas
tan capaces como una noche
sin luna ni estrellas.
He recorrido palmo a palmo
los planetas de tus ojos.
Ahora habrá que salir
al espacio en blanco
aún sin escribir.
Los caminos están en mi mente
ya no necesito cárcel para huir,
ni drogas para la tristeza.
Tengo las armas apropiadas,
las manos, la sonrisa
y la muerte.
Los cuadros de las paredes
permanecen torcidos
igual que la sonrisa en mi boca.
El amanecer acecha.

El miedo

Acercas tu cuerpo
cerca de mi cuerpo,
sin viento,
sin rayo de luna sobre tu pelo.
Las manos tienen instrucciones
concretas.
Los ojos se cierran
en el instante preciso.
Y los labios
se juntan
sin hambre,
solo con la sed necesaria.
Standard & Poor´s
ha rebajado dos pel
da
ños
el rating
de la deuda del país,
y las estrellas
sobre el cielo negro
lo lamentan
sinceramente.

Reloj de arena

n por los muros
a
p
e
r
Los lagartos t
buscando asomarse a un cielo azul
de sol y nubes de algodón.
La hierba que fumas no va a conseguir
que la noche llegue antes.
Mientes cuando miras desde detrás
de tus gafas negras de tipo duro.
Han pintado las calles de color verde
para que subieses a las ramas de edificios
y oficinas y juzgados y hospitales.
El tiempo se ha parado a descansar.
A mirar tu cuerpo ca
yen
do despacio
desde lo más alto
de la torre más alta.
La muerte ya no estará en la acera esperando,
solo personas fingidas dirigiéndose al trabajo.
Por la mañana las mismas tostadas para desayunar.
La misma mierda de ayer en el mismo periódico de hoy.
El corazón sigue latiendo por latir ahí en tu pecho.
Y tus ojos siguen escapándose con interés
detrás de las piernas de esa rubia que pasa.
Pero ese coche que atraviesa el asfalto
como una promesa de algo mejor
quizás no es más que el cortejo fúnebre
de tu entrada en las cloacas de la muerte.
Julieta ya había dejado de respirar cuando tú llegaste.
Y no fue por ti.
Puede que estés buscando las respuestas.
Pero quizás aún no conoces las preguntas.

Contratiempo

Paro el reloj.
De golpe.
(He usado un martillo).

Me quedo un largo rato
o quizás un corto rato
(no sé, he roto el reloj)
mirando la esfera partida
las manecillas retorcidas
la mierda de correa destrozada.

Más tarde
o quizás más temprano
(no sé, he roto el reloj)
me aburro siguiendo el vuelo
de un insecto que antes
o después
(no sé, he roto el reloj)
no estaba ahí.

Escalera

Subo
un peldaño,
dos, tres.
Las vistas mejoran
con la altura.
El cuerpo se cansa.
La barandilla
resulta decisiva.
Llego arriba.
Estoy arriba.
Bajar será más sencillo.
Pero, sin duda,
menos placentero.

Calendario

Pensando
en los días
que separan
nuestros cuerpos
me doy cuenta
de que deberíamos
optar
por convertir los meses
en semanas
y las semanas
en días
para acortar este calendario
que nada tiene que ver
con nosotros
ni con la relación
sentimental
que intentamos establecer.

Poemauno

Todo lo que tenía
Que decir
Lo he olvidado
Llegando
Hasta este verso.
Vuelen por tanto
Mientras tanto
Mis besos
Hasta tus labios
Y mis dedos
Hasta tus manos.

Poemadiecisiete

Y cogí la pistola
con la que siempre había soñado
que me volaba
la puta cabeza,
y le pegué cuatro tiros
a una rata
con cara de trabajar en un banco.
Y entonces
comprendí
el sentido de la vida.
Y supe el significado
de términos como TAE
y euribor.