escritor

El corazón casi parado

El corazón casi parado

 

Podría regalarte una y diez mil historias,

contarte mis memorias de amores rotos.

Podría preguntarte cuáles son tus motivos,

qué te ha hecho cruzarte en mi camino.

Podría prometerte todo lo que ahora pienso,

pero mi niña, intento guardarme un poco.

Que si esta fe nos lleva, que sea donde quiera

y de cualquier manera, pero a tu vera.

Prefiero simplemente abrir mi alma y verte,

dejarme llenar por ti, que verte sonreír no tiene precio,

que me muero por ti, llámame necio.

 

Ya me has dejado alguna vez

el corazón casi parado,

porque a base de beso y cariño

espantaste mis miedos.

Y lo has logrado, ya me ves,

tan perdido entre tus dedos…

no quería quererte, y ahora

sin tenerte no puedo.

Esto es magia, ya lo sé, ¿qué vamos a hacer?

Yo quedarme contigo, si tú quieres, quédate.

 

Podría, no exagero, pasar días enteros,

veranos y febreros, frente a tus ojos.

Porque cuando me miras, me haces importante,

porque cuando me tocas, me haces arte.

Podríamos perdernos, y que le den al mundo,

lo nuestro es más profundo y lo sabemos…

no podemos decirnos donde acabaremos,

pero lo haces tan fácil que dices “conmigo”, y me lo creo.

Prefiero sin embargo,

al borde de tus labios hacer de mi mundo el fin,

y hacer de mi horizonte tus pestañas,

y de besos contigo mis mañanas.