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Parte de mi piel

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Parte de mi piel

Cuando pienso que hace poco ni siquiera estabas en mi mente…
aunque en cierta forma siempre te he tenido muy presente.
Cuando me imagino tu sonrisa,
cuando me desvelo en la madrugada,
te acaricio a través de ella
y tú me respondes con una patada.
Y ya sé que llegarás desordenando toda nuestra vida,
cambiarás cada rutina y será un punto de partida.
Ni siquiera sé si lo haré bien,
ni de la forma que tú te merecerías,
pero no tengo miedo, reina mía,
si algo queda claro es que te quiero.

Tú ven, cámbiame
toda mi vida entera,
haz otoño la primavera,
mis salidas nocturnas serán
para abrazarte, calmarte y quererte más.
No puedo creer que me falte tan poco
para reflejarme en tus ojos,
niña aquí te espero para saber
cómo quiere un padre loco
por su niña,
pues serás parte de mi piel.

Yo me invento en mi mente cada recoveco de tu cuerpo
nunca encuentro la palabra exacta para decirte esto
si pudiera cambiaría todo
por ser como ella y sentirte dentro
¿Cómo no adorarte cuando llegues?
¿Cómo no expresarte lo que siento?

De los miedos y la responsabilidad de ser padre

De los miedos y la responsabilidad de ser padre

¿Quién me enseña el camino por el que he de pasar?
¿Quién me dice si atino, si estará mi destino al final de este mar?

¿Dónde está la luz que me trajo hasta ti?
¿Ahora que he de hacer para poder seguir?
Lo que hay dentro de ti merece lo mejor,
y yo quiero crecer por ella más que el
propio sol.

Que no le falte calor, ni amor,
qué tenga un buen porvenir,
que no le tiemble el pulso ni la voz
cuando le toque sufrir,
a cada paso que dé,
que sepa que estoy ahí,
y más que nada mi amor,
que sepa hacerla feliz.

Tú serás mi maestra,
todo en mi andadura
nacerás limpia y pura…
que poquito te cuesta
drogarme la cordura.

¡Puedo ver tu luz! Ahora puedo seguir.
Camino donde llegues y me largo junto a ti.
Mi brújula serán la huellas de tus pies,
yo solo te acompaño en tu camino,
intentaré

que no te falte calor, ni amor,
que tengas buen porvenir,
que no te tiemble el pulso ni la voz
cuando te toque sufrir
a cada paso que des,
que sepas que estoy ahí,
y más que nada mí amor
que sepa hacerte feliz.

Pequeño gorrión

Pequeño gorrión

Pequeño gorrión, apareciste un día entre mis sueños.
Creces como un ciclón,
arrasas viejo, traes nuevo.
Yo me dejo llevar por estas ganas de volar contigo,
ya me conocerás, no soy mejor que nadie… pero te quiero como a nadie he querido.

Me traes todo lo que yo pedí,
eres una locura.
Te mueves y bailas en su interior
al tambor de un corazón que late.
Y todo lo que quiero
es disfrutar este momento,
no te veo pero sé
que eres lo más grande que pude tener.

Cierro los ojos e intento imaginarte hasta que entiendo
qué eres especial, un ser nacido del
amor sincero.
Yo siempre intentaré que creas en ti misma y tu destino
el que construirás como tú quieras,

yo te acompaño por si te hago falta en el camino.

Tras decidir que queríamos ser padres

Tras decidir que queríamos ser padres

Ya que tengo el corazón en calma

y le pinté tus ojos a la luna

cada anochecer,

ahora que imaginé

tu cara y sin querer

de madrugada escucho tu respiración,

ahora que no tengo miedo,

ahora que me quiero tal y como soy,

te espero, y voy guardando besos y caricias

y ordenando mi universo,

que cuando vengas será tuyo.

No te vi, todavía no escuché tu voz,

¿cómo diablos te puedo querer, si eres solo una ilusión?

Serás tú, como quieras, que yo te querré porque así será perfecto,

amaré hasta tus defectos.

 

Cuando vengas llenaré tu cielo de colores,

cuando vengas

mis brazos serán la cama

que te acunen, tú no me llores…

cuando vengas,

mi vida será la tuya,

tu sonrisa mi fortuna

cuando vengas.

Mi mayor premio es tú felicidad

Mi mayor premio es tú felicidad

Yo ya encontré quien soy

quizás con la ayuda

del reflejo de tus pupilas.

Y a cambio, te daré

lo que me pidas.

Aunque a veces me voy

a mi mundo ausente

donde sólo me tengo a mí,

es porque busco allí

nuevas poesías y formas de hacerte feliz.

Un roce, un segundo,

tus cosas, mi mundo,

manías tuyas que ya hice de los dos.

Me quedo, revuelo…

enredo tu pelo

con la yema de mis dedos.

 

Que quiero surfear todos tus rizos,

quiero navegar toda tu piel,

riesgo es perderme entre tus sueños,

saltar al vacío en tu pecho sabiendo que no saldré.

Quiero terminar la maratón del día a día,

y llegar el primero cada amanecer,

cargar en mi espalda el peso de tus días menos buenos,

cuando tú me dices que no hay nadie como yo

no encuentro un trofeo mejor.

 

Si busco una virtud

entre las montañas de defectos

que pueda tener,

 

es que hacerte feliz,

mira por dónde, a mí

se me da más que bien.

Pequeño resumen de nuestro amor “irresumible”

Pequeño resumen de nuestro amor “irresumible”

Sostenías aquel vaso,

sería yo quien diera el paso:

Me acerqué donde tú estabas,

sin saber que antes ya me mirabas.

Mi interés se hizo patente…

sonreías diferente.

Y aunque comenzó con dudas,

fue cogiendo forma esta locura.

Nos sobraban los motivos

para olvidar,

pero pudieron más las excusas que inventamos para amarnos.

Y nacimos al abrigo de adoquines, nieve,

rio, vino y alamedas,

¡como para que no te quiera…!

 

Y nos pintamos el cuerpo de besos,

yo tenía el amor en los huesos

y tu magia lo hizo renacer.

Cada día un regalo a tu lado,

ni siquiera te habría inventado yo mejor,

eres tú, mi gran regalo.

 

Ya sin el factor del miedo

al mañana y al te quiero,

presenté candidatura

para ver pasar juntos las lunas.

De París hasta Venecia,

con derroches o pobreza,

no ha pasado un solo día,

que no piense ¡qué suerte la mía!

 

Balcones y atardeceres, el café molido,

la sonrisa tuya que me eleva cuando llegas.

A la luz de una vela, que encendí en mi corazón para que lo encuentres cada vez que lo requieras.

Una época en la distancia

Una época en la distancia

 

Miro otra vez las manecillas de mi reloj

que siguen dando vueltas,

pero para mí el tiempo se paró

junto a aquella puerta, donde nos despedimos.

Y desde entonces, solo sueño contigo.

Resuena en mi pecho el tambor

que anuncia el momento

en el que vuelva el sol

de tus ojos eternos,

a darme el aliento

que me falta si me faltas,

mi guitarra me dice le encantas,

y no canta si no estás para escucharla,

y yo le digo al oído

que ya mismito te tengo otra vez conmigo.

 

Voy a pintarte en la luna

letras de amor y una cuna,

y cada noche de invierno

haremos un fuego eterno

con el roce de los cuerpos.

Cierro los ojos… ya puedo verlo…

no te imaginas como te echo

de menos…

 

No puede ser,

respiro, amanece otra vez,

y aunque ya estés lejos

tengo la estúpida ilusión

de que te beso.

Maldito calendario que no avanza, es una lanza.

Se clava, pero siento

que aún germina por dentro más amor del que te daba,

y este se me derrama porque llegue el momento

en que me digas al oído de nuevo que me amas…

El chasquido que cambió mi mundo

El chasquido que cambió mi mundo

¡Clack!

 

Un chispazo repentino

recorrió todo mi cuerpo.

 

Una luz,

un temblor,

¿qué será…?,

qué sé yo?

 

Y mirando a mi alrededor,

se me durmió todo el miedo.

 

Y mis piernas

iban solas,

levitando hasta el encuentro.

 

¿Me perdí?

Puede ser…

no sé el tiempo

que tardé….

 

Creo que el instante hasta tu piel

me duró una vida entera.

 

Sístole

diástole…

ya pueden compenetrarse.

 

 

Cada vez más placer,

empecé y no aplacé…

 

De tu mano los ojos cerré

y aún hoy vivo soñando.

 

Y saltó mi automatismo de defensa,

repitiendo alguna frase

de película que esperas.

Pero pulsé el botón rojo

y activé la auto-destrucción,

y todo se incendió.

Perdí el control,

fundiéndome contigo,

como se funde el manto de la tierra;

deje volar mi latido.

 

Y el latido que no cesa,

y ya no pesan

ni el pasado ni el futuro,

(que es un bulo)

porque sólo existe ahora, y contigo.

El corazón casi parado

El corazón casi parado

 

Podría regalarte una y diez mil historias,

contarte mis memorias de amores rotos.

Podría preguntarte cuáles son tus motivos,

qué te ha hecho cruzarte en mi camino.

Podría prometerte todo lo que ahora pienso,

pero mi niña, intento guardarme un poco.

Que si esta fe nos lleva, que sea donde quiera

y de cualquier manera, pero a tu vera.

Prefiero simplemente abrir mi alma y verte,

dejarme llenar por ti, que verte sonreír no tiene precio,

que me muero por ti, llámame necio.

 

Ya me has dejado alguna vez

el corazón casi parado,

porque a base de beso y cariño

espantaste mis miedos.

Y lo has logrado, ya me ves,

tan perdido entre tus dedos…

no quería quererte, y ahora

sin tenerte no puedo.

Esto es magia, ya lo sé, ¿qué vamos a hacer?

Yo quedarme contigo, si tú quieres, quédate.

 

Podría, no exagero, pasar días enteros,

veranos y febreros, frente a tus ojos.

Porque cuando me miras, me haces importante,

porque cuando me tocas, me haces arte.

Podríamos perdernos, y que le den al mundo,

lo nuestro es más profundo y lo sabemos…

no podemos decirnos donde acabaremos,

pero lo haces tan fácil que dices “conmigo”, y me lo creo.

Prefiero sin embargo,

al borde de tus labios hacer de mi mundo el fin,

y hacer de mi horizonte tus pestañas,

y de besos contigo mis mañanas.

Tú y yo somos amor. Sin más

Tú y yo somos amor. Sin más

Eres batuta, y al compás
de tu sonrisa yo me pienso dejar llevar.
Eres bastón donde apoyar mi soledad,
(que contigo no se lleva tan mal).
Eres la causa y el motivo,
el efecto y el sentido de mi vida.
Perdona que te describa amor…
eres la luz que me compone, y el latido, de mi corazón suspiro que se escapa.
Cuando despierto y te miro;
mi mundo se hace paz,
y tan solo sé esperarte si te vas.
Cada paso del camino,
me ha traído a este lugar,
donde tú y yo somos amor, sin más.

Eres una explosión mortal,
un baile improvisado que me hace volar.
Eres el plan que nunca sale como esperas,
el momento que supera
cualquier cosa que puedas imaginar.
Eres la luz que me compone, y el latido, de mi corazón suspiro, que se escapa
cuando despierto y te miro,
mi mundo se hace paz,
y tan solo sé esperarte si te vas.
Cada paso del camino,
me ha traído a este lugar,
donde tú yo somos amor, sin más.