Mi mayor premio es tú felicidad
Yo ya encontré quien soy
quizás con la ayuda
del reflejo de tus pupilas.
Y a cambio, te daré
lo que me pidas.
Aunque a veces me voy
a mi mundo ausente
donde sólo me tengo a mí,
es porque busco allí
nuevas poesías y formas de hacerte feliz.
Un roce, un segundo,
tus cosas, mi mundo,
manías tuyas que ya hice de los dos.
Me quedo, revuelo…
enredo tu pelo
con la yema de mis dedos.
Que quiero surfear todos tus rizos,
quiero navegar toda tu piel,
riesgo es perderme entre tus sueños,
saltar al vacío en tu pecho sabiendo que no saldré.
Quiero terminar la maratón del día a día,
y llegar el primero cada amanecer,
cargar en mi espalda el peso de tus días menos buenos,
cuando tú me dices que no hay nadie como yo
no encuentro un trofeo mejor.
Si busco una virtud
entre las montañas de defectos
que pueda tener,
es que hacerte feliz,
mira por dónde, a mí
se me da más que bien.