Entrevista realizada a Paco Bello con motivo del lanzamiento de su libro Para no Zozobrar y del disco El mundo y tú

Entrevista realizada por: Alberto Gomez Vaquero

Paco Bello extrena libro y disco. El libro Para no zozobrar reúne todo el trabajo de Paco con la música. El disco El mundo y tú es el último trabajo de Paco Bello, un trabajo muy cuidado que merece la pena escuchar.

P- La primera pregunta es algo obvia, pero también parece inevitable: Usted cómo poeta y cantante, cómo diferencia cuando un texto va a ser un poema de cuándo va a ser una canción. ¿Se sabe antes de comenzar o lo decides sobre la marcha?

R.- Normalmente intuyes cuando algo va a acabar en canción o en poema. Cuando tengo los primeros versos y les encuentro cierta  musicalidad, agarro la guitarra e intento encajar alguna melodía. Si se resiste, intento desarrollar la idea hacia el formato poema.
P.- Pónganos un ejemplo de poeta músico y uno de músico poeta.

R.- No sabría cómo. El matiz es tan mínimo que yo creo que el orden de los factores no altera el producto.

P.- Tras tantos años en la música, ¿qué considera Paco Bello que ha ganado y qué considera que ha perdido como músico, si es que ha perdido algo?

R.- He ganado en libertad personal, en suavidad creativa, en expansión del mundo interior. Pero a la vez he perdido calma, paciencia, despreocupación, sana desconexión de todo lo que nos rodea.

Supongo que compensa, pero aún anhelo un equilibrio de fuerzas en ese sentido.

P.- Una carrera musical muy extensa por las diferentes salas de Madrid y muy pocos discos grabados, aunque si muchas maquetas. ¿Era ahora el momento de registrar el trabajo?

R.- No es fácil dar con un repertorio contundente, en el que la letra y la música armonicen adecuadamente, y encontrar además los músicos adecuados que acompañen el proyecto y finalmente descubrir que puedo grabar todas las guitarras del disco sin ser guitarrista en realidad, y dar entre todos los componentes del trío con los arreglos musicales definitivos, y que el resultado final brille de forma natural y sugerente.

Por eso tantos años componiendo y dando conciertos, y tan poquitos discos.
P.- Normalmente, preguntamos influencias poéticas a nuestros entrevistados, pero en este caso parece necesario preguntar por las musicales: ¿Qué músicos son los que más han marcado a Paco Bello?

R.- Son tantos y tan diversos, que resulta complicado enumerar a

unos cuantos sin tener la sensación de echar en falta a todos los demás.

Pero podemos hacer un primer intento:

Ray Lamontagne, Marc Cohn, Amos Lee, Peter Gabriel, John Mayer, The Police,

William Fitzsimmons, Paul Simon, Scott Matthews, The Weepies, Van Morrison, James Taylor,  Greg Laswell, Tom Petty, Nick Drake, Ryan Adams, Bruce Hornsby ,Teddy Thompson, etc etc etc, etc, etc, ETC …………………..

Entrevista realizada por la Revista Poesía eres tú a Paco Bello con motivo del lanzamiento de su segundo libro: “Buenos días Don Pletórico”

PB FOTO IPaco Bello nos presenta su segunda obra “Buenos días, Don Pletórico”. Con ella Paco nos confirma algo que ya intuíamos en su “El olor del bosque ha roto mi computadora” y es que dentro de su música se esconde un gran poeta del que sospechamos tendrá una larga trayectoria dentro del campo de las letras.

P.- “Buenos días, Don Pletórico” resume bien el contenido de este libro, cargado de poemas con un optimismo vital, unos poemas mas desnudos de metáforas (que en su anterior obra “El olor del bosque ha roto mi computadora”), que van directos al público que los lee. ¿Ha sido esa la intención de tu libro?

R.- Sí, creo que me ha salido un libro muy dinámico y preciso, pero tampoco sabría decirte por qué razón. El poemario surgió de un tirón, escrito durante el último año. Aparecieron muchas ideas en mi cabeza y enseguida supe cómo darle forma al contenido (ése es otro misterio irresoluble, el hecho de que en momentos concretos lo abstracto se deje ver), y al final todo consistió en ponerse delante del ordenador y dejarse llevar. Por una vez la cosa resultó así de sencilla.

P.- En todas las artes hay un trabajo interno previo a la realización de la obra, se trata de un trabajo más invisible e íntimo previo a la inspiración y a la realización de la obra. ¿Es quizás ese trabajo más intenso en la poesía que en otras ramas del arte?

R.- Ése es un trabajo que realiza la parte subconsciente, y afortunadamente no se sabe a ciencia cierta cómo funciona su complicado mecanismo.

Yo vivo mi día a día con toda la alegría y sosiego que soy capaz de desplegar.

Y procuro mantener vivo el músculo de la escritura, pero no suelo escribir a diario, precisamente por la intensidad requerida (supongo que en casi todas las ramas del arte ocurre más o menos igual, no lo sé, escribir una canción también es muy exigente, reclama una doble concentración, te tienen que quedar bonitas tanto la melodía como la letra y además congeniar, porque han de convivir, convertirse en uno, es una labor ardua, delicada y a ratos muy reconfortante).

P.- En tus poemas encontramos un paseo por la cotidianeidad, por los lineales sucesos a los que nos enfrentamos todos los días, pero quizás en los que nadie se fija. En tu libro tus poemas inciden en esas pequeñas turbulencias de nuestros itinerarios habituales que pasan desapercibidos. ¿Crees que es necesario para nuestra sociedad parar y aprender a mirar?

R.- La prisa nos engulle y acto seguido nos escupe. Mirar serenamente (la serenidad estabiliza los dos platillos de la balanza) es un acto que requiere tiempo y voluntad. Cuesta una vida aprender a observar, entender lo que somos. Nos incomoda intuir que siempre hay una jungla salvaje creciendo en nuestro interior, que somos tanto carne de microscopio como de telescopio. Que somos grandes y pequeños a la vez, porque somos únicos e insignificantes. La culpa es del universo, se podría decir, a modo de resumen. Y para jugar a envalentonarnos contra lo inmensurable preferimos abarcar mucho aunque eso implique apretar poco.

Tratar de estar al día con las modas nos impide preguntarnos si no seríamos más felices evitando reflejarnos en el espejo de los demás. Pero así son las cosas, y si no queremos perder el tren hay que hacerse un hueco en la estación y llevar el reloj siempre en hora.

P.- Normalmente con tu música te encuentras sólo con tu guitarra en un escenario y el resultado salta a la vista (o mejor al oído). ¿Es quizás esa soledad tu forma de entender el arte y que te lleva irremediablemente a la poesía?

R.- La soledad y la creatividad van irremediablemente unidas. A veces la sensación es deliciosa, aprender a saber estar solo resulta una experiencia muy necesaria, independientemente de que vaya ligada a la búsqueda creativa o no.

En otras ocasiones, en cambio, cuesta aceptar que la soledad es nuestra dueña, nuestro íntimo reducto, la primera y la última puerta que va de la superficie al fondo, y en ese fondo no todos conseguimos hacer pie, quizá por culpa del oleaje que nosotros mismos provocamos. El miedo, siempre el miedo. Ya se sabe.

P.- www.pacobello.es es tu espacio personal, donde anuncias tus próximas actividades, das una muestra de tu amplio trabajo. Quizás ya no podemos negar que Internet es un espacio necesario para la promoción de los artistas, aunque muchos artistas ven en Internet una amenaza a su trayectoria. ¿Crees que está nueva forma de comunicación es una amenaza o una ayuda necesaria para el arte?

R.- Internet hay que saber usarlo. Y precisamente eso es lo más difícil. Es un arma escurridiza que se dispara con facilidad y en cualquier dirección. Vivimos una época demasiado ávida de información y de urgentes novedades. Hoy te compras algo que ayer ya fue superado por lo de mañana. No estamos hechos para asimilar tanto cambio de dirección del viento. Por eso dudamos en todo. Y nos llenamos de preocupaciones a menudo absurdas y estériles. Es fácil perder la perspectiva.

Un poco de calma a la hora de pensar nos haría menos irascibles y más suaves por dentro.

 

P.- Un artista cuando lo es de verdad, no puede dejar de producir obras ya que es una necesidad interna de un tipo de personalidad. Tu trabajo así lo demuestra. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

R.- Tengo en mente acabar un libro de relatos cortos (ya llevo escrito la mitad más o menos) y también le estoy dando vueltas a un recopilatorio de letras que resuma toda mi carrera musical, con anotaciones mías al margen (desglosando la canción o simplemente adjuntando comentarios sobre cómo se compuso el tema, etcétera).

Y procuraré seguir escribiendo poesía cada vez que me descubra en mitad del bosque, sin saber volver a casa porque las migas de pan han vuelto a desaparecer.

 

Entrevista realizada por la Revista Poesía eres tú a Paco Bello con motivo del lanzamiento de su primer libro: “El olor del bosque ha roto mi computadora”

PACO BELLO DE LA CANCIÓN A LA POESIA

El cantautor Paco Bello tiene una impecable trayectoria musical en la noche Madrileña, después de muchos años actuando en las principales salas madrileñas como Galileo Galilei, Clamores, Libertad 8 o Buho Real nos presenta su primer libro de poesía. “El olor del bosque ha roto mi computadora”.

P.- Después de tantos años dedicado a la música, ¿por qué este salto a la poesía?

R.-La verdad es que empecé a escribir poemas antes que canciones. Yo soy muy dado

a acumular sin resolver, con lo cual, la escritura me ofrecía un canal donde desfogarme,

un lugar al que acudir cada vez que uno se levanta o se acuesta sin entender de qué va todo esto que nos rodea. Con la música descubrí mi pequeño lado social (es decir, subirme a un escenario y compartir in situ con el público unas canciones hechas con muchas preguntas y pocas respuestas).

La poesía, en cambio, me ha permitido escarbar de una manera más incisiva quizá,

dentro de los matorrales que nos crecen en ese mágico trayecto de ida y vuelta que discurre entre corazón y cabeza, y donde a veces asoman flores a ambos lados de la cuneta.

Y, cuando eso ocurre, la sensación de voluptuosidad es enorme, tu poema no va a cambiar el mundo, pero tú te has dado forma y contenido por dentro. Me quedo en un estado de intensa relajación animal, después de crear. La triste cima feliz. Ése es mi lado solitario.

P.- Dicen que la música y la poesía son dos artes muy características del ser humano. ¿Encuentras mucha diferencia entre escribir una canción y hacer un poema?

R.-Con la canción eres mucho más escueto, porque no puedes escribir un tema que

dure 15 minutos. Hombre, por poder, se puede, pero no es lo más aconsejable, a no ser

que se haga muy bien. El poema no tiene esa atadura. Te pones a escribir sin saber

donde se encuentra el final. A lo mejor, la idea que necesitas expresar cabe en dos

versos, o acaso, dos páginas. Nunca sabes qué puede ocurrir. Por eso mismo resulta emocionante. Es como intentar descubrir el asesino de una novela policíaca pasito

a pasito. Vas elucubrando. Empiezas persiguiendo sombras y acabas confesándote a ti mismo que el sospechoso ha conseguido escapar de nuevo. Un proceso muy divertido

y saludable.

P.- La metáfora esta muy presente en tus poemas, que se acercan mucho al lector con un lenguaje directo y claro. ¿Tiene tu obra un mensaje global para el lector?

R.-La metáfora alumbra y encapota, es un juego de claroscuros. Me gusta usarla

como un puente de doble dirección, es decir, en cuanto has puesto un pie en una

de las orillas, te das cuenta de que, en realidad, lo que buscabas, te llama desde el otro

lado, y una vez allí, vuelta a empezar. Nunca se llega, pero siempre descubres nuevas perspectivas mientras recorres el puente. La metáfora es una gran aliada. Mi reto

consiste en crear imágenes con largos puntos suspensivos. Espero haberlo logrado

en alguna ocasión.

En cuanto al mensaje, pues no sé, cada poema encierra su propia bandada de aves

migratorias, su propio golpeteo subterráneo. Y cada uno alza la vista al cielo o se asoma a los pozos a su manera.

Es imposible saber cómo funciona la intimidad de cada uno. Escribir un poema

es un acto muy solitario- en el mejor de los sentidos- y el lector, generalmente,

suele buscar esa misma soledad con el libro entre las manos. El lector crea lo escrito

mientras lee, porque cada experiencia vital es única, por eso a menudo nos invade

esa sensación de aislamiento inexplicable que un poema concreto, a ratos,

consigue apaciguar.

Cuando escribo un poema sólo busco dos cosas: calmar e inquietar.

A veces, a la vez. A veces, por separado.

No hay más mensaje que ése.

P.- La poesía es un arte minoritario, ¿Cree que tiene futuro la poesía dentro de nuestra sociedad?

R.-Yo veo el vaso medio lleno (de vino). Vivimos tiempos incómodos

en cuanto a equilibrio emocional se refiere. Nuestras necesidades básicas en el Primer

Mundo están cubiertas, y a partir de ahí se abre un abismo interior considerable al que nos cuesta enfrentarnos porque nos faltan herramientas, y porque preferimos el vértigo

de los problemas cotidianos con sus soluciones abarcables, a la inmensa perplejidad

que nos invade cuando miramos un cielo estrellado y nos susurramos en voz bajita, o gritando a pleno pulmón: ¿ qué coño es todo esto?

A partir de esa pregunta la poesía cobra un sentido especial, porque a todos nos tiembla

el corazón y porque todos necesitamos una mano amiga cuando el sol dice hasta mañana

si dios quiere. La poesía sigue muy viva. La poesía se sigue leyendo, aunque sea a escondidas. Mientras el hombre continúe sin comprender su presente, tendrá futuro la poesía. Quizá no vendan muchos libros los poetas, y quizá sea culpa nuestra, que no sabemos cómo mostrarla al comprador mayoritario sin poner cara de susto. Quizá

no sea compatible un pequeño poema con una gran masa que consume a mil por hora.

Quién sabe nada.

P.-  Entre sus poemas encontramos muchas referencias a los temas clásicos de la poesía, la naturaleza, la religión, el amor, etc. Contados de manera muy cotidiana. ¿Tratas con este libro de acercar la poesía al gran público?

R.-Yo nunca sé qué pretendo con los poemas que me vienen a la cabeza. ¡Ya es un milagro conseguir acabarlos con un mínimo de sentido! Me siento muy unido a la naturaleza, mucho más que a la tecnología (de ahí, el título del libro), y mi mente

se siente mucho más feliz y reconfortada contemplando el reflejo de una nube dentro

de un charco, que leyendo las instrucciones de uso de cualquier cachivache moderno de hoy en día que pasa de moda en cuanto consigues comprender cómo funciona el chisme en cuestión.

Pero bueno, son las reglas del juego, así que habrá que desempolvar nuestro rincón apacible para sobrevivir al tumulto y al jaleo de manera digna y soberana.

P.- Otros cantautores han hecho también libros de poemas, muy conocido es el caso de Joaquín Sabina, ¿tiene el artista que expresarse en diferentes facetas del arte?

R.- En mi caso, música y escritura están muy unidas. Ésa es mi forma natural

de canalizar mis alegrías y tristezas, mis borrosas obsesiones. No necesito

otro vehículo de expresión. Con la música me desenredo, y con la poesía

me desnudo. Creo que es algo así. Inventar cosas. De eso se trata.

Hay que mancharse de pintura. Los niños, de eso, saben mucho.