Blog en Verso 2015-07-29 15:12:00

Blancos pasados


Lograría casi acercarme

a ese propósito olvidado y vivo

como un cadáver recién desenterrado.

Llegaría al íntimo rincón del horizonte

donde los sueños cristalizan en imágenes

o como rayos de ti se transfiguran

en aceros de luz segando venas.

Consistiría en un relato de los hechos,

en la tumba del odio violada,

una instantánea de todos los deseos,

el levitar del cabello entre las sábanas

mientras el hombre se convierte en puro beso,

en la piel que nunca quitarías,

sería un tatuaje dolorido, un talismán

atado en la muñeca,

un pasaje al país alegoría, un noray

al amanecer del tercer día,

todo aquello que no cabe entre las manos,

el orgasmo y el pan, el pensamiento,

la pálida idea colorida

y volver a soñar el unicornio aquel

que ya olvidaste,

el mundo colgado de una pérgola

como una lona de plástico biótico,

salir de la mente de ese pájaro confundido

por un norte variable y caprichoso,

nacer cada segundo de la nada,

borrar la nieve de enero con los junios

todos que quepan en las venas.

Sería sangre reventando a borbotones,

olor incógnita, sabor deseo,

es eso, adivinar el poema que aparece,

que escribirías con los dedos en la arena

o saldría arrancando las entrañas

de tu almohada cansada de ser blanca,

Lograría casi desnudar el papel

en esta tarde

y sólo ese reflejo que sentía

se aproximó temeroso y añil a mi guarida.

Se despertó el horror, sonó el reloj,

y en el suelo briznas quedaron

de tus sueños.



jrc





Blog en Verso 2015-07-29 15:12:00

Blancos pasados


Lograría casi acercarme

a ese propósito olvidado y vivo

como un cadáver recién desenterrado.

Llegaría al íntimo rincón del horizonte

donde los sueños cristalizan en imágenes

o como rayos de ti se transfiguran

en aceros de luz segando venas.

Consistiría en un relato de los hechos,

en la tumba del odio violada,

una instantánea de todos los deseos,

el levitar del cabello entre las sábanas

mientras el hombre se convierte en puro beso,

en la piel que nunca quitarías,

sería un tatuaje dolorido, un talismán

atado en la muñeca,

un pasaje al país alegoría, un noray

al amanecer del tercer día,

todo aquello que no cabe entre las manos,

el orgasmo y el pan, el pensamiento,

la pálida idea colorida

y volver a soñar el unicornio aquel

que ya olvidaste,

el mundo colgado de una pérgola

como una lona de plástico biótico,

salir de la mente de ese pájaro confundido

por un norte variable y caprichoso,

nacer cada segundo de la nada,

borrar la nieve de enero con los junios

todos que quepan en las venas.

Sería sangre reventando a borbotones,

olor incógnita, sabor deseo,

es eso, adivinar el poema que aparece,

que escribirías con los dedos en la arena

o saldría arrancando las entrañas

de tu almohada cansada de ser blanca,

Lograría casi desnudar el papel

en esta tarde

y sólo ese reflejo que sentía

se aproximó temeroso y añil a mi guarida.

Se despertó el horror, sonó el reloj,

y en el suelo briznas quedaron

de tus sueños.



jrc





Blog en Verso 2015-07-23 18:22:00

Cósmosis



Quiero saber qué piensas cuando me interrogas con tu piel de espuma,

te hablo desde Júpiter al menos

buscando esa discordancia perfecta de los sentidos,

desde el frío de una lejanísima calma

pero anclado al estricto universo de atroz aspecto consumado.

Cómo conseguir con versos vivos ese renacer de las estrellas

apartado del mundo, cómo hacerlo,

sin la música constante de tus manos

o la indigencia clavada en las pupilas.

Debería el sol ponerse donde antaño,

en lo más alto del fondo de las cosas,

sentirse liberado de la luz, dejar el tránsito

de todas las elipses conocidas, seguir en su quietud

desorbitada.

Yo silencio el tiempo,

acallo cada una de las notas que reclamas,

olvido los lugares, cobijo el miedo,

engalano al viento con aromas secos,

ardo como un incienso obligado,

reclamando la autoría de un humo que me ahoga

como un sunami de polen ya cansado

del absurdo aleteo de mi pecho.

Ardo como arde el universo

incapaz de anidar en otras ramas sin forma,

como un lugar creado para volver a nacer permeables,

calados de alegría hasta el origen.








Fotografía  jrc

Blog en Verso 2015-07-23 18:22:00

Cósmosis



Quiero saber qué piensas cuando me interrogas con tu piel de espuma,

te hablo desde Júpiter al menos

buscando esa discordancia perfecta de los sentidos,

desde el frío de una lejanísima calma

pero anclado al estricto universo de atroz aspecto consumado.

Cómo conseguir con versos vivos ese renacer de las estrellas

apartado del mundo, cómo hacerlo,

sin la música constante de tus manos

o la indigencia clavada en las pupilas.

Debería el sol ponerse donde antaño,

en lo más alto del fondo de las cosas,

sentirse liberado de la luz, dejar el tránsito

de todas las elipses conocidas, seguir en su quietud

desorbitada.

Yo silencio el tiempo,

acallo cada una de las notas que reclamas,

olvido los lugares, cobijo el miedo,

engalano al viento con aromas secos,

ardo como un incienso obligado,

reclamando la autoría de un humo que me ahoga

como un sunami de polen ya cansado

del absurdo aleteo de mi pecho.

Ardo como arde el universo

incapaz de anidar en otras ramas sin forma,

como un lugar creado para volver a nacer permeables,

calados de alegría hasta el origen.








Fotografía  jrc

Blog en Verso 2015-07-16 00:23:00

Dame un pretexto, un piano,

unas hojas de papel, algo que arañe

o mueva la piel, una mano

que desempañe el miedo.

Quiero hablar contigo,

(como se puede amar tanto),

vives en la música del silencio,

en el aroma del vacío,

en todos los versos que aun no he escrito,

pero déjame que te hable de mis cosas,

del nihilismo que me estrecha

mientras muere el cisne,

o esa fuerza que agoniza en mis brazos

de espuma.

Si quieres te propongo un beso inesperado, un aplauso,

una adoración en voz alta

a cada frase que tu piel regala junto a la mía,

o mejor un escondite, un juego de palabras

urbanas,

realistas casi, que puedas tocar

como tocas la ansiedad,

como sueñas la hierba nevada,

porque aquí eres realmente mía y yo tuyo,

tan sencillo como nunca,

en esa ausencia de vida donde mis latidos son costumbre,

y me da frío desnudarme casi ahora,

beber la tinta, sacarla por los poros,

licuar los vientos que me llegan

o dejarme llevar por la música que nace.

Lo tocas

como una realidad artística,

una foto que hiciste,

no más que palabras sin carne,

formas que absorben la idea hasta matarla

despacio,

pero son más,

son instantes que no vivimos todavía,

futuros que no cotizan,

deseos amordazados en el suelo.

Te seguiré contando sin pretextos,

cómo sale la luna,

cómo sin querer el viento de hoy

rompe la lámina,

la tiñe negra, amarga luz

desenfocada.

Pero estoy.






jrc

Blog en Verso 2015-07-16 00:23:00

Dame un pretexto, un piano,

unas hojas de papel, algo que arañe

o mueva la piel, una mano

que desempañe el miedo.

Quiero hablar contigo,

(como se puede amar tanto),

vives en la música del silencio,

en el aroma del vacío,

en todos los versos que aun no he escrito,

pero déjame que te hable de mis cosas,

del nihilismo que me estrecha

mientras muere el cisne,

o esa fuerza que agoniza en mis brazos

de espuma.

Si quieres te propongo un beso inesperado, un aplauso,

una adoración en voz alta

a cada frase que tu piel regala junto a la mía,

o mejor un escondite, un juego de palabras

urbanas,

realistas casi, que puedas tocar

como tocas la ansiedad,

como sueñas la hierba nevada,

porque aquí eres realmente mía y yo tuyo,

tan sencillo como nunca,

en esa ausencia de vida donde mis latidos son costumbre,

y me da frío desnudarme casi ahora,

beber la tinta, sacarla por los poros,

licuar los vientos que me llegan

o dejarme llevar por la música que nace.

Lo tocas

como una realidad artística,

una foto que hiciste,

no más que palabras sin carne,

formas que absorben la idea hasta matarla

despacio,

pero son más,

son instantes que no vivimos todavía,

futuros que no cotizan,

deseos amordazados en el suelo.

Te seguiré contando sin pretextos,

cómo sale la luna,

cómo sin querer el viento de hoy

rompe la lámina,

la tiñe negra, amarga luz

desenfocada.

Pero estoy.






jrc

Blog en Verso 2015-07-16 00:23:00

Dame un pretexto, un piano,

unas hojas de papel, algo que arañe

o mueva la piel, una mano

que desempañe el miedo.

Quiero hablar contigo,

(como se puede amar tanto),

vives en la música del silencio,

en el aroma del vacío,

en todos los versos que aun no he escrito,

pero déjame que te hable de mis cosas,

del nihilismo que me estrecha

mientras muere el cisne,

o esa fuerza que agoniza en mis brazos

de espuma.

Si quieres te propongo un beso inesperado, un aplauso,

una adoración en voz alta

a cada frase que tu piel regala junto a la mía,

o mejor un escondite, un juego de palabras

urbanas,

realistas casi, que puedas tocar

como tocas la ansiedad,

como sueñas la hierba nevada,

porque aquí eres realmente mía y yo tuyo,

tan sencillo como nunca,

en esa ausencia de vida donde mis latidos son costumbre,

y me da frío desnudarme casi ahora,

beber la tinta, sacarla por los poros,

licuar los vientos que me llegan

o dejarme llevar por la música que nace.

Lo tocas

como una realidad artística,

una foto que hiciste,

no más que palabras sin carne,

formas que absorben la idea hasta matarla

despacio,

pero son más,

son instantes que no vivimos todavía,

futuros que no cotizan,

deseos amordazados en el suelo.

Te seguiré contando sin pretextos,

cómo sale la luna,

cómo sin querer el viento de hoy

rompe la lámina,

la tiñe negra, amarga luz

desenfocada.

Pero estoy.






jrc

Blog en Verso 2015-07-14 00:17:00

Metamorfosis
Casi agradezco la sequía inmensa
donde los cuervos ruegan huesos,
sin pensamientos innecesarios o vacíos verbos
trasminando silencio inmarcesible y solo,
parecido al siempre cárdeno cielo moribundo.
Sosegado el horror queda el yo en piel
y lágrima, el verso desnudo e inefable,
la pérdida del horizonte en ese páramo anchísimo
donde el vértice olvidado es casi el alma.
Unos pasos lo serían todo, un palpitar angosto
de crisálida, una embestida atroz que da la vida,
un onírico movimiento de las alas
o el cenital antojo de la muerte
bebiéndose la luz de grana herida.
Nada que decir a tanta calma,
de hiel se enciende el día obligatorio, capaz
de la miseria y el olvido, cosido al viento y al aliento,
al vuelo incomprensible de los pájaros.

jrc