escritor

Poemas

Mares, luna, montes, valles,

flores, lágrimas, sueños…

siguen sus loados caminos

sin prisas ni término

añorando y anhelando otras generaciones más serenas.

 

Ésta vive sin otra espera

que el fluir imparable de su sangre

y el ruido inmediato de sus actos

mientras el amor vende sus acciones

para pagar su sed constante.

 

Estas palabras intentan llegar hasta ella. En tropel buscan, débiles y desnudas, entrar en cada corazón… Aunque únicamente fuera en uno solo ya sería suficiente, habría bastado.

 

Un ser humano es mucho más que el mundo entero.

 

 

Nacemos hambrientos,

respiramos hambre,

amamos con hambre…

La tierra es hambre

y seguirá con hambre de bien o de locura.

Tú pronto irás a ser otra cosa diferente.

La libertad

 

Llega despacio por la delgada línea que divide

el nacimiento del aura y el fin del crepúsculo

para ser luz y guía.

 

Cruza los arenales que almacena

el tiempo empeñado

y las cimas que hiere el viento

trayendo el fin de gestos cobardes,

la santidad de la piadosa mentira

o la útil borrachera del verdugo

en el frío ambiente de su hogar.

 

Su palabra no es una ciega centella

sino la tela donde se inscribe luminoso

todo aliento de esperanza que va

mucho más lejos que la ausencia

con pasos que alguna vez la dispersaron.

 

Ánade orgulloso posando sobre las heridas

viene por la línea visible de la salida del alba

para cautivar al crédulo horizonte infinito

que morirá finalmente somnoliento y desnudo

en algún sitio indiferente.

Renacer

 

El cariño flota y renace

en el ambiente y los sentidos

que no sucumben al peligro de las tinieblas.

 

Buscaré respirar sin que nada ocurra,

paciendo en silencio y mirando más allá de mí

para tomar el suave aire que cierre las puertas

al vacío y las sombras y se lleven su tortura

al alba de otro día.