Allá en el horizonte
donde el sol está muriendo,
se ve el monte de las Ánimas
todo envuelto en el misterio.
¿Se oirá tañer la campana
en el día de los muertos?
¿Saldrá espectral procesión
de las almas sin sosiego?
Así lo narraba Bécquer
en su leyenda, en su cuento,
y así deseo yo imaginarlo
aunque me recorra el miedo.
Las sombras ya van cayendo,
a lo lejos…muy distante
parece que gime el viento
en lastimoso quejido,
yo diría que es lamento…
Se hiela mi corazón
y la sangre de mi cuerpo.
Las ánimas son de aquellos
que murieron sin auxilio
y buscando algún consuelo,
en la noche de Difuntos
entonan un Miserere
que se escucha en todo el pueblo.
Relatan los lugareños,
que así expían sus culpas
y alivian su sufrimiento.