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Reflexiones: sobre el atropellado tiempo

Reflexiones: sobre el atropellado tiempo

No soy mejor que nadie en nada,
tan solo tengo miedo y ganas.
Si pudiera comer de tus sonrisas,
vestirme de poesías,
vivir en un café…
¿Quién dicta el camino y las razones?
El libro de la vida
no está bajo la piel.
Intento regalar mi alma,
mi tiempo es tuyo si lo amas.
Hacemos esta vida complicada,
y de noche en la cama repaso qué faltó.
Escucho tantas recomendaciones…
la gente da lecciones…
¡Quiero escuchar mi voz!

Pero me falta tiempo,
tiempo, para perderlo y encontrarme.
Y cada vez
la vida corre más y yo más quiero hacer.
Y me falta silencio, silencio para escucharme
y gritar: ¡que el mundo pare!

Me siento mal si no aprovecho
cada segundo, y no hay derecho.
Yo necesito alimentar mi alma,
poesías y guitarra,
una conversación.
¿Será que esto se está poniendo serio?
Ya no suelto improperios.
¿Será que me hago mayor?